Diseñando artefactos para resolver problemas de la vida cotidiana los estudiantes desarrollan su creatividad, su pensamiento tecnológico y aprenden el valor del trabajo en equipo.
Es vital que trabajemos con nuestros estudiantes en cuestiones que afectan cómo aprenden, cómo enriquecen su entorno personal de aprendizaje y sus prácticas más allá de seguir instrucciones detalladas.