Lograr que la autoevaluación se convierta en un proceso dinámico, de construcción colectiva y de cualificación del PEI es un reto que se puede alcanzar.
Una propuesta que desmitifica el taller como espacio único de desarrollo para la técnica y que lo transforma en un lugar para la construcción colectiva, desde la búsqueda de identidades.
Ofrezco a cada uno de los alumnos un lápiz mágico y los invito a escribir su propia historia enmarcada en los cuentos y leyendas de su cultura indígena.