Si queremos tener prácticas pedagógicas más eficientes, eficaces y significativas para estudiantes y docentes, resulta importante formar maestros que reflexionen diariamente.
Al crear nuevas didácticas para enseñar, se está haciendo evidente el empoderamiento del docente en el aula y con un tema tan delicado como lo es la guerra.
El docente es el ser humano que más comparte y que mejor conoce las cualidades de sus semillitas, por eso es que sus estudiantes se enamoran muchas veces de la labor de ellos.
Concibo al maestro como la encarnación del modelo de ser humano de una sociedad mejor. Él encarna todos los valores que quisiera ver reflejados en una mejor sociedad.
Un proyecto que permitió que profesores y estudiantes se percataran de la importancia de recordar y no dejar en el olvido aquellas experiencias que marcaron su vida o la de los demás.
La formación como vínculo y camino para promover los procesos de reflexión de carácter democrático sobre las memorias, los hechos y los dinámicas sociales.