Con el apoyo de las tecnologías logré que los estudiantes convirtieran el pasado de exclusión que vivió éste municipio lazareto en un pretexto para investigar, conocer la historia y conectarnos con el mundo.
Ver la labor educativa como el mapa de un tesoro en el que el amor es la brújula, permitirá que historias como la de Sonya Romero, y la de miles de maestros trasciendan las circunstancias e impacten vidas.