Nuestros aprendices vienen con la información prácticamente incluida, pero carecen de lo más importante: las herramientas para convertir esa información en conocimiento.
Los tiempos que se asoman demandan una educación ubicua enfocada en aumentar las competencias para relacionar información y compaginarla con valores compartidos socialmente. Estamos en el umbral de comenzar a producir personas inteligentes pero no hemos llegado.
Con el apoyo de las tecnologías logré que los estudiantes convirtieran el pasado de exclusión que vivió éste municipio lazareto en un pretexto para investigar, conocer la historia y conectarnos con el mundo.
¿Para qué queremos aprender en la sociedad del conocimiento y cómo se logra ese objetivo? Es necesario anticipar lo que puede estar más allá del horizonte.