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Ser maestro no vale la pena, vale la vida

Octubre 24, 2019

 

A partir de la búsqueda por visibilizar la labor de los maestros rurales en Colombia, en el presente artículo se da cuenta de la constante lucha que ellos llevan. El trabajo está organizado en cuatro apartados, cada uno de estos profundizan en la historia de vida de una maestra de Arauca, que da testimonio de las realidades en las que se han visto inmersos los maestros durante los últimos veinte años y cómo estas han impactado en su vida personal. Entre dichas realidades, se destacan: el conflicto armado, social, económico y político; desde estos apartados se hace una reflexión en torno a los retos educativos y sociales que trae consigo la profesión docente, siendo esta la esperanza viva que permite trabajar arduamente por los sueños de cada uno de los sujetos que habitan en la escuela.

Sobre los autores

Leydi Johana Ramírez Sánchez
Aspirante a título de Licenciada en Educación Infantil, Universidad Pedagógica Nacional. Estudiante investigadora Semillero de Educaciones Rurales

Lina Fernanda Mahecha, Universidad Pedagógica Nacional
Aspirante a título de Licenciada en Educación Infantil, Universidad Pedagógica Nacional. Estudiante investigadora Semillero de Educaciones Rurales.

Luisa Fernanda Forero, Universidad Pedagógica Nacional
Aspirante a título de Licenciada en Educación Infantil, Universidad Pedagógica Nacional. Estudiante investigadora Semillero de Educaciones Rurales.

Cindy Natalia Bueno, Universidad Pedagógica Nacional
Aspirante a título de Licenciada en Educación Infantil, Universidad Pedagógica Nacional. Estudiante investigadora Semillero de Educaciones Rurales.

Lea el artículo completo.

Artículo publicado en la revista Nodos y Nudos de la Universidad Pedagógica Nacional bajo licencia Creative Commons.

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Martial Heriberto Rosado Acosta
Gran Maestro Premio Compartir 2004
Sembré una semilla en la tierra de cada estudiante para que florecieran los frutos del trabajo campesino en el campo que los vio nacer