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Aprendizaje y educación en adultos: Informe de UNESCO
Se necesitan grandes esfuerzos para que el aprendizaje y la educación de adultos de alta calidad se conviertan en una realidad en todo el mundo.
Cada tres años el Instituto para el Aprendizaje a lo Largo de La Vida de la UNESCO publica el Informe Mundial sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos (GRALE, por sus siglas en inglés) para monitorear en qué medida los Estados Miembros de la UNESCO están cumpliendo sus compromisos internacionales. El nuevo Informe (GRALE 4) incluye insumos de 159 países –un número excepcionalmente alto en comparación con años anteriores– y, por lo tanto, ofrece un panorama muy completo de la situación del aprendizaje y la educación de adultos en todo el mundo.
¿Cuáles son nuestras principales conclusiones? En resumen, es urgente que tomemos medidas para que el aprendizaje y la educación de adultos (AEA) sea una realidad para todos. El informe pide un cambio significativo en el enfoque de AEA. Requiere una inversión adecuada para asegurar que todos tengan la oportunidad de acceder y beneficiarse de AEA y que se haga realidad su plena contribución a la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030. La publicación destaca la necesidad de aumentar la inversión nacional en AEA, reducir los costos de participación, crear conciencia sobre los beneficios, y mejorar la recolección y el seguimiento de datos.
Aún no se llega a los marginados
Los datos del GRALE 4 indican que en casi uno de cada tres países, menos del 5% de los adultos de 15 años o más, participan en programas de educación y aprendizaje.
Un análisis más detallado de los datos resalta que los adultos con discapacidades, los adultos mayores, los refugiados y emigrantes, los grupos minoritarios y otros segmentos desfavorecidos de la sociedad están particularmente infrarrepresentados en los programas de educación de adultos y se ven privados de un acceso crucial a las oportunidades de aprendizaje a lo largo de su vida. Y esto a pesar de que el apoyo a los grupos desfavorecidos y marginados representa la inversión con mayor potencial de rendimiento.
El progreso de la participación dentro del aprendizaje y la educación de adultos es insuficiente
A pesar de las bajas tasas de participación, hay muchos indicadores de progreso. Más de la mitad de los países que respondieron (57% de 152) reportaron un aumento en la tasa de participación general en el aprendizaje y la educación de adultos entre los años 2015 y 2018. Una mayor proporción de países de bajos ingresos (73%) reportó un aumento en la participación en AEA que de países de ingresos medios altos (62%) o ingresos medios bajos (61%). Esto muestra que se está avanzando, aunque no a la velocidad necesaria.
Al observar las regiones de manera individual, encontramos que la mayor proporción de los países que reportaron aumentos en la participación en el aprendizaje y la educación de adultos se encontraba en África Subsahariana (72% de los países que respondieron), seguida de la región Árabe (67%), América Latina, el Caribe (60%) Asia, el Pacífico (49%). Norteamérica y Europa Occidental registraron la menor cantidad de aumentos (38%) aunque empezaron de niveles más altos.
Es preocupante ver desigualdades tan persistentes y profundas en la participación y que no se llegue a grupos clave como los adultos con discapacidades, los adultos mayores, los grupos minoritarios y los adultos que viven en países afectados por conflictos.
La participación de las mujeres debe mejorar aún más
Si bien la participación de las mujeres en AEA ha aumentado desde 2015 en el 59% de los países que contribuyeron al informe, en algunas partes del mundo, el acceso a la educación de las niñas y las mujeres todavía es insuficiente. En particular, les falta acceso a la formación profesional, lo que les deja pocas competencias y escasas posibilidades de encontrar trabajo y de contribuir a las sociedades en las que viven. Esto representa una pérdida económica para sus países. Para que los países cumplan con sus obligaciones de proporcionar un aprendizaje a lo largo de toda la vida para todos, deben centrarse más en las intervenciones dirigidas a las mujeres.
La calidad está mejorando, pero no a la velocidad necesaria
Solo el aprendizaje y la educación de adultos de alta calidad pueden contribuir eficazmente al desarrollo sostenible. El GRALE 4 muestra que tres cuartas partes de los países reportaron avances en la calidad del aprendizaje y la educación de adultos desde 2015. Se observaron avances cualitativos en los currículos, la evaluación, los métodos de enseñanza y las condiciones de empleo de los educadores de adultos. Este es un avance prometedor. Sin embargo, el progreso en la educación cívica, que es esencial para promover y proteger la libertad, la igualdad, la democracia, los derechos humanos, la tolerancia y la solidaridad, fue insignificante. No más del 3% de los países reportaron avances cualitativos en esta área. Por lo tanto, queda mucho por hacer.
Se necesita mayor financiación para el aprendizaje y la educación de adultos
Como siempre, incluso las mejores políticas y estrategias no funcionarán si no están respaldadas por una financiación adecuada. En este sentido, tenemos un largo camino por recorrer. El GRALE 4 muestra claramente que, en los últimos 10 años, el gasto en el aprendizaje y la educación de adultos han sido insuficiente, no solo en los países de ingresos bajos sino también en los de ingresos medios bajos e ingresos altos. Casi el 20% de los Estados Miembros reportaron que gastan menos del 0,5% de su presupuesto educativo en AEA y otro 14% reportó que gastaba menos del 1%.
Esta información demuestra que muchos países no han implementado el aumento del financiamiento de AEA propuesto en el GRALE 3 y que la financiación de AEA sigue siendo insuficiente. Además, los adultos socialmente desfavorecidos son los más afectados por la inversión insuficiente. La falta de financiación también dificulta la aplicación de nuevas políticas y de prácticas de gobernanza eficientes.
El informe lo deja muy claro: tenemos que actuar ahora. Los gobiernos y la comunidad internacional deben sumarse a nuestros esfuerzos y adoptar medidas para garantizar que nadie se quede atrás. Solo entonces podremos hacer del aprendizaje y la educación de adultos una palanca clave para empoderar y capacitar a los adultos a fin de que se logre el desarrollo sostenible.
Contenido publicado originalmente en la página del Global Education Monitoring Report bajo licencia Creative Commons.
Traducción: Catalina Morera
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