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Cómo mejorar los resultados de la escuela: no matemáticas extra, sino música, ambas en la misma carga

Una escuela primaria de Bradford quiere que el mundo sepa que su nuevo éxito en Stats (examen estandarizado para la admisión universitaria) es gracias a sus seis horas de música por semana.

Febrero 28, 2018

Abiha Nasir, de nueve años, entra silenciosamente al pequeño salón de clases, toma asiento, ajusta su hijab y levanta sus baquetas. Una tímida sonrisa se extiende por su rostro cuando comienza a tocar.

Tenía solo cinco años cuando se unió a los clubes extracurriculares de la primaria de Fevershman, dejando a los profesores asombrados por su habilidad musical y por la forma en que crecía su confianza con un instrumento en la mano. El año pasado, Abiha audicionó con éxito en el programa musical ‘Bradford's gifted and talented’ para niños de primaria, fue la primera niña musulmana en presentarse.

El asesor tenía solamente una palabra en sus notas: “¡Wow!”

Los profesores de Abiha dicen que su talento podría haberse esfumado en muchas escuelas, donde temas como la música y el arte están siendo exprimidos por la presión para alcanzar los puntajes de los Sats y subir a los primeros puestos.

Pero en Feversham, el director, Naveed Idrees, ha incorporado la música, el teatro y el arte a todo el día escolar, con hasta seis horas de música por semana para cada niño y resultados notables. Hace siete años, Feversham tomó medidas especiales y fue noticia por motivos errados. Hoy en día Ofsted la califica como "buena" y se encuentra en el mejor 10% a nivel nacional del progreso de los alumnos en lectura, escritura y matemáticas, según los más recientes datos. En 2011, el colegio estuvo 3,2% por debajo del promedio nacional en inglés.

Este año, el 74% de los alumnos alcanzó el estándar esperado en lectura, escritura y matemáticas frente al promedio nacional del 53%. Está 7.1 puntos arriba del promedio de lectura y 3.4 del de escritura. En matemáticas, el colegio estuvo 2.4 puntos por debajo del promedio nacional en 2011 y ahora está en 6.5 por encima. Estos resultados para los alumnos desfavorecidos están muy por encima de la media.

El cambio es aún más notable, dado a la reforma del colegio: El 99% de sus 510 niños hablan inglés como idioma adicional, y la mitad llegan a la escuela incapaz de hablar una palabra en inglés. El área fuera de la escuela, Bradford Moor, es uno de los barrios más pobres y densamente pobladas de la ciudad.

Casi el 75% de la población de los alrededores son de Pakistán, Bangladesh o India, en comparación con poco más de un 15% en toda la ciudad, según el censo de 2011. La reciente entrada masiva de refugiados y el aumento del número de europeos orientales, a largo plazo, se ha sumado a las tensiones de la comunidad en una zona donde el ayuntamiento ha señalado que los diferentes grupos étnicos "no necesariamente se llevan bien o tratan a los demás con respeto".

Sin embargo, en el colegio es una historia diferente. Se hablan 30 lenguajes diferentes, pero los jóvenes aprenden felices uno al lado del otro. Los niños interpretan a Shakespeare y a los Beatles, así como también lo hacen con la canción de adoración musulmana llamada Nasheeds. Ellos aprenden canciones, de los juegos de palmadas, al igual que estudian la Segunda Guerra Mundial y las canciones de Ahmad Hussain, una estrella de Youtube que nació en Sheffield que se presenta en el colegio todos los años.

De acuerdo con Jimmy Rotheram, el activo coordinador de música del colegio, un "pequeño porcentaje" de los padres musulmanes estaban preocupados por sus hijos, al escuchar canciones pop o la música cristiana, pero dice que esas preocupaciones desaparecieron cuando vieron el progreso que sus hijos estaban teniendo.

La asistencia escolar ha aumentado hasta en un 98%, ya que la cantidad de música que se enseña a cada alumno a ha incrementado. Cada niño tendrá al menos dos horas de música por semana. Como mínimo, cada niño recibe una clase de música de 30 minutos, una media hora en el seguimiento de la lección, más una hora de música de la reunión con un músico invitado y canto en grupo. Las canciones son incorporadas en otras clases y los alumnos suelen cantar las tablas de multiplicar o sobre historia.

Idrees, quien se convirtió en director en 2013, admite que el nuevo enfoque fue "un gran riesgo", pero dice que ahora está convencido de que podría transformar otras escuelas con dificultades.

"Estábamos en medidas especiales. Habíamos tenido una baja moral del personal, los padres no estaban contentos con el colegio, los resultados fueron bajos y nadie quería venir, habíamos tenido problemas de presupuesto.

Es muy deprimente cuando se está ahí. Si está perdiendo niños, está perdiendo dinero, entonces no puede atraer a los profesores, aquellos que ha tenido están deprimidos. Usted está monitoreado por Ofsted cada período y todo es sobre resultados." dijo.

"Nos podríamos haber pasado a la ruta donde dijimos que necesitábamos  obtener resultados, vamos a hacer más inglés, más matemáticas, más clases de refuerzo, pero no lo hicimos. Podría alcanzar los resultados, pero la moral del personal está bajo, los niños odian aprender. Queremos niños que disfruten aprender."

El colegio basa su método en el enfoque Kodály, que consiste en enseñar a los niños a aprender, al menos inconscientemente, a través de la reproducción de juegos musicales. Los niños aprenden del ritmo, de la mano de los signos y el movimiento, por ejemplo, de una manera que ayudará a su lectura, escritura y matemáticas. Idrees dice que los profesores han visto que pedir a los niños que memoricen pasajes de la obra de La Tempestad de Shakespeare, por ejemplo, mejora la lectura y la escritura.

La importancia del desarrollo mental y social de los niños está perdida en el debate sobre las pruebas de Sats y las tablas de clasificación, dice Idrees. Esto salió a relucir en Bradford hace dos años, cuando un niño de 11 años en un colegio en el otro lado de la ciudad, Asad Khan, se suicidó y en medio del acto decía que había sido víctima de acoso. Los padres preocupados hicieron un llamado al director de Bradford, Idrees dice que está preocupado por el bienestar de sus niños.

Después de la muerte de Asad, el colegio Feversham puso a prueba un proyecto para ayudar a los niños a manejar el fracaso, la presión social y la influencia mediática. "Muchos de estos niños tranquilos, no saben cómo lidiar con las emociones, ni con la negatividad," dice Idrees. En su forma más básica, el simple acto de juego puede ayudar a los niños a aprender habilidades sociales, tales como el contacto visual y tomar turnos, mientras se escucha música en una reunión, ayuda a desarrollar su concentración en una época dominada por los ‘Smartphones’, computadores y ‘Tablets’.

El enfoque en la creatividad ha mejorado los resultados en todo el colegio, no solamente entre los niños dotados musicalmente, Rotheram, dice, agregando que es "notoriamente más eficaz que el entrenamiento con los papeles del Stats."

"Mi esperanza es que los directores y los encargados de manejar los recursos, posiblemente, incluso a las personas que toman decisiones importantes en el gobierno, van a leer acerca de nuestro colegio y darse cuenta de que los temas creativos no son solamente complementos sino que son esenciales para el progreso de todos los alumnos."

De vuelta a la clase, Abiha estalla en otro impresionante solo de batería - tan fuerte que puede escucharse desde el patio. Ella practica en casa, explica, pero solamente en la batería del Playstation 3 de su padre y en una tablet. Pronto ella espera ascender y hacerlo en la vida real: "Ahora va a vender esa batería del Playstation 3 y comprar una de verdad. Está haciendo otra habitación con paredes a prueba de ruido, ya que los vecinos podrían pasar una queja de nosotros."

Fuente: The Guardian.

Traducción por: Natalia Cárdenas Ávila 

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Corresponsal de The Guardian en el Norte de Inglaterra.
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