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La ciudadanía sexual: un aporte al disfrute de una sexualidad sana y responsable

 ¿Cómo logar la disminución de los embarazos, la no discriminación por las diferentes tendencias sexuales y el reconocimiento y la lucha contra el abuso y la violencia sexual en las aulas?

Diciembre 4, 2019

Con la propuesta ‘La integración curricular de la ciudadanía sexual y el enfoque diferencial y de géneros’, el profesor Luis Miguel Bermúdez ha logrado que los estudiantes del Colegio Gerardo Paredes se empoderen en el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, para lograr la disminución de los embarazos, la no discriminación por las diferentes tendencias sexuales y el reconocimiento y la lucha contra el abuso y la violencia sexual.

Magazín Aula Urbana: ¿Qué es la ciudadanía sexual?

Luis  Miguel  Bermúdez: La  ciudadanía  sexual  hace  referencia  a  la  extensión  que  se  ha  hecho  de  los  derechos  humanos  hacia  el  campo  de la sexualidad y, especialmente, hacia el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos de la población adolescente que es la que tradicionalmente había sido excluida por tabú y cuestiones culturales. Entonces, lo que hace la ciudanía sexual es reconocer que en el campo de la sexualidad los seres humanos tenemos derechos y responsabilidades para que podamos disfrutarla de una manera sana, responsable, libre de prejuicios y reconociendo que en ella hay una función de placer.  

MAU: ¿Qué es y qué implica una educación para la sexualidad con enfoque diferencial y de géneros?

LMB: La educación con enfoque diferencial y de géneros reconoce que históricamente al actor social que más le han vulnerado sus derechos es a la mujer, y por ello prioriza que estas generaciones salden esa deuda que se tiene con ellas. Igualmente, enfatiza en que como seres humanos tenemos diferencias étnicas, raciales, en nuestras creencias, y que estas diferencias también configuran la sexualidad. Por otra parte, contribuye  a  entender  que  en  las  instituciones  educativas  hay  niñas  y  niños  de diferentes regiones del país y que la concepción de cuerpo y sexualidad que tienen responde a su lugar de origen. En los colegios encontramos estudiantes con discapacidad visual, otros con síndrome de Down y síndrome de Asperger, de allí que esas diferencias exigen que se les atienda también en el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos.

MAU: ¿Qué lo lleva a implementar esta propuesta?

LMB: En el Colegio Gerardo Paredes atendemos más de 4 mil estudiantes que representan un porcentaje significativo de los jóvenes de la localidad de Suba y mientras los docentes nos enfocábamos en lograr que tuvieran  un  proyecto  de  vida  productivo  nos  dimos  cuenta  que  no  lo estábamos  logrando.  Entre  las  causas  de  esta  problemática  estaban  los embarazos  a  temprana  edad,  la  discriminación  por  las  diferentes  tendencias  sexuales,  así  como  episodios  de  abuso  y  violencia  sexual.  Esto se convirtió en la principal causa de deserción de los estudiantes y fue lo que nos llevó a preguntarnos por ¿qué hacer para afrontar esos episodios  que  vulneraban  los  derechos  de  la  población  estudiantil?  Así fue como en el marco del programa de formación avanzada de docentes aproveché mi proyecto de grado, y basado en la investigación y no en  intuiciones  como  siempre  se  había  hecho  desarrollé  esta  propuesta  que  me  permitió  responder  contundentemente  a  la  problemática. 

MAU: ¿En qué se fundamentan los tres lugares de análisis de la propuesta: la educación para la sexualidad, el ejercicio de los Derechos Humanos Sexuales y Reproductivos en adolescentes y jóvenes, y el currículo?

LMB: En  el  tema  de  la  educación  para  la  sexualidad  adelantamos  una investigación  que  consultó  las  necesidades  y  realidades  de  los  agentes de la escuela, ya que la mayoría de las indagaciones externas que se han realizado sobre el embarazo adolescente se quedan en el diagnóstico y por eso son rechazadas por los estudiantes ya que las sienten ajenas a su contexto. 

En  cuanto  al  ejercicio  de  los  Derechos  Humanos  Sexuales  y Reproductivos en adolescentes y jóvenes, los empoderamos para ejercer sus  derechos  y  cambiamos  el  enfoque  preventivo,  biologista  y  genital basado  en  el  miedo.  De  esta  forma  reafirmamos  que  la  sexualidad  se cimenta  en  el  derecho  que  tenemos  a  desarrollar  la  función  erótica  de placer y afecto, siendo estos los motivos principales por los que un ser humano inicia sus relaciones sexuales y no por un afán de reproducción.

En el tema del currículo nos alejamos del concepto de cátedra y del proyecto  momentáneo  en  el  tiempo  y  la  volvimos  una  asignatura  permanente, de allí que la educación sexual tiene una intensidad de dos horas semanales  con  todas  las  características  del  sistema  de  evaluación  y  logros de otras asignaturas. Y quiero agregar otra condición y es que si estamos hablando de derechos humanos sexuales y  reproductivos  esos  temas  deben  ser  guiados por profesionales formados para este fin. Cabe anotar  que  anteriormente  hicimos  una  articulación con el  programa nacional Servicios amigables para los adolescentes, una propuesta con enfoque  diferencial.  ¿Cuál  diferencia?  Que  es distinta la sexualidad de un adulto respecto a la de un adolescente. Esta alianza generó confianza en los estudiantes, ya que se les estaba dan-do respuesta a las necesidades de su desarrollo sicosexual  en  un  período  crucial  en  el  que  se generan preguntas sobre los cambios que experimentan en su cuerpo. 

MAU: ¿Qué  estrategias  se  pusieron  en  marcha en el desarrollo del proyecto? 

LMB: Basados  en  un  diagnóstico,  resultado de  una  encuesta  de  caracterización,  desarrollamos  evaluaciones  y  material  didáctico  para responder  a  los  intereses  y  necesidades  de  los estudiantes. Lo anterior estuvo acompañado de espacios de reflexión y autocrítica, en donde los jóvenes  se  expresaron  libremente  sobre  cómo entienden  la  educación  para  la  sexualidad.  Lo más importante es que implementamos un currículo flexible basado en sus vivencias, lo que nos permitió proponer soluciones a los interrogantes que plantea un ejercicio responsable de la sexualidad.  

MAU: ¿Cuáles  son  los  resultados  más  importantes de la propuesta?

LMB: El más importante es poder mostrarles a los  estudiantes  que  con  procesos  de  investigación se puede propiciar el disfrute de la sexualidad alejada de prejuicios y reconociendo que en ella tenemos el derecho al placer si se ejerce de una manera responsable y sana. Por supuesto,  los  índices  de  embarazos  han  disminuido drásticamente  y  hoy  en  el  colegio  existe  un diálogo abierto acerca del significado de la sexualidad  humana.  También  se  ha  experimentado una disminución en los episodios de violencia de género y hay un ambiente de respeto y  tolerancia  hacia  las  diferentes  tendencias  sexuales.

MAU: ¿Cómo  recibe  el  estudiantado  este  tipo de propuestas?

LMB: Los estudiantes han aceptado el proyecto de  una  forma  positiva,  ya  que  les  ha  devuelto la confianza, porque lo que sucede es que ellos tienen  los  mismos  temores  que  experimentamos  los  adultos  en  el  tema  de  la  sexualidad,  y con este trabajo hemos dejado de lado los juzgamientos,  y  algo  muy  significativo  es  que  los jóvenes  han  contribuido  a  consolidar  el  currículo que estamos aplicando en el Colegio.  

MAU: ¿Qué  opina  de  la  aseveración  de  que educar  para  la  sexualidad  incentiva  a  los  y  las estudiantes a tener más relaciones sexuales y a exponerse a riesgos. ¿Eso es lo que usted ha vis-to en su experiencia?

LMB: Las relaciones sexuales entre adolescentes y los embarazos a temprana edad han existido antes de mi proyecto -y a pesar de que hoy nos rasguemos  las  vestiduras-  siempre  han  estado presentes en nuestros entornos. Esta es una situación arraigada culturalmente y forma parte de  los  mitos  y  prejuicios  sociales  que  desconocen  que  las  múltiples  formas  de  relaciones sexuales   han   existido   en   todas   las   épocas. Ejemplo de esto es que las abuelas y padres de familia de muchos de estos jóvenes se casaban siendo muy jóvenes y cuando la niña comenzaba a tener su menarquia los padres le iban buscando  con  quién  iba  a  contraer  matrimonio. En desarrollo de esta experiencia lo que hemos visto  es  que  basados  en  el  ejercicio  de  los  derechos cuestionamos el acervo cultural de una sexualidad  no  controlada  en  la  adolescencia  y los  estamos  empoderando  para  que  la  ejerzan de manera responsable.

MAU: ¿Por qué la educación para la sexualidad con enfoque diferencial y de género, y el ejercicio de la ciudadanía sexual generan polémica y en algunas ocasiones resistencias en la sociedad y al interior de la escuela? ¿Qué hacer ante esto?

LMB: Esta  polémica  surge  porque  en  nuestra sociedad  cultural  e  históricamente  nos  han  enseñado  que  lo  que  marca  el  fin  de  la  infancia  y el  inicio  de  la  adultez  es  el  comienzo  de  la  actividad  sexual.  Y,  por  otra  parte,  hay  escozor  y resistencia hacia la educación para la sexualidad con  el  enfoque  de  derechos  porque  estos  reconocen que los seres humanos desde los 14 años pueden tener un ejercicio libre de su sexualidad. Esto le permite a un adolescente acceder a cualquier servicio de salud sexual y reproductiva sin tener que ir acompañado de sus padres.

MAU: En particular, ¿por qué se ha tergiversado  el  tema  de  la  ideología  de  género,  qué  hay detrás de esta tendencia?

LMB: lo  que  existe  es  un  miedo  infundado hacia  la  ideología  de  género  y  hacia  proyectos como  este  porque  erróneamente  se  cree  que buscan  homosexualizar  a  la  población.  Cuando se presentó la polémica por las cartillas que quiso  poner  en  circulación  el  Ministerio  de Educación,  nuestro  proyecto  estaba  en  pleno auge y esa coincidencia atrasó y entorpeció los avances. La ideología de género se convirtió en un  distractor  frente  a  un  proceso  político  que estaba llamando al plebiscito y esto movió políticamente a una parte de la sociedad.

MAU: ¿Cómo entra la prevención del embarazo la Educación para la Sexualidad y cómo podría abordarse?

LMB: Precisamente este fue uno de los aspectos que  me  motivó  a  desarrollar  esta  propuesta  y es  así  como  los  embarazos  se  han  disminuido en la población estudiantil. Pero sí quisiera re-calcar  que  es  necesario  que  estos  proyectos  se aborden  con  el  acompañamiento  de  entidades y  profesionales  en  el  área  de  la  salud  sexual  y reproductiva  para  que  las  propuestas  tengan una base científica.

MAU: ¿cuál es el aporte más significativo que le hace este proyecto al Colegio Gerardo Paredes, a la comunidad de su entorno y a Bogotá?

LMB:  Le  estamos  entregando  a  la  sociedad  jóvenes  con  un  proyecto  de  vida  que  responde al  ejercicio  de  una  ciudadanía  sexual  que  no es  otra  cosa  que  el  cumplimiento  del  derecho que tenemos como seres humanos de ejercer la sexualidad  en  una  forma  placentera,  pero  responsable.  

MAU: ¿Qué  significado  tiene  el  Premio  Compartir que lo reconoce como el mejor maestro del país?

LMB: Es  el  reconocimiento  a  un  trabajo  constante que he adelantado para reducir las incidencias de un fenómeno que siempre ha estado en la agenda política, pero nunca había impactado positivamente la vida de los jóvenes como lo hemos hecho con esta propuesta. Con este proyecto  he  superado  obstáculos  y  señalamientos  de-mostrando  la  calidad  del  trabajo  intelectual  de los docentes del sector oficial, quienes a pesar de las difíciles condiciones en las que trabajamos le seguimos  brindando  posibilidades  de  reivindicación y de vida digna a la juventud del país.

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