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La escuela sumapaceña

Como ocurrió en otras zonas de colonización en el país, en Sumapaz la escuela eral el primer espacio que se construía cuando se fundaban las veredas, incluso antes de edificar la parroquia.

Diciembre 18, 2019

Como ocurrió en otras zonas de colonización en el país, en Sumapaz la escuela eral el primer espacio que se construía cuando se fundaban las veredas, incluso antes de edificar la parroquia1. La investigadora Rocío Londoño encontró que eran los colonos —con el respaldo de los párrocos— quienes ejercían presión sobre las autoridades para la creación de escuelas en las aldeas que ellos fundaban, lo que permitió que el número de escuelas y estudiantes aumentara progresivamente en la Provincia del Sumapaz. Adicionalmente, la colonia de Cabrera también tuvo un lugar clave en la organización política de la zona en los primeros años del siglo XX, ya que los intelectuales liberales daban un lugar privilegiado a la instrucción pública, su idea era llevar la educación primaria a todos los lugares del país y, de este modo, ampliar la formación profesional a la población campesina.

En 1958 cuando se realizó el proceso de paz entre las guerrillas liberales lideradas por Juan de la Cruz Varela, los guerrilleros solicitaron la construcción y dotación de escuelas, tema que era parte importante del Plan de Rehabilitación, que se estableció como el plan de desarrollo para el posconflicto (Londoño, 2011). La educación también hizo parte crucial de la organización social impulsada por los presidentes Alberto Lleras (1958-1962) y Carlos Lleras (1966-1970) para llevar a cabo transformaciones económicas y sociales estructurales en el país. Incluso, la Ley 19 de 1958 creó las Juntas de Acción Comunal, que eran impulsadas por la Agencia de Desarrollo Comunitario (Acción Comunal), adscrita en un inicio al Ministerio de Educación, pero que en 1960 pasó al Ministerio de Gobierno (Karl, 2018, p. 176).

Como lo muestran algunos relatos recogidos durante esta investigación, en Sumapaz, fueron las comunidades las que se encargaron de construir y sostener la escuela, incluyendo la dotación de mobiliario y suministros, e incluso el salario y la alimentación de los docentes. Esto continúa ocurriendo en las instituciones educativas más alejadas y con menos acceso a recursos.

La gran mayoría de las escuelas iniciaron en casas de familia, con mínimos recursos; luego las comunidades fueron donando los terrenos, organizando bazares para conseguir recursos y comprar materiales, y realizando jornadas de trabajo (padres, docentes y estudiantes) para transportar los materiales a lomo de mula desde Usme e iniciar la construcción de las primeras escuelas en Sumapaz (Baquero, 2018).

… en las sedes de Totuma Alta, Totuma Baja y Pedregal, se reconoce el apoyo de las familias al proceso educativo de los estudiantes, al igual, la comunicación entre maestro y familia que favorece el accionar comunitario y pedagógico. Las familias en repetidas ocasiones colaboran con los docentes en temas como transporte, alojamiento y manutención (Niño, 2018).

Es así que las instituciones educativas de la zona son el lugar de lo público; un punto de referencia geopolítico para la organización comunitaria, el lugar en donde se reúne la Junta de Acción Comunal, la sede de los eventos sociales comunitarios, y a veces, inclusive, en donde se manejan y resuelven los conflictos2. Además, los docentes y directivos también ocupan un lugar central en la organización comunitaria, ya sea para la construcción de la infraestructura de la escuela, su mantenimiento y funcionamiento, o liderando actividades y solicitudes para el beneficio de la comunidad, como por ejemplo, el arreglo de carreteras o la solicitud de prestación de servicios públicos.

El trabajo comunitario era una de las características de los maestros de mi época, se organizaban bazares que duraban tres días, los recursos que se recogían se invertían no solo en la escuela sino en las necesidades de la comunidad como la capilla, acueducto, carreteras, celebración del día de las madres y cumpleaños de los niños (Entrevista citada en Baquero, 2018).

Actualmente, los relatos de los maestros dan cuenta de la importancia de los colegios para las comunidades rurales como lugares de reunión y punto de referencia para los pobladores y las autoridades3, en donde se prestan servicios adicionales como la biblioteca; y en donde se atienden los programas de salud para los niños y otras actividades de atención a mujeres, jóvenes y personas de la tercera edad, siendo el espacio por excelencia de las reuniones comunitarias. Los colegios son también una de las principales fuentes de empleo en las zonas rurales, ya que además de la docencia, existen cargos para las funciones de administración, vigilancia, aseo, cocina, así como para conductores y acompañantes de las rutas escolares, etc. En síntesis, en Sumapaz es destacable el rol que desempeña la escuela al ser en muchas ocasiones la única presencia estatal, que apoya con algunos servicios y vela por una vida comunitaria. A su vez, son las comunidades las que han sido tradicionalmente las encargadas de construirla y mantenerla.

La localidad de Sumapaz cuenta con dos instituciones educativas, ambas de carácter público que tienen cobertura en casi todas las veredas de la localidad. En la cuenca del río Blanco en el 2003 se inició la integración de los centros educativos que se encontraban bajo la jurisdicción de los corregimientos de Betania y Nazareth y se creó la Institución Educativa Distrital Rural Las Auras, que en el 2005 adoptó el nombre de Colegio Campestre Jaime Garzón IED (Baquero, 2018). Actualmente tiene todos los niveles, preescolar, básica y media técnica, y educación para adultos. Cuenta con nueve sedes en funcionamiento (Auras, Las Ánimas, Santa Rosa de Nazareth, Ríos, Peñalisa, Raizal, Nazareth, Tabaco y Adelina Gutiérrez en la vereda Betania), y cuatro sedes que están abiertas para la vivienda de los maestros (Laguna Verde, Santa Rosa de Bodegas, Taquecitos y Sopas).

En la cuenca del río Sumapaz, se encuentra el Colegio Gimnasio del Campo Juan de la Cruz Varela, con catorce sedes (La Unión, San Juan, El Toldo, San Antonio, Santo Domingo, Tunal Alto, Tunal Bajo, Lagunitas, El Salitre, Capitolio, Concepción, San José, Chorreras y Erasmo Valencia en la vereda Las Vegas). Adicionalmente, el Colegio tiene tres sedes ubicadas en el Departamento del Meta, municipio San Juan de Cubarral: Totuma Alta, Totuma Baja y Pedregal, que existen desde cuando Sumapaz era una sola región.

En la localidad la mayoría de las instituciones son unitarias, es decir que solo ofrecen primaria. Pero en el Colegio Juan de la Cruz Varela hay tres sedes que ofrecen educación media y secundaria (La Unión, Tunal Alto y Erasmo Valencia); mientras que en el Colegio Jaime Garzón son dos (Auras y Adelina Gutiérrez). Ambos colegios tienen una media técnica con énfasis agropecuario4, y además del currículo tradicional también proveen educación mediante modelos flexibles para la población menor de edad y los adultos. El Colegio Jaime Garzón ofrece Escuela Nueva, Aceleración del Aprendizaje, y Servicio de Educación Rural; mientras que el Colegio Juan de la Cruz, además de los anteriores, también ofrece Posprimaria Rural (IEU, 2018b).

Es importante también resaltar que ambos colegios prestan servicios a una diversidad de población vecina a Bogotá y otros departamentos: El Colegio Jaime Garzón, atiende familias y estudiantes que provienen de los municipios cundinamarqueses de Une, Pasca y Gutiérrez; así mismo a población juvenil desplazada de los departamentos de Antioquia, Tolima y Córdoba5. En el Colegio Juan de la Cruz Varela la comunidad educativa está formada tanto por estudiantes como docentes que diariamente o semanalmente se mueven desde municipios cercanos como Cabrera, Pasca y Fusagasugá6, y apoya el proceso de comunidades del departamentos del Meta en las sedes de Totuma Alta, Totuma Baja y Pedregal, en donde la Secretaría de Educación del Distrito provee docentes (ahí la comunidad contribuye con la alimentación y servicios complementarios para los estudiantes). Además, los colegios de Sumapaz mantienen relaciones con otras instituciones educativas de la región como es el caso del SENA, sede Fusagasugá, que orienta la media técnica agropecuaria7. Como afirma una exalcaldesa:

Sumapaz fue una salvación, la localidad como tal, porque, en todo caso, Bogotá tiene las posibilidades, los recursos, Sumapaz es el vecino rico de Pasca, de Gutiérrez, de Une, tiene cinco veces o seis veces más presupuesto8.

Sin embargo, de acuerdo con el documento de análisis de la situación de la educación rural en Bogotá, elaborado por el Instituto de Estudios Urbanos, al que ya se ha hecho mención, se encontró que el 71% de los estudiantes de Sumapaz no perciben que viven en la capital. Por otra parte, en cuanto a las expectativas de los estudiantes, se encontró que el 46% de ellos no tienen proyección de continuar habitando en la localidad cuando se gradúen. Por parte de los padres, se espera que la oferta educativa incluya otras opciones que no estén relacionadas con el trabajo en el campo (IEU, 2018a y b p. 40).

Estos desencuentros entre la educación y el desarrollo fueron el tema de las discusiones en las mesas estamentales y otros espacios participativos para este “Estudio Caso Sumapaz”. El siguiente capítulo se construye con las voces de la comunidad educativa, a partir de lo discutido con los diferentes actores en las mesas estamentales.

  1. Intervención de Rocío Londoño, “Natalicio de Juan de la Cruz Varela”, La Unión, 20 de noviembre de 2018.
  2. Mesa estamental docentes 24 de abril de 2018; mesa estamental de padres, madres y acudientes, 26 de abril de 2018.
  3. Ver los relatos de los docentes en el cuadernillo Escrituras Creativas: creación de crónicas de la caja de herramientas pedagógicas.
  4. La educación media técnica prepara a los estudiantes para el desempeño laboral en uno de los sectores de la producción y de los servicios, y para la continuación en la educación superior (Artículo 32, Ley 115 de 1994).
  5. Como lo evidencian las encuestas realizadas por los docentes del Colegio Jaime Garzón. Documento interno, facilitado por el colegio, 2017.
  6. Mesa estamental de docentes 24 de abril de 2018
  7. Entrevista ex-DILE Yolanda Gaitán, 27 de septiembre de 2018.
  8. Entrevista a Magnolia Agudelo, alcaldesa local (2005-2008), 4 de octubre de 2018.

Este artículo hace parte del estudio ‘Sumapaz: territorio pedagógico para la memoria y la reconciliación’ realizado por el IDEP.

 

La reproducción de este contenido se realiza con autorización del IDEP.

Descargue el estudio completo aquí

 


Imagen es.wikipedia.org

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Rubén Darío Cárdenas
Gran Rector Premio Compartir 2016
Concibo al maestro como la encarnación del modelo de ser humano de una sociedad mejor. Él encarna todos los valores que quisiera ver reflejados en una mejor sociedad.