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Por qué debería pedirles a los estudiantes que ayuden con el diseño de los cursos

Una experiencia pedagógica para aplicar en el aula de clase de cualquier institución educativa. 

Marzo 1, 2018

Antes de recibir su primer grupo de clase de estudiantes en 2002, la universidad de Olin de ingenieros trabajó con un par de docenas de estudiantes quienes pasaron un año ayudando a desarrollar el currículo antes de inscribirse en su  primer año.

Al darles a los estudiantes una voz sobre qué y cómo ellos piensan que sería exitoso “nos dimos cuenta que esta por mucho sería una de las cosas que definiría a Olin”, dijo Roberto Martello, decano asociado para currículos y programas académicos. Hoy, dice que Olin ofrece a los estudiantes  distintas formas de participar en los cursos de diseño.

Muchos profesores en Olin revisan regularmente con los estudiantes para ver si las materias están acordes a las metas del curso, dice Martello, quien también es un profesor de historia ciencia y tecnología. Eso puede tomar la forma de una rápida encuesta o sondeo, o una corta discusión, dice.

Cuando ellos crean un nuevo curso o revisan significativamente uno ya existente, los profesores de Olin solicitan becas de  innovación para el verano, entre las cuales se incluye dinero para contratar estudiantes trabajadores.

Olin también ofrece “Cursos dirigidos por el estudiante” que involucra el deseo de los estudiantes de tomar estudios independientes en grupos fuera de la paradoja, dice Martello. Un pequeño grupo de estudiantes eligen un tema y actúan como profesores, creando y desarrollando el curso con el soporte de dos profesores, uno con habilidades pedagógicas y otro con conocimiento en la materia. Los estudiantes que tomaron finalmente el curso ganaron créditos de los profesores, no de los estudiantes enseñando. Dicho esto, los líderes estudiantiles– quienes necesitan alguna experiencia en áreas prioritarias de la educación, como servidores y asistentes educativos- hacen todo el trabajo de enseñanza, bajo la supervisión de la facultad.

Proveer retroalimentación ayuda porque ellos deben examinar su aprendizaje de forma más cercana que de otra manera, dice Martello. Los profesores, por su parte, son mejores logrando conseguir sus metas educativas cuando los estudiantes tienen un claro sentido de lo que son. Ellos también se benefician de las nuevas ideas que traen los estudiantes, dice Martello.

Olin no es una  típica universidad, y la forma en que ha surgido la entrada de estudiantes en el plan de estudios es inusual. Aun así, los profesores en otros colegios también están trabajando con los estudiantes para diseñar nuevos cursos o revisar los existentes, y algunos colegios han formalizado este acercamiento.

Tendencias de inscripción en línea

Las inscripciones en línea crecieron el último año, continuando un largo y rápido crecimiento en la popularidad de la educación a distancia. Investigadores analizaron los últimos datos del departamento de educación que muestran que cerca del 32 por-ciento de los estudiantes en 2016 tomaron al-menos un curso a distancia, frente al 25 por-ciento en 2012.

Hacer esa cifra más notable son dos tendencias apuntando en direcciones distintas: el total de inscripciones colegiales realizadas en ese periodo y las instituciones con fines de lucro han visto sus inscripciones caer precipitadamente. Los autores también observan una aparente paradoja en la educación a distancia: es cada vez más local. Es decir, muchos estudiantes deben inscribirse en cursos online mientras también toman clases en el campus, y más de la mitad de los estudiantes completamente en línea viven en el mismo estado que su universidad.

Dos consejos

Cathy Davidson, una profesora en el Centro de Graduación en la universidad de Nueva York, recientemente compartió algunos consejos desde su “equipo activo de aprendizaje”. Una herramienta de empoderamiento participativo es algo que describe como “tiquetes de salida”. Funciona así: tres minutos antes de terminar la clase, ella les pregunta a los estudiantes: “¿Qué tema de los que  tocamos hoy le mantendrá despierto esta noche?” Si nada, ¿Qué deberíamos haber preguntado que le mantuviera pensando en la noche?” Ellos deben escribir sus respuestas, en sentencias completas, en documentos Google o una tarjeta de indexada, y firmar con sus nombres. “Se hace para profunda lectura para la próxima clase” dice Davidson, autora de La Nueva Educación.

Doug McKee, profesor titular en economía en la universidad de Cornell, recientemente inició administrando pruebas en el segundo día de clases, él escribió en su blog, Enseña Mejor. Empezó a hacerlo en el segundo curso de una secuencia de dos semestres de Econometría Aplicada, porque  nunca estuvo seguro de lo que  sus estudiantes aprendieron o recordaron del primer curso. Ahora, les da un examen de 40 minutos, que le ayuda a ver dónde están los vacíos de conocimiento, y  diseña las lecturas de-acuerdo a eso. Después de intentarlo, escribió, “estábamos fuera y corríamos por una  fundación mucho más sólida”.

Fuente: The Chronicle.

Traducción por: Laura Alejandra Franco Rojas. 

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Laura María Pineda
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