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¿Por qué un estudio sobre docencia rural?

‘Docencia rural en Colombia’ surge de la necesidad que tiene Colombia de comprender la complejidad y dinámica del conflicto armado y su relación con la educación

Octubre 17, 2019

Teniendo en cuenta que los maestros son el principal factor que incide en la calidad de la educación, el estudio buscó aproximarse al desarrollo profesional de los docentes y directivos rurales del país. Para ello, partió de la idea de que existen principalmente seis dimensiones que determinan la calidad docente: 1) la formación previa al servicio o formación inicial; 2) las condiciones de selección y reclutamiento de los docentes; 3) los factores que inciden en la retención de los maestros en los sistemas educativos y las condiciones para su promoción en la carrera docente; 4) la evaluación para la retroalimentación y mejoramiento continuo de los docentes; 5) la formación en servicio y 6) la remuneración salarial. En conjunto, estas dimensiones constituyen las condiciones para la profesionalización de la docencia, y su nivel de desarrollo permite a los sistemas educativos lograr la excelencia docente (García et al., 2014).

En este marco, el estudio se orientó a conocer la condición de los docentes y directivos docentes rurales del país a partir de sus trayectorias de formación (dimensiones 1 y 5) y sus expectativas de desarrollo profesional y permanencia en la carrera docente y en los establecimientos educativos rurales (dimensión 3).

Sin embargo, el análisis de la condición docente rural en Colombia no es posible sin reconocer las particularidades de la ruralidad en el país, las cuales están atravesadas por las condiciones de precariedad y pobreza en las que por décadas se han situado las poblaciones rurales y, en segundo lugar, por el arraigo del conflicto armado en las comunidades y estructuras sociales de los territorios.

Así las cosas, el presente estudio se aproxima a las condiciones de formación y permanencia de los docentes y directivos rurales que habitan y trabajan en zonas de conflicto armado. La idea de hacer foco en estos territorios surge de la necesidad apremiante que tiene Colombia de comprender la complejidad y dinámica del conflicto armado y su relación con la educación.

El universo de análisis que consideró el estudio fueron las 16 subregiones y 170 municipios focalizados para la implementación de los programas de desarrollo con enfoque territorial (PDET) que se definieron en el marco del Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera que se firmó entre el Gobierno de Colombia y el grupo armado FARC-EP en el 2016. Estas regiones son: 1) Alto Patía-Norte del Cauca, 2) Arauca, 3) Bajo Cauca y Nordeste Antioqueño, 4) Catatumbo, 5) Chocó, 6) Cuenca del Caguán y Piedemonte Caqueteño, 7) Macarena-Guaviare, 8) Montes de María, 9) Pacífico Medio, 10) Pacífico y Frontera Nariñense, 11) Putumayo, 12) Sierra Nevada y Perijá, 13) Sur de Bolívar, 14) Sur de Córdoba, 15) Sur del Tolima y 16) Urabá Antioqueño.

Estos territorios PDET (Decreto 893 de 2017) se caracterizan por estar ubicados en zonas con altos niveles de pobreza, con un alto grado de afectación derivado del conflicto armado, una importante debilidad de la institucionalidad administrativa y de capacidad de gestión, y presencia de cultivos de uso ilícito y de otras economías ilegales. A partir de ello, el estudio focalizó 16 municipios, uno por cada subregión PDET, que permitieran mostrar las dinámicas territoriales de cada caso. Solo la subregión Chocó finalmente no participó en el estudio, dado que por condiciones de seguridad y acceso geográfico a los municipios no fue posible ingresar a esta zona.

Los municipios seleccionados de cada subregión representan aquellos donde los maestros rurales han reportado más afectaciones por el conflicto armado, según los datos del Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica. Estos municipios son: Carmen de Bolívar (Bolívar), San Pablo (Bolívar), Ciénaga (Magdalena), Tibú (Norte de Santander), Puerto Libertador (Córdoba), Planadas (Tolima), Remedios (Antioquia), Turbo (Antioquia), Tame (Arauca), Florencia (Caquetá), San José del Guaviare (Guaviare), Argelia (Cauca), Buenaventura (Valle), Tumaco (Nariño) y Valle del Guamuez (Putumayo).

En estos municipios se seleccionaron las instituciones educativas rurales que reportaban mayor porcentaje de matrícula y concentración de docentes y directivos docentes rurales.

La investigación utilizó métodos cuantitativos para el análisis de información estadística y métodos cualitativos de recolección y análisis de información. En el estudio participaron docentes y directivos docentes de 15 establecimientos educativos oficiales rurales de los municipios focalizados (uno por cada municipio) y también funcionarios representantes de las 14 Secretarías de Educación que tienen a cargo la prestación del servicio educativo de esos municipios.

Este artículo hace parte del estudio ‘Docencia rural en Colombia: educar para la paz en medio del conflicto armado’, realizado por Fundación Compartir. 

Descargue el estudio completo. 

 


Imagen Docencia rural en Colombia: educar para la paz en medio del conflicto armado

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