Profesores de inteligencia artificial: aquí, lo único que no pueden hacer bien

No son solo los emprendedores tecnológicos y los directores de Hollywood sueñan con el papel que la inteligencia artificial puede desempeñar, o desempeñará, en la vida humana cotidiana, los educadores han empezado a unirse a ellos.

Sin embargo, esos sueños no siempre son agradables y, de hecho, a veces pueden convertirse en pesadillas. Si los sistemas informáticos son capaces de realizar tareas que los seres humanos han realizado durante miles de años, ¿hará que los maestros y coordinadores sean una cosa del pasado? ¿O es la inteligencia artificial el secreto para liberar el tiempo de los educadores para otras tareas no rutinarias, como la tutoría y pasar más tiempo junto a los estudiantes?

Para averiguarlo, fui directamente a la fuente - ocho educadores, incluyendo directivos, mentores y maestros - para averiguar si la inteligencia artificial los cautiva o los asusta. Los resultados fueron mucho más variados de lo que se podría imaginar.

¿La inteligencia artificial hace más fácil la vida de los profesores?

Aunque Merriam Webster define la inteligencia artificial como la "capacidad de una máquina de imitar el comportamiento humano inteligente," los profesores la definen de una manera diferente. Algunos dan descripciones generalizadas fuera del aula, otros adaptan sus definiciones más específicamente a la educación.

Kasey Bell, una consultora de aprendizaje digital y profesora de Texas, opta por la primera: "Inteligancia artificial [es] definida como máquinas con la capacidad o la inteligencia para completar las tareas por su cuenta y tomar decisiones inteligentes."

El directivo Glenn Robbins define la inteligencia artificial menos por lo que podría ser y más por lo que puede hacer: "Para mí, significa la posibilidad de mejorar el mundo que nos rodea, de ir más allá de lo que hemos ido."

Pedir a los educadores que identifiquen el término demuestra una manera fácil de averiguar quiénes están a favor del argumento para incorporar la inteligencia artificial en el aula - particularmente aquellos individuos son administradores, responsables de apoyar a los educadores en la integración de la tecnología en sus prácticas diarias.

Kristopher Hupp, director de tecnología e innovación educacional de un distrito de Pennsylvania, ve a la inteligencia artificial como un territorio inexplorado, pero altamente impactante, "usando computadoras para hacerse cargo de muchas de las tareas que los maestros han sido tradicionalmente responsables, tales como calificar o entregar e individualizar la instrucción".

Pero cuando los educadores tienen diferentes conceptos de lo que hace que una pieza tecnológica o herramienta sea "inteligente", significa que una variedad de herramientas se agrupan en la categoría de inteligencia artificial, incluso si en teoría no son "artificialmente inteligentes". Entre estos ocho educadores, software edTech como IXL Learning y i-Ready se agrupan con Alexa de Amazon en la misma casilla de inteligencia artificial, a pesar del hecho de que una herramienta como IXL no se vuelve teóricamente más inteligente con el tiempo como un usuario interactúa con él.

Sin embargo, algunos educadores parecen optimistas acerca de los que los dispositivos como Alexa pueden hacer por los maestros. "Creo que esto solo ayuda a enfatizar el cambio a un papel de facilitador para los docentes", argumenta Bell. "No solo es la información a nuestro alcance, sino ahora a nuestro mando, con las respuestas de las voces artificiales."

Preocupaciones sobre las implicaciones de la inteligencia artificial: "La ‘desprofesionalización’ del docente"

En comparación con el optimismo que proviene de profesores como Kristopher Hupp, otros caen en el extremo opuesto del espectro, preocupados por los efectos que las tecnologías artificialmente inteligentes podrían tener sobre el papel del maestro en el aula. James Hilton Harrell, un administrador del Distrito Escolar Unificado de Oakland en el norte de California, propone esto: "me preocupa su papel en la ‘desprofesionalización’ de los docentes, que la inteligencia atrificial reemplazaría la perspicacia profesional".

Leon Tynes, miembro del equipo de la Escuela de Ingeniería y ciencia de la Universidad de Connecticut, está de acuerdo, aunque él tiene sus reservas acerca de si la inteligencia artificial se convertirá en un problema en cualquier momento. "no va a funcionar... pero para cuando sea una amenaza, habré muerto."

Incluso algunos educadores que ven las posibilidades - como el director Glenn Robbins - detenerse cuando se les pregunta cómo la inteligencia artificial podría afectar la enseñanza como una profesión. Aunque Robbins comparte que la inteligencia artificial tiene el potencial de "mejorar el mundo que nos rodea", como se mencionó anteriormente, él se pregunta si sería la profesión docente "obsoleta":

"Con más énfasis en el aprendizaje personalizado también conocido como "estudio independiente" de la vieja escuela, los estudiantes toman el dominio de su aprendizaje sin un docente. ¿Cuándo la inteligencia artificial, como Watson de IBM, se hace cargo de un aula? ¿Cuándo un reformador importante hace un empuje que barre para quitar a profesores y para destituir o para disminuirlos, para la inteligencia artificial?"

Robbins va aún más lejos, ofreciendo un Consejo para los jóvenes, aspirantes a maestros: "si yo fuera un joven de educación mayor, me preguntaría cómo pretendo competir contra la inteligencia artificial, y qué puedo hacer para adaptarme a los grandes cambios que se avecinan".

Lo único que la inteligencia artificial no hace bien:

¿Deberían las escuelas de educación y los sindicatos de docentes comenzar a planificar lo inevitable que Robbins alude? No tan rápido argumenta Chris Gosselin, un entrenador de aprendizaje digital en la Sanborn Elementary School. En opinión de Gosselin, hay una cosa que las tecnologías artificialmente inteligentes no pueden hacer - y eso es "construir y fomentar relaciones significativas con los estudiantes".

Tiene seguidores en varios lados, incluyendo a Paul Lindgren de las escuelas de la comunidad del Westside en Nebraska. "sería un crimen hacer que la inteligencia artificial conduzca a las aulas con estudiantes aislados de la interacción humana", escribió Lindgren en un correo electrónico a EdSurge. "No hay inteligencia artificial que pueda preocuparse por un estudiante y comunicar eso de una manera significativa para ellos."

Tal vez esa sea la clave de un mundo en el que la inteligencia artificial tiene un papel importante en la educación. Las tecnologías artificialmente inteligentes pueden ser buenas para hacer muchas cosas, pero mantener relaciones profundas y significativas con los estudiantes probablemente no sea una de ellas. Y por eso, el superintendente de Vermont Ned Kirsch está listo para el futuro.

"Están esas tareas rutinarias y mundanas que desafortunadamente todavía toman tiempo, como ingresar datos de evaluación, asistencia, etc. Liberar el tiempo de esos aspectos del trabajo mediante la incorporación de la inteligencia artificial sería bienvenido", dice, asegurándose de notar lo que sus compañeros educadores creen con fervor: "también permitirá que nuestros profesores hagan lo que mejor hacen, construyendo relaciones y haciendo una diferencia".

Fuente: EdSurge
Traducción por: Natalia Cárdenas Ávila.