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Saber, Ser y Saber Hacer: objetivo de la investigación formativa y transversal en la Gran Colombia

La formación de profesionales integrales que aporten a sociedades justas y equilibradas, implica la puesta en funcionamiento de un proceso académico constante y unificado. 

Septiembre 3, 2018

Las transformaciones que ha afrontado Colombia a lo largo de su historia han hecho que la educación, debido a su protagonismo social, también las asuma. Reducir las brechas sociales, así como mejorar las condiciones de vida de aquellos sectores que han sido excluidos de los procesos de desarrollo nacional, han conllevado a las instituciones de educación superior a estar a la vanguardia frente a los retos que tienen como comunidad académica acorde con las reformas educativas generadas en torno a la construcción de la nación.

A partir de lo anterior, la formación de profesionales integrales que aporten a la consolidación de sociedades más justas y equilibradas, implica la puesta en funcionamiento de un proceso académico constante y unificado; constante, en tanto que se trata de una formación compleja que dista de la simplicidad y, unificado, debido a que no es exclusivo de determinadas carreras o disciplinas del conocimiento, sino que es un compromiso que todo profesional debe asumir en medio de la necesidad de favorecer su contexto inmediato, su entorno social.

Es así como la investigación se ha proyectado como una de las condiciones que determinan la integralidad de la educación y, por ende, la calidad de la misma. La Universidad La Gran Colombia (de ahora en adelante UGC), consciente de su compromiso con la sociedad colombiana, ha fortalecido históricamente sus procesos de investigación; ésta, aparte de ser una de sus funciones sustantivas, es curricularmente transversal a todo el ciclo de formación de sus educandos ya que, es a través de ésta, que el individuo puede responder de manera oportuna, eficiente y eficaz, a las problemáticas que su entorno inmediato y, por ende, la sociedad colombiana, demanda.

Aunque, como se mencionó anteriormente, la investigación se ha convertido en una de las condiciones que se tienen en cuenta a la hora de determinar la calidad de la educación superior en Colombia, existen otros aspectos que denotan su importancia en la formación profesional que se imparte actualmente en las aulas y que favorecen, a futuro, la integralidad de los egresados. La UGC, consecuente con ello, asume la investigación formativa como parte esencial de su proyecto educativo institucional. 

Aunque históricamente, investigar se ha convertido en una de las palabras más tediosas para los estudiantes universitarios, debido a que en la mayoría de los casos representa un proceso que debe asumirse a una velocidad vertiginosa y con la premura de obtener el grado oportunamente, la universidad a través de su área de formación en investigación, le permite a los estudiantes, desde primer semestre y en todos los programas académicos que se ofrecen, acercarse paulatinamente a los saberes y competencias que exige la investigación.

El diseño curricular que se ha propuesto y validado institucionalmente para la formación en investigación, promueve semestre tras semestre, y a partir del acompañamiento docente, el desarrollo de competencias relacionadas con la investigación formativa.

Lo anterior, acorde con la Ley General de Educación, que afirma que el currículo corresponde al conjunto de criterios, planes de estudio, programas, metodologías y procesos que contribuyen a la formación integral y a la construcción de la identidad cultural nacional, regional y local, al igual que los requerimientos para poner en práctica las políticas y llevar a cabo el proyecto educativo institucional (Art. 76).

Así, la transversalidad curricular que se propone desde la UGC está cargada de un interés por favorecer la cultura de la investigación y, sumado a ello, promover la humanización del saber de acuerdo con la misión y visión trazadas institucionalmente. De tal manera que el área de formación en investigación no corresponde a una serie de asignaturas inconexas que se apartan de las necesidades de los estudiantes en formación, sino que, respondiendo a las necesidades que como estudiantes y futuros profesionales demuestran, ayudan al fortalecimiento de sus capacidades investigativas y el rigor de las mismas.

Por lo tanto, promover la transversalidad implica comprender la noción de pluralidad; de acuerdo con Bermejo (2005), gracias a la transversalidad “la realidad no responde ya más a un código único y no se puede reducir a síntesis sin recurrir a gestos dogmáticos o usurpadores”, sino que permite la apertura de nuevas formas de comprensión de lo dinámico, lo múltiple, lo diferente, con el fin de llevar la academia a aquellos entornos sociales en los que debe incidir facilitando su comprensión y validando la funcionalidad práctica de los contenidos que le son propios de acuerdo con cada una de las disciplinas del conocimiento que cada programa ofrece.

Lograr que desde la universidad se produzca un verdadero impacto social, a partir de la transversalidad de su currículo, ha fortalecido la educación integral como condición indispensable a lo largo de la preparación profesional. La integralidad promueve que la formación no sólo responda a la reproducción racional del conocimiento a la luz de las fuerzas productivas que determinan el mundo laboral de los egresados, sino que permita la convergencia de otro tipo de intereses en los que la humanización del conocimiento se hace realidad y a través de la cual, el conocimiento ayuda a la consolidación y construcción de lo social.

Precisamente, esa integralidad que se persigue educativamente, requiere que los estudiantes accedan a otro tipo de saberes que les serán útiles a la hora de desarrollarse profesionalmente. No se trata solo de expertos que saben, sino que sumado a su saber, y desde su ser, saben hacer. Lo anterior, teniendo en cuenta que las competencias que se promueven a partir de la integralidad, no se ciñen simplemente al desarrollo de competencias laborales, sino que también promueven las competencias ciudadanas y humanas.

Como consecuencia de lo anterior, se puede afirmar entonces que la formación integral que se requiere para asumir los retos que la actualidad trae consigo, es asumida transversalmente en la UGC desde el área de formación en investigación.

Para la universidad, la investigación formativa representa la estrategia a través de la cual los estudiantes, desde sus intereses, se acercan a la realidad y problemas propios de su saber y, a su vez, se forman en la cultura de la investigación con miras a que, en el futuro, puedan emprender investigaciones de corte científico que den cuenta de la integralidad que institucionalmente se persigue y propiciando, un verdadero impacto y transformación social.

 


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Filósofa – Magíster en Educación. Docente Área de Formación en Investigación de la Universidad La Gran Colombia
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Gustavo González Palencia
Gran Maestro Premio Compartir 2008
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