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Travesía de Bio-diseñadores

Entrevista realizada por María Alejandra Agudelo y Shaliny Ramirez a Energy+, grupo finalista del concurso Biodiseño en Colegios de Atarraya Uniandes.

Junio 24, 2021

“Muchas veces la academia parece alejada de la sociedad, con estos tipos de proyectos que lideran colegios, hace que la ciencia y la tecnología se pongan al servicio de la sociedad y que la gente pueda percibir y entender que esto nos impacta a todos”. Con esta frase, Daniel, un estudiante del grupo Energy+, inicia la conversación sobre cómo desarrolló el proyecto junto a su equipo de Bio-diseñadores para participar en el Biodesign Challenge (BDC) en Nueva York, frase que nos invita a pensar el papel de las áreas STEM.

Jose Luna, oriundo de Sincelejo, docente de matemáticas y física en Bogotá a través de Enseña por Colombia y futuro especialista en currículo y pedagogía de la Universidad de los Andes, es quien acompaña este equipo conformado por estudiantes de diferentes grados (desde sexto a décimo) y además un estudiante egresado. Energy +, desde su contexto en Bosa, logró apoyarse entre sí, en plena pandemia y con los altos y bajos que surgieron en el desarrollo de su proyecto. Sus estudiantes se caracterizan por ser comprometidos, apasionados, líderes y sin duda alguna, resilientes. Todo esto surgió en la construcción de un grupo unido, empático y proactivo del colegio Jorge Isaacs de la Alianza Educativa.

A continuación, los estudiantes nos cuentan, desde su perspectiva, los detalles de este viaje que inició en el año 2020 y que los llevó a ser finalistas del concurso Biodiseño en Colegios de Atarraya Uniandes.

Explorando el contexto

Al iniciar la exploración, los integrantes necesitaban encontrar una población objetivo y una problemática a solucionar, que respondiera a sus intereses y sus motivaciones más intrínsecas. Guiados por su profesor, realizaron varias encuestas en común y analizaron las respuestas de manera individual. 

Inicialmente el equipo propuso realizar un calentador de agua para la ducha, pero en su proceso encontraron que esto no era lo más importante para sus usuarios, que en este caso fueron familias. Sino que existía una necesidad de “adquirir agua caliente para sus hogares”, ya que, según ellos, era algo fundamental. Puesto que no había calentadores en estos hogares y el agua caliente no solamente era usada para acciones personales como la ducha, sino también de limpieza del hogar, desinfección de alimentos, lavado de la ropa o de autocuidado.

Vale la pena resaltar el maravilloso salto que dio este grupo durante el proceso: lo que empezó como un dispositivo para calentar agua en zonas de bajos ingresos y climas fríos de Colombia se expandió hasta convertirse en una fuente de energía bio-sostenible que responde a múltiples usos y necesidades humanas. Es relevante utilizar en este momento la expresión que dio Daniel, refiriéndose al proyecto: “¡Wow, cómo se creció el niño!”

Probando el conocimiento: subidas y bajadas

Energy+ se centró en generar energías renovables para las familias rurales y suburbanas colombianas que no cuentan con acceso a servicios básicos, como gas y agua caliente, por medio de un sistema que hace uso de energía solar térmica y biogás producido a partir de residuos orgánicos.

En su proceso de investigación y experimentación científica los estudiantes realizaron un biodigestor pequeño con base en una guía de Atarraya Uniandes y descubrieron que por medio de los residuos orgánicos que se encontraban en sus casas era posible generar gas metano (CH4), principal componente del gas natural.

Estos resultados y la biotecnología detrás de ellos, fueron decisivos para la conceptualización de Energy+, pues los participantes hacen uso de estos para desarrollar un sistema de calentamiento de agua y servicio de gas a las familias rurales y urbanas de Colombia y próximamente del mundo. Aunque para llegar a este punto, hay un proceso de experimentación y prueba; cada integrante del equipo creó un prototipo en su casa.

Sara Melo nos comenta “El mío no salió para nada bien. Entonces fue más que todo intentar y seguir tratando, para entender qué nos salía mal a fin de cambiar y mejorar. Igual debemos seguir haciendo los prototipos para seguir viendo mejores resultados, pero los que hemos hecho hasta ahora nos han funcionado muy bien”. Mientras que el prototipo de Sara fue más tangible, Sebastián se encargó de diseñar el modelo digital del proyecto. “A mí me pasó que mientras construía el prototipo digital, el archivo se convirtió en algo muy pesado y fue complicado seguir poniendo detalles a la casa. También tuve problemas con el biodigestor, porque el que puse inicialmente en el modelo, no era el que mejor rendimiento tenía, pero al final lo pude cambiar y todo salió bien”.

Detrás de estos testimonios es evidente la resiliencia y perseverancia del equipo, su capacidad para asumir la actitud y mentalidad de un Bio-diseñador y probar una y otra vez.

Aprendiendo a trabajar en equipo

Para desarrollar proyectos exitosos de Biodiseño es crucial tener un equipo de trabajo empático que motive y que comprenda las necesidades del grupo, respecto a esto Sara Melo comenta, “como todo, a veces tuvimos altos y bajos, a veces nos desanimamos, pero el profe Jose siempre estuvo muy pendiente de nosotros. Atarraya también apoyaba al profe, entonces se volvió una cadena de apoyo, también entre nosotros como estudiantes”.

A lo anterior, Sara Melo agrega “Atarraya nos ayudó a abrir los ojos, este proyecto no es pequeño como lo veíamos antes, sino que es grande y podemos ir más lejos’’. Por otro lado, la coordinación entre todos fue compleja, por las diferencias de carga académica, a propósito, Daniel nos cuenta, “a veces no tenía tiempo para participar mucho en el proyecto, quedaba colgado y sentía que avanzaban sin mí. La ayuda del profe siempre fue muy grande, me decía que no podía renunciar después de tanto trabajo. En ese momento fue muy difícil la pandemia y otras cosas más que arrasaron conmigo y la carga estudiantil”.

Aprender a trabajar en equipo fue crucial para lograr desarrollar su proyecto. Estos Bio-diseñadores nos demuestran que la motivación no es algo constante en todos los miembros del equipo durante el proceso, pero que, gracias a la empatía, una buena logística, el compromiso y el apoyo en cadena y multidireccional es posible superar las dificultades y lograr grandes cosas.

Trasladando la ciencia a la realidad

El equipo experimentó que la ciencia no solo se queda en el papel, sino que impacta la vida de las personas. Luna nos mencionaba que, “con ayuda de la ciencia se pueden inventar cosas que ayuden al medio ambiente, pero de igual manera ayude a las personas. También creo que por medio de la ciencia se puede averiguar todo lo que pasa y entender por qué suceden así las cosas”.

Teniendo esto en cuenta y queriendo llevar su proyecto a la realidad, Sara Melo menciona, “nos veo ayudando a las familias de bajos recursos y creando una fundación donde se pueda recoger recursos por parte de otras familias. Familias que tengan la posibilidad de ayudar, ya sea con plata o materiales, que ellos puedan dar su granito de arena y nosotros llevar este proyecto a los que realmente lo necesiten. También nos vemos con el apoyo de grandes empresas, como el acueducto, el gas, sin dejar de lado lo más importante; las comunidades”.

Consejos para futuros Bio-diseñadores

Como ganadores del concurso de Biodiseño en colegios, dejaron algunos consejos sobre lo que creen necesario para llevar a cabo un buen proyecto.

Daniel aconseja “que se sigan desarrollando este tipo de proyectos y que no solo involucren a los chicos de 11°, sino que sea transversal y multigrupo, que involucremos a toda la juventud, como nuestro proyecto que tenemos participantes de otros grados. Porque al final todos tenemos ideas y aunque seamos diferentes, tenemos algo para construir un mejor futuro y por lo cual ser resilientes, no solamente es cambiar la idea, sino verla en pro de beneficiarla y aumentar aún más su propio concepto”. Para Sara Melo es importante trabajar en equipo y tener un plan A, B y C por si la primera idea no funciona o no se ajusta al contexto. Por su parte, Sebastián considera “fundamental tener buena información, presupuestos y mucho conocimiento”.

En definitiva, trabajar en equipo, tener distintos puntos de vista y lograr tomar la ciencia y el diseño para un mismo objetivo ha llevado a Energy+ a obtener resultados asombrosos como fue ganar el concurso Biodiseño en Colegios y esperamos que continuar por esta vía los lleve a alcanzar todas sus metas y seguir construyéndose como personas apasionadas, soñadoras, empáticas y resilientes.

Gracias Energy+ por demostrar que la ciencia, la tecnología y el diseño están al servicio de la sociedad y que es posible realizar grandes cambios al observar con atención lo que nos rodea.

 


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Escrito por
Grupo de investigación de la Universidad de los Andes, que busca aportar, por medio del pensamiento de diseño, a la innovación en la educación de áreas STEM en la básica y media en Colombia
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Melva Inés Aristizabal Botero
Gran Maestra Premio Compartir 2003
Abro una ventana a los niños con discapacidad para que puedan iluminar su curiosidad y ver con sus propios ojos la luz de la educación que hasta ahora solo veían por reflejos.