Alondra Berber: la psicóloga que enseña memoria histórica y paz positiva a las infancias de Acapulco

Alondra Berber es psicóloga y artista. Muchos la hemos conocido por su charla TED, ‘Donde nadie quiere estar’, en la que habla del proceso que desarrolló para tener la superación de una crisis personal y cómo ayudar a más personas. Aunque tiene varios textos publicados y posee una vocación de ayudar a seres humanos en situaciones de crisis que van desde temas de salud hasta catástrofes naturales, hoy, desde Compartir Palabra Maestra miraremos a Berber, psicóloga del Plan Integral de Reparación del Daño del Conflicto Ayotzinapa, desde un punto de vista profesional y educativo.

Para iniciar, nos centraremos en la trayectoria profesional, específicamente en el caso Ayotzinapa. En este caso, conocido como el Conflicto Ayotzinapa (12 de diciembre de 2011), fueron asesinados dos normalistas, un hombre murió intentando apagar el incendio de una gasolinera y varias personas fueron perseguidas y torturadas, quedando en medio del ataque armado niños, ancianos, campesinos y otras personas que se encontraban en el lugar; fue un crimen de lesa humanidad cometido por el propio gobierno en un Estado que tiene en su historial la Guerra Sucia Guerrerense, la Masacre en el pueblo de Atoyac de Álvarez, la Masacre de Aguas Blancas y otros sucesos de terrorismo de Estado. Estos no fueron ni los primeros ni los últimos ataques, ya que en Guerrero son perseguidos los luchadores sociales.

Pues es precisamente en este caso donde Berber ayudó con una labor de verdad histórica y justicia transicional. Ella, por medio del proceso conversacional, habla del trabajo que llevó de intervención en crisis, diagnóstico, psicoterapia, psicoeducación y seguimiento en la valoración del daño psicológico y moral de las víctimas directas e indirectas, además de la determinación de los montos de indemnización en el área psíquica para los convenios entre familiares y gobierno en base a estándares internacionales. 

En segundo caso, podemos hablar de Berber desde el punto de vista del empoderamiento infantil, es relevante la labor de construcción de paz positiva, educación para la paz, memoria histórica y la enseñanza a niñas, niños y adolescentes de las teorías de las violencias y la autonomía de las comunidades violentadas.

Con esta labor, vio la importancia de la enseñanza de la empatía, la validación emocional, la creación de equipos familiares para crear redes de apoyo social, así como el respeto a los derechos infantiles y el fomento activo de la participación infantil y ha desarrollado diferentes iniciativas de paz positiva.

Con iniciativas como un canal educativo en YouTube o el movimiento Acción Infantil por una Cultura de la Memoria, la Paz, la Verdad y la Reconciliación, y su compromiso demostrado con la paz positiva y con el desarrollo sostenible, ha trabajado diversas iniciativas orientadas a los objetivos de desarrollo sostenible de salud y bienestar, educación de calidad, igualdad de género, reducción de las desigualdades y paz, justicia e instituciones sólidas, lo que le ha hecho ganar tres premios PazAporte y una condecoración Mujer Orgullo Guerrerense.

Gracias a esta labor, Alondra ha demostrado la importancia de la educación como un camino hacia la previsibilidad, el afrontamiento de la vida y la participación activa para crear entornos pacíficos y críticos respecto a la violencia directa, cultural y estructural.

Actualmente, dirige el Programa de Empoderamiento Infantil “Amat Victoria Curam”, el cual lleva cinco generaciones, implementando, por medio del arte y el ejercicio del pensamiento crítico y la empatía, una serie de actividades en los cuales los estudiantes son motivados a trabajar en materia de construcción de paz, creando acciones de memoria histórica, canales de paz positiva, campañas, podcast, foros de construcción de paz, subastas para ayuda humanitaria, etc., contribuyendo a la vinculación entre infancias y especialistas en materia de paz y a construir una sociedad con perspectiva de infancia.