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Aprender un nuevo idioma: ¡una decisión apremiante!
Si usted está pensando aprender un nuevo idioma o su hijo, se recomienda hacerlo cuanto antes. Conozca las razones que dan tres estudiantes de licenciatura en Lenguas Extranjeras.
A lo largo de la historia, se han llevado a cabo distintas investigaciones en las que demuestran que a un niño le es más fácil aprender una segunda lengua debido a que la información que recibe se almacena en una misma área del cerebro, es decir, en el hemisferio izquierdo.
Permitiéndole así, acceder a esa información tan rápido como al hacerlo en su lengua materna, mientras que para un adulto acceder a ella sería más complicado puesto que la información se guarda en dos áreas distintas del cerebro, hemisferio izquierdo y derecho.
Siendo esta una de las principales causas por las que a los niños se les dificulta menos comprender y/o procesar toda esa información referente al idioma, demostrando que los niños tienen una mayor ventaja en este campo. Así, el cerebro de un niño es mucho mas moldeable y susceptible a nuevos aprendizajes, debido a que en los primeros años de vida el cerebro va estructurando los diferentes nexos entre sus neuronas (Álvarez, 2010).
En cuanto a la niñez, es una etapa que se caracteriza por aspectos tales como una curiosidad innata, interés propio, motivación hacia el aprendizaje y la capacidad de retener una gran cantidad de información. Así mismo, se debe considerar el hecho de que un niño no tiene las mismas obligaciones de un adulto, ni la misma disponibilidad de tiempo, un niño no cuenta con las mismas limitantes, predispone de una mejor facilidad para aprender un nuevo idioma.
Por lo tanto, todas las características anteriormente descritas les permiten buscar acerca de las cosas que les llamen la atención del idioma, por ejemplo, cómo se dice tío, el niño insistirá en saber dicha palabra ya que la capacidad de curiosidad le insta a ello. Por lo tanto, la motivación por aprender nuevas cosas, ya que como bien se sabe, un punto importante al aprender un segundo idioma es motivarse, en el caso de los adultos puede ser porque es necesario para hacer su trabajo o viajar, en el de los niños es simplemente el deseo de aprender cosas nuevas y como tiene la motivación, abre su mente para recibir la nueva lengua.
Esto permite inferir que en el proceso de aprendizaje de un adulto, hay más interferencias que ralentizan la posibilidad de aprender con mayor efectividad y rapidez.
“Cuando estaba en sexto grado, era una de las peores estudiantes en la clase de inglés. En vista de ello mis padres decidieron inscribirme en un curso de inglés. Al enterarme de tal decisión yo estaba apática a la idea puesto que no me lo informaron. Recuerdo que mis primeras clases en el curso, no mostraba ningún interés y mantenía una mala actitud. Después de un tiempo, sólo tuve que acostumbrarme puesto que era mi única opción. Tengo que reconocer que, gracias a ello, mis notas en clase de inglés en el colegio empezaron a mejorar. Igualmente, recuerdo que no me era tan difícil aprender debido a que mi mayor obligación para ese entonces, era estudiar. Estando ahora donde estoy, me doy cuenta que quizás al empezar el curso mi nivel de motivación era totalmente nulo, pero luego de darme cuenta que en realidad me beneficiaba académicamente, mi nivel de motivación e interés aumentó. Hoy en día, es inevitable pensar en esa experiencia y no reírme, puesto que, eso que viví es lo que me ayudó a elegir mi carrera”: Jéssica Médez Galván.
Por otro lado, durante la niñez, el individuo se encuentra en un proceso de desarrollo de identidad que le permite programar dos identidades (una para cada idioma), simultáneamente, de manera que no se le dificulta al niño desarrollar ambas identidades en el transcurso de su formación.
Esta segunda identidad fue definida por Alexander Guiora, quien plantea que un individuo desarrolla una nueva identidad en el idioma que aprende que le permite interiorizar dicho idioma con más facilidad. Esta teoría expone que hay distintos factores que influencian el desarrollo de esa identidad tales como la autoestima, la confianza, el miedo, la inseguridad, la presión, entre otros aspectos. Dichos factores pueden ya sea facilitar u obstaculizar el desarrollo de tal identidad.
En el caso de los adultos, el proceso de aprendizaje puede ser más complicado, teniendo en cuenta que un adulto ya tiene definida su identidad, lo cual no impide, pero si dificulta la creación de una nueva que le permita acoplarse al idioma con mayor destreza.
Este tipo de situación son casos comunes que se pueden evidenciar en el desempeño de un individuo adulto durante su proceso de aprendizaje, así, por ejemplo, “al aprender francés durante mi etapa adulta he notado una mayor dificultad tanto en la producción del idioma oral como escrita. Supongo que varios factores han influido en esta situación, uno de los más decisivos para mí ha sido el tiempo, ya que al estar cursando estudios universitarios tengo responsabilidades que acaparan gran parte del mismo, lo que hace que no priorice el aprendizaje de esta lengua. Esto no quiere decir que el tiempo sea el único factor influyente, sino otros tales como desinterés o inseguridad que pueden ser el causante del estancamiento en el idioma” Daniela Salgado Pérez.
Teniendo en cuenta que los adultos presentan muchas más falencias que los niños, se pueden considerar estrategias prácticas que faciliten el aprendizaje:
Sumergirse en el idioma, es uno de los aspectos más decisivos al aprender una segunda lengua pues consiste en rodearse de ella, en otras palabras hacer que el segundo idioma haga parte del día a día. Lo anterior quiere decir que es necesario, si es posible, realizar la mayoría de actividades que por lo general se hacen en la lengua materna, en la que se desea aprender.
Por ejemplo: leer noticias, revistas, libros, artículos académicos e incluso historias en el otro idioma, lo que permitirá un mayor contacto con éste y facilitará la adquisición de la forma de escritura, la cohesión, vocabulario e incluso la escritura en éste. Escuchar música y ver películas es otro ejemplo que fortalece la parte auditiva del idioma, de esta forma la pronunciación mejorará, así como la identificación de fonemas de las palabras en la lengua que se desea aprender.
En definitiva, si usted está pensando aprender un nuevo idioma o su hijo, se recomienda hacerlo cuanto antes. Teniendo en cuenta los beneficios de aprender a temprana edad como la disponibilidad del tiempo, la identidad del idioma y la plasticidad. Así mismo, llevar a cabo todas las actividades que o estrategias que permitan un mayor entendimiento o manejo de la lengua que quiere ser estudiada.
Referencias:
- Alvarez, Maria Vanesa (2010) El Ingles Mejor a Edades Tempranas [archivo PDF] Recuperado de file:///C:/Users/JHONATAN%20RIOS/Downloads/Dialnet-ElInglesMejorAEdadesTempranas-3391524.pdf
- Guiora, Alexander, Robert C.L.Brannon & Cecelia Dull. 1972. Empathy and second language learning. Language Learning 22.111-130.
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