Armonía y deberes en los derechos humanos

Este es un proyecto educativo propuesto por los profesores Jairo Salamanca y Edwin Plazas, en el que tiene como principal propósito, generar un pensamiento crítico en los estudiantes de grado décimo y once del colegio Benjamín Herrera. Esta propuesta, también enmarca la construcción de un mundo en armonía, en el que los deberes no se deben pasar por alto centrándonos en la importancia de los derechos humanos y cómo estos derechos ayudan a formar una sociedad justa y equitativa. De esta manera, y teniendo en cuenta la contextualización, la educación debe potenciar sus estrategias en formar estudiantes con capacidad crítica y propositiva, en donde proponga transformación en la sociedad.

Para empezar, en el momento de la conferencia el profesor Edwin Plazas, mostraba un amplio conocimiento sobre los derechos humanos, que es la teoría en la que se basa en su estrategia pedagógica. El relataba experiencias de cómo era el ambiente en el colegio y problemas como: problemas de convivencia escolar (matoneo, violencia fuera de la institución), daño a los bienes públicos, desmotivación por la vida académica, distancia entre el conocimiento escolar y la realidad del estudiante, y la poca vinculación con la educación superior. Todo este panorama y análisis de la situación, hicieron  que los profesores  realizaran varias preguntas al respecto, para encontrar una solución viable desde lo pedagógico y que de esta forma motivara a los estudiantes en su desarrollo educativo.

Por otra parte, los profesores mencionan mucho el tema de los derechos humanos porque consideran esto, una fuerte base para tener una responsabilidad en la sociedad, y también de formar personas críticas, en la cual propongan soluciones en cuanto a un problema de violencia, problemáticas sociales y capaces de tomar decisiones éticas dependiendo la situación que requiera esto. Para estos profesores, fue muy importante implementar estrategias pedagógicas en el cual se asumiera juego de roles y que los estudiantes pudieran desarrollar competencias comunicativas, científicas y ciudadana. Para llegar a eso, se dedujo que debería ser una propuesta interdisciplinar en donde se incorporara, la filosofía, ética, ciencias sociales, lenguaje y matemáticas, en donde todo este conjunto llevara a los estudiantes a no centrarse en una solo área, sino que todo fuera un complemento la hora de hacer pensamiento crítico.

Otro de los puntos clave que se tratan en la experiencia de los profesores, que también fue un fuerte impulso para que empezaran a desarrollar esta estrategia pedagógica dirigida a la investigación, fue el alto desinterés que tenían los estudiantes por la educación superior. Es evidente que, los estudiantes hoy en día se sienten más desmotivados por el estudio, no encuentre una forma o un camino para que este sea de su agrado y hagan las cosas con el interés requerido. Si eso pasa en la escuela, pues el desinterés por ejercer educación superior va a ser mucho peor. De este modo, el proyecto creado por los profesores se desarrolla a partir de los contenidos teóricos trabajados en las clases de las áreas de ciencias sociales, ética, matemáticas, filosofía y lengua castellana, y los procesos de formación investigativa interdisciplinar, para lograr que los contenidos tengan un sentido para los estudiantes.

Asimismo, desde el punto de vista de un docente, este modelo trabajo desarrolla diferentes categorías al momento de formar un estudiante critico teniendo en cuenta los derechos humanos, como lo son: la formación para trabajo investigativo, que es de mucha ayuda tener esas bases al empezar educación superior; el análisis de la sociedad de una forma ética, el pensamiento crítico y propositivo en la solución de problemas sociales. Por lo tanto, los docentes día a día deben trabajar y potenciar sus estrategias en formar estudiantes generándoles una motivación con contenidos de interés, para que así desarrollen capacidad crítica y propositiva, en donde se proponga una transformación en la sociedad.