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Cómo la experiencia docente cambia la mentalidad artística de los alumnos

El punto de vista de una docente en formación sobre la práctica pedagógica de Osmar Ebeiro Perilla, nominado al Premio Compartir. 

Febrero 13, 2018

Entre tantas experiencias pedagógicas que se tienen en los pueblos, ciudades, regiones y países del mundo, existe un “algo” esencial que hace que unas sean más impactantes que otras. Ese “algo”, desde mi perspectiva, debe ser la vocación y la sensibilidad del maestro para identificar las cualidades que se pueden potenciar en los estudiantes.

Un caso claro a lo anterior es el del maestro Osmar Ebeiro Perilla que, con su proyecto fotografía experimental para indagar y apreciar a través de la imagen, aprovecha su vocación hacia la fotografía y su sensibilidad artística para crear un proyecto pedagógico por medio del lenguaje visual, el cual tiene como protagonistas a los estudiantes de grado 11 e integra a todo la comunidad educativa y social del municipio de Garagoa, en Boyacá, generando así una experiencia pedagogía significativa con el objetivo de una transformación social a través del arte.

Es importante resaltar el paso a paso que este maestro planeó para desarrollar sus clases. Un orden muy lógico en tanto a los objetivos pedagógicos y artísticos que tiene este proyecto se refiere.

El maestro comienza por la reflexión acerca de la utilidad o aporte que esta creación artística puede dar a los estudiantes. En palabras del maestro (Perilla. O, 2014) “el nivel comunicativo del lenguaje visual fotográfico, para expresar ideas, posiciones e inquietudes, fortalece el desempeño en equipo para controvertir y sustentar las mismas, estimula la autocrítica, el poder evocador y de relación simbólica con la imagen”.

El objetivo del docente es bastante claro frente a las habilidades que el estudiante puede desarrollar a través de este ejercicio, las cuales no son pocas y son muy significativas. Acto seguido, el maestro tiene en cuenta la importancia que posee el sistematizar la experiencia, pero una sistematización propia del estudiante.

Por tal razón, el maestro propone que (Perilla. O, 2014) “ellos deben llevar un registro escrito de datos relacionados con el tiempo de exposición y las condiciones climáticas, además de tener en cuenta el por qué se seleccionó ese punto de vista o escena compuesta por diferentes elementos compositivos, el encuadre de la cámara, etc.”. Estos diarios de campo suministran una cantidad importante de información para el futuro análisis tanto personal para cada estudiante como global de la experiencia para el maestro.

Y finalmente la etapa de socialización y exposición de la experiencia que el maestro propone, la cual es muy interesante, ya que tiene como objetivo la retroalimentación de todo el proyecto, como él nos lo describe: “las exposiciones por equipos, en donde los estudiantes tienen la oportunidad de socializar los resultados, sean estos hallazgos exitosos o desafortunados (mediados por lo incierto y el azar), hablan sobre su experiencia en el proceso de producción de la imagen. Esto facilita un diálogo expositivo y analítico con sus compañeros, evaluando el producto que como evidencia se consolida en una imagen fotográfica (heteroevaluación)”.

El maestro propone la autoevaluación, la coevaluación y la heteroevaluación como un ejercicio igual de importante para poder dar un cierre al proyecto manteniendo el objetivo pedagógico y artístico que propone.

Otro merito que se le da a esta experiencia pedagógica es el hecho de la prioridad que el maestro le ha dado a la materia de arte. En los currículos de la instituciones el espacio que tienen las humanidades y las artes es muy reducido a comparación de las ciencias, esto gracias al pensamiento positivista-racional que se impulsó a comienzo del siglo XX, en donde el pensamiento matemático-científico es más valorado que el emocional-sensible y que a partir de esto las experiencias lógico-matemáticas son más significativas y supuestamente  aportan  más al desarrollo del estudiante y de la sociedad que las experiencias humanas y estéticas.

Pero gracias este tipo de experiencias que generan conocimientos y saberes enlazados a la práctica artística se empieza a dar un nuevo sentido y nivel al desarrollo sensible en las persona.

La condición sensible del ser humano no se puede negar y mucho menos prohibir porque estaríamos negando la posibilidad de crear nuevas fuentes de información y, con ello, nos alejaríamos de experiencias alternativas que pueden nutrir al  ser humano, así como lo afirma (Sakar. E, 2013) “entendemos la educación a partir de la experiencia con las artes, como un proceso mental de cognición y adquisición de conciencia de ser y estar en el mundo. Desde esta visión, al carácter social, simbólico, metafórico del arte, habría que añadir su condición ética, es decir, la posibilidad de educar en valores, desde la experiencia las artes. El acceso a la formación de un pensamiento crítico, divergente, creativo, nos acerca por lo tanto, a la construcción de una equidad social, entendida como el reconocimiento de la diversidad cultural en igualdad de circunstancias.”

Por tal razón, la experiencia de la fotografía es un logro más para el arte como medio de creación, de información y experiencias significativas para los estudiantes y para la comunidad educativa, resignificando la importancia de la materia de artes en el currículo para la formación integral.

En tanto a la labor pedagógica que hace este maestro, como ejemplo de experiencia dinámica, impredecible y emocionante se debe recalcar la innovación de la idea que en un comienzo sería tan solo una actividad de clase pero con el tiempo fue tomando tal magnitud que se extendió por fuera del aula y llegó a ser una idea reconocida en el municipio y ahora nivel nacional.

Es decir que, de ideas sencillas que se dan en el día a día del aula, pueden salir cosas grandes e importantes y estos nos deja a los maestros en formación una gran motivación y alientos para proponer, en nuestras programaciones, actividades diferentes con un enfoque un poco más artístico el donde no nos dé miedo proponer alternativas que despierten en los estudiantes una sensibilidad estética que les ayude a desarrollar otro tipo de habilidades y otros puntos de vista.

Como lo dice (Sakar.E, 2013) “Por ello estamos comprometidos en difundir ideas y prácticas que analicen y discutan las múltiples posibilidades a las que se enfrenta la educación artística. El cuestionamiento sobre las filosofías y prácticas educativas en el arte, las propuestas desde las regiones periféricas del mundo, la enseñanza de las artes desde las fronteras de la otredad y las comunidades vulnerables que por sus condiciones económicas, culturales, raciales, de género o cualquier otra índole que las colocan en desventaja.”

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Estudiante de la Cátedra Maestros Hacen Maestros de la Universidad de La Salle.
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Sandra Cecilia Suárez García
Gran Maestra Premio Compartir 2013
El cuerpo habla y la danza puede ser el camino para la exploración del ser y el medio para liberar las palabras que se encuentran encadenadas.