Compromisos morales frente al acuerdo de paz

Durante anos, Colombia ha tenido y tendrá que afrontar difíciles tareas en la reconstrucción de la sociedad, como es sabido el conflicto armado que duro 54 años dejó más de 220.000 muertos como lo reveló el informe "¡Basta ya! Colombia: Memorias de guerra y dignidad”, el cual denuncia que el 82 % de las víctimas son civiles.

Esta cifra deja ver la falta valor y reconocimiento a los más preciado del ser humano “la vida”, por lo que es necesario recomponer el derecho a la vida, pero además que está sea de calidad, para lograr este propósito la educación bien sea que la imparta la familia, las instituciones educativas y la sociedad, deben propender por la defensa de la misma.  

Las Comunidades de Paz, que se originaron en algunos territorios azotados por la violencia del conflicto armado nos demuestran que es posible superar la guerra entre bandos que quieren tener el poder para someter a los que no piensan o actúan como ellos.

Los miembros de estas comunidades tuvieron que someterse al despojamiento de sus pertenencias, a abandonar sus casas y parcelas para aumentar los cinturones de miseria de las ciudades con el rotulo de desplazados, a enterrar a familiares y amigos, entre otras cosas horribles que les pasaron hasta el día que dijeron “basta ya” y se consolidaron en Comunidades de Paz, para tratar de recuperar lo que les habían arrebatado y vivir en comunidad a pesar de las diferencias entre los distintos miembros de las mismas.

“Se consolidaron en Comunidades de Paz, para tratar de recuperar lo que les habían arrebatado y vivir en comunidad a pesar de las diferencias entre los distintos miembros de las mismas”.

Estos ejemplos nos llevan a la reflexión que nosotros como seres sociales tenemos un camino lleno de oportunidades y soluciones para respetar la vida y consolidar una ética social que nos permita reconocer al otro como uno igual a mí en donde primen los principios reconocidos y asumidos por la mayoría de los seres humanos como norma de comportamiento ético frente a la sociedad, los cuales están condensados en los Derechos Humanos.

Para ello es importante superar estos fenómenos sociales de violencia y corrupción para establecer una nueva ética social que lleve a la reflexión colectiva del sentido que tiene vivir en paz y que permita instaurar una nueva conciencia comunitaria frente a los actos violentos y de corrupción de algunos miembros de las bases sociales y de sus dirigentes.

Debemos cerrar el círculo vicioso de la guerra y la corrupción, ya que de seguir en lo mismo la sociedad colombiana seguirá en una triste y desolada condición de supervivencia en la cual se acrecienta el hambre de poder, el cual hay que conseguirlo por cualquier medio por lo general ilícito.