¿Cuál es el tiempo recomendado para estudiar una oposición?

Una de las preguntas más frecuentes entre las personas que están estudiando para una oposición, la de cuánto estamos rindiendo en el día a día es la más habitual. Y es que establecer un hábito de estudio adecuado y dedicarle un número establecido de horas concretas a la oposición, cada vez más se convierte en un verdadero dolor cabeza para muchos estudiantes. Hoy, desde Compartir Palabra Maestra, le damos respuesta a algunas de las dudas generadas por los estudiantes.

¿Cómo saber si estamos estudiando lo suficiente?

Algo es claro: no existe una fórmula perfecta que le permita a una persona aprobar una oposición. Es más, de acuerdo con varios conocedores del tema, estudiar un determinado número determinado de horas al día no garantiza aprobar una oposición. Esto es así porque cada persona tiene unas habilidades blandas y una capacidad de retención de contenido distintas, por eso, la técnica que a alguien le funciona a la perfección, a otra puede no ayudarle en lo absoluto.

Así las cosas, es vital no ejecutar comparaciones con otras personas que realicen oposiciones. Hacer cuadros comparativos con otros estudiantes, solo creará frustración y angustia si no se alcanza el mismo nivel de resultados. No obstante, hablar con otros opositores sobre el rendimiento o técnicas de estudio puede ser positivo si se sabe cómo sacar provecho a esas conversaciones, pero no se debe dejar influir ante comentarios negativos que puedan buscar reducir la motivación.

Sin embargo, se aconseja que al día se dedique entre 1 y 2 horas de estudio. En ese tiempo es bueno revisar y repasar los conocimientos aprendidos, y tomar nuevos aprendizajes para reforzar la información a opositar. No importa si son oposiciones técnico de Hacienda o para ser bibliotecario, siempre viene bien repasar a diario.

Planifica tus horas de estudio para la oposición

Una vez que se tiene claro que cada estudiante debe seguir la fórmula de estudio que mejor resultados le dé, es el momento de buscar la realidad y alistar un plan de estudio a la medida. Por ejemplo, una persona que trabaje más de medio día o tenga hijos en su hogar, probablemente no podrá estudiar las mismas horas que una persona que pueda dedicarle todo el día a la formación. Por consiguiente, antes empezar a estudiar, es necesario tener en cuenta tres factores:

• Tiempo libre. Es necesario analizar cuánto tiempo se puede formar al día. Marcar un ritmo de estudio de 5 horas diarias cuando tenemos que ir a trabajar todos los días o tenemos otras responsabilidades, lo único que hará será generar ansiedad y frustración al no cumplir la meta. Es mejor plantear un número realista.
• Hábitos de formación. Empezar a estudiar una oposición justo después de acabar una carrera universitaria es diferente a empezar a estudiar después de 5 años sin tomar un libro o leer una investigación. Es vital adaptar el plan de estudio y aumentar las horas diarias según se recupere el hábito de estudio.
• Horario realista. Una vez decidida la cantidad de horas que se le puede dedicar a diario a la formación de la oposición, llega el momento de ver cómo las repartimos a lo largo del día. Es bueno hacer descansos. No pasar más de 2 horas seguidas estudiando y no dejar de hacerlo por más de 3 días para no dejar escapar el conocimiento.

Una opción es continuar un esquema de estudio como el siguiente, en el caso de una rutina de estudio de 4 horas diarias:

• Sesión de estudio de 1 hora
• Descanso de 10 minutos
• Sesión de estudio de media hora
• Descanso de 10 minutos
• Sesión de estudio de media hora

Aunado a esto, la desconexión física y mental es fundamental para que el cerebro rinda en plenitud durante las horas dedicadas al estudio. Para eso, es necesario establecer los descansos en proporción al tiempo de estudio y procurar que ese descanso sea de calidad, ojalá alejado de internet.