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¿Cuál es la influencia de los medios electrónicos en la educación?

El cambio digital de la formación deja latente un interrogante: ¿Qué efectos produce en el cerebro de los alumnos el uso de tabletas, computadores o televisores? Acá lo hablamos.

Julio 28, 2022

La entrada de las nuevas tecnologías en las instituciones educativas ha dado inicio a enormes expectativas y, al mismo tiempo, a una serie de críticas e inquietudes. Los computadores, las tabletas, los televisores y los celulares se están convirtiendo en herramientas educativas continuas y no parece haber marcha atrás. Hoy, desde Compartir Palabra Maestra y frente a esta perspectiva nos preguntamos: ¿qué medidas se deberían tomar?

Sin embargo, esta duda no es solo del año pasado: hace unos 38 que la utilización de herramientas digitales en las clases da alegrías y miedos. Como una herencia lejana de la enseñanza programada propuesta por el psicólogo conductista Burrhus Frederic Skinner (1904-1990), el gremio de los dispositivos digitales ha mantenido, con el paso de los tiempos, lazos estrechos con la investigación del aprendizaje en los seres humanos. Los expertos en la materia han sido solicitados para concebir estos dispositivos, para evaluarlos e, incluso, para proponer nuevas ideas.

Cada año se presentan una serie bastante sustancial de nuevos trabajos en simposios internacionales y en revistas especializadas que desmontan algunos mitos, entre ellos, que las generaciones nativas digitales son más independientes en el aprendizaje, que los programas informáticos prolongarán la formación personalizada o que los apoyos digitales son más estimulantes y motivadores. Pero, ¿cuál es la influencia de estos medios electrónicos en la educación?

Más motivación sí, pero mejores resultados no

En relación con la motivación de los estudiantes, los medios electrónicos han despertado gran entusiasmo entre los más jóvenes. Se cree que los alumnos se encuentran más interesados cuando se les propone trabajar en clase con una tableta o un computador en lugar de usar una hoja de papel y un lápiz. De hecho, se trata de la misma idea que surgió en los años setenta con la llegada de los medios audiovisuales y las ventajas de la televisión para la formación por medio de videos educativos e interactivos. Con todo, las investigaciones confirman un aumento de la motivación en los alumnos del orden de un 10%. No obstante, este porcentaje no implica necesariamente una mejora en el aprendizaje. Aunque la motivación resulta necesaria para estudiar, no constituye una condición suficiente.

Por otra parte, los alumnos no siempre son los jueces más idóneos para valorar qué les resulta más eficaz a la hora de la formación. En ocasiones, un dispositivo menos seductor puede ofrecer mejores resultados. Expertos e investigadores describen este fenómeno como la paradoja preferencia-éxito. Un ejemplo está en la pérdida de la atención que producen las imágenes decorativas. Muchos soportes digitales utilizan ilustraciones que no guardan una relación directa con el aprendizaje pretendido, pero que resultan divertidas, decorativas o lúdicas.

Adaptar el método a los estudiantes

Una de las ventajas que pueden aportar los medios electrónicos en el terreno de la formación, están relacionadas con la evaluación de calidad y la regulación del aprendizaje. ¿Cómo se puede saber si un estudiante ha comprendido una lección y proponerle ejercicios y contenidos que estén adaptados a su nivel de comprensión? Un dispositivo digital debe ser capaz de regular el aprendizaje del alumno, proponiéndole al docente una secuencia de actividades y trabajos adecuados para poner dentro o fuera del aula de clases. En otras palabras, se espera que los medios digitales permitan personalizar el aprendizaje de cada alumno.

¿Cuáles son los desafíos del aprendizaje digital?

Los medios electrónicos ofrecen un gran abanico de soportes pedagógicos, lúdicos y de informaciones útiles tanto para la adquisición de competencias como para la elaboración de ejercicios prácticos en el aula de clases o para trabajos en casa de los estudiantes, además de facilitar el acceso al conocimiento enciclopédico y al relacionado con exposiciones o reflexiones. Esta nueva posibilidad trae dos desafíos: por un lado, autonomía; por otro, competencia para tratar los datos. Hoy en día, ¿qué condiciones deben cumplirse para afrontar tales retos?

Un estudiante que decide las enseñanzas que desea recibir y que elige el ejercicio que debe llevar a cabo se implica más en su aprendizaje y adquiere conocimientos de esos temas que les interesa y del modo que desea. En definitiva, es un alumno autónomo.

Para más información sobre este tema, los invitamos a consultar el portal https://elmundoinfinito.com/.

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Comunicador social y periodista.
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Jaqueline Cruz Huertas
Gran Maestra Premio Compartir 2000
Es necesario entablar una amistad verdadera entre los números y los alumnos, presentando las matemáticas como parte importante de sus vidas.