Día mundial de los mares, reserva azul de vida planetaria

El 29 de septiembre se conmemoró el día mundial de los mares, la celebración constituye  un llamado de atención a los gobiernos del mundo para entender y valorar la complejidad de la vida  marítima que está contenida allí. De igual forma, es importante reconocer la estrecha relación que la vida humana tiene con estos recursos que nos brinda la naturaleza, sus riquezas se representan en: reductos  de salmueras, riqueza pesquera, maravillas coralinas, maravilla turística  y el hogar  de miles de especies del planeta.

La importancia y la necesidad alimentaria que hay en el planeta, obliga a mirar otras fuentes de vida y son los mares precisamente los que nos pueden ofrecer en determinado momento una posibilidad maravillosa para algo que carcome a millones de seres humanos en la tierra “el hambre”.

Alrededor del 75% de la tierra está compuesta de agua, y  un 25% corresponde a tierra firme. Una casualidad particular radica en que la misma equivalencia corresponde a nuestro cuerpo,  el 75%  somos agua y fluidos, no es una consideración  infundada, es parte de lo que la vida nos enseña para entender  aquello que se llama equilibrio natural. Esta alteración del equilibrio sea cual sea su origen y afectación terminará causando estragos; en la salud, el las catástrofes naturales y en el peligro inminente de miles de especies sobre la tierra, y una de esas especiales es precisamente la raza humana.

El calentamiento global, la misma deforestación, han generado graves problemáticas alrededor de los mares y los océanos, su estrecha conexión con la vida humana la  pone en  peligro. La furia de los mares está presente en casos de tsunamis, tormentas y ciclones,  que además de generar catástrofes naturales también pueden ser  las voces de la tierra, gritos de un planeta vivo que resulta afectado por el desarrollismo de desaforado de las naciones

Los mares son parte indispensable en el equilibrio planetario. En este sentido es bueno repensar el uso que el hombre hace de ellos. Son parte del desarrollo turístico en muchos lugares del mundo, también constituyen un polo desarrollo marítimo y pesquero para muchos países.  En el caso de Colombia, sus dos costas han venido desarrollando su historia, su vida y su memoria desde estas gigantes masas de agua. En este sentido,   el cuestionamiento radica en el poco aprovechamiento que nuestro país hace de los mares, o por lo menos más racional. También está la afectación que desde los altos niveles de contaminación  se hace desde los ríos que arrastran cientos de residuos y basura que llegan todo el tiempo hacia las aguas de las costas.

La luna, los mares, las condiciones climáticas y la misma vida humana, tienen una relación estrecha, todos esta interrelacionado con la vida, parte de la sabiduría ancestral que en medio del caos el mundo ha venido olvidando. La voz de las aguas, viene con las olas del mar, con la brisa que todo tiempo van y vienen desde el infinito.

También  los contaminantes de petróleo y  las miles de toneladas de los desechos  de las ciudades  llegan a los océanos, de  igual manera la basura nuclear que es arrojada al fondo de las aguas, estas problemáticas no son más que la irracionalidad y la poca importancia que el hombre viene dando  a este recurso natural.

Esta valoración a los mares se recrea con las voces de María Moctezuma, una artista mexicana que con sus ritmos alternativos  le canta al mundo  sobre su raza y  su memoria ancestral. En este caso desde su canción: “De tanto mar”, se hace un recorrido por la poesía, por el viento, por las aves y las olas que terminan siendo las voces del gran horizonte azul, con los paisajes de los estados de Colima y Jalisco.