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Docentes que desafiaron los clichés o perjuicios: modelos a seguir

La reflexión de una maestra en formación sobre la práctica pedagógica de Sandra del Pilar Rodríguez, profesora exaltada por la Fundación Compartir. 

Febrero 1, 2018

La Cátedra de ‘Maestros Hacen Maestros’ se ha convertido en un espacio de reflexión en el cual jóvenes maestros en formación de la universidad de La Salle tienen la posibilidad de acercarse a docentes que desafiaron los clichés o perjuicios que se tiene en las aulas de clase sobre el rol del maestro y sus implicaciones en la educación, de las nuevas generaciones que están emergiendo en una época de post conflicto.

Estos maestros son reconocidos por la transformación de su método de enseñanza debido a que su esfuerzo, dio grandes frutos en pequeños lugares que hoy, gracias a su pensamiento crítico se ha convertido en laboratorios de un tipo de aprendizaje que va más allá de un currículo o de una política para educar.

Los ejercicios de estos maestros ganadores de la fundación compartir, han sido llevados al aula en  las sesiones de la cátedra, con el propósito de analizar desde diferentes puntos de vista los elementos o rasgos que han dejado en su trabajo con la fundación, para ser utilizados por maestros en formación como los son los estudiantes de la cátedra.

En sí, las sesiones han llegado a un nivel donde el saber pedagógico, la práctica pedagógica se han ido enriqueciendo a partir de autores como de Larrosa, Saldarriaga, Bermúdez y Fandiño, entre otros, dando nuevas tonalidades a estos conceptos a través de experiencias reales, lo que nos evoca a dejar a un lado las excusas, permitiéndonos reflexionar nos a partir de lo que infunde e implica ser un  maestros en contextos reales de nuestro país.

La maestra Sandra del Pilar Rodríguez empieza su camino de transformación al reconocer sus errores pero al mismo tiempo de tener presente la gran labor que le corresponde como maestra para la vida de sus estudiantes, para conocer un poco su experiencia de reflexión, quisiera citar sus palabras, al presentar sus inseguridades como una ventaja de poder para reinventarse, y no quedarse en lo seguro.

“Pensar que el ingreso de los niños a la escuela lleva consigo la responsabilidad de su formación como personas y como ciudadanos me puso a cuestionarme sobre mi propia formación, tanto de estudiante de escuela, como profesional, la cual estuvo marcada por enfoques de enseñanza de corte mecánico e instrumental, en los que se enseña de manera fragmentada, a través de actividades y rutinas sin sentido que yo replique como docente por varios años sin ningún éxito en mi aula” (Pág 1)

En sus palabras, la maestra Sandra se descubre como un agente que debe ser consciente de su rol, pero su primer gran paso fue el de reflexionar sobre sus experiencias al otro costado del salón, de cómo fue su formación, lo cual la afectó en su camino como docente, esta reflexión le dio insumos  para repensar su experiencia como docente, tomando la decisión eliminar por completo los  esquemas o rutinas de enseñanza que se consideraban útiles, los cuales no le dieron los resultados que esperaba, transformando la tradición en innovación pura y simple.

Luego de reconocer sus falencias, decide empoderarse intelectualmente a través de trabajo autónomo que le demanda más horas de trabajo, constantes ejercicios de prueba y error en sus clase con los niños de jardín, los cuales ahora ya están en primero, todos estos acontecimientos hicieron que en la maestra Sandra fueran aflorando nuevas perspectivas sobre el verdadero significado de enseñar, es por esto que su pensamiento no solo busca que los niños aprendan nuevas habilidades como el leer, el hablar frente a un auditorio o el de incluir más a los padres en la formación de sus hijos, sino en el infundir en ellos una voz crítica frente a sus contexto, los cuales estaban sumergidos en realidades que solo un ejercicio de enseñanza lograría un impacto positivo en el desarrollo de los niños para poder potencializar sus habilidades.

Esto lo podemos ver reflejado en las últimas palabras que se encuentran en el texto como el cierre de oro que este proyecto ha empezado a construir en estos niños.

“Con el paso del año escolar, estos espacios y prácticas de lenguaje permiten que los niños desempeñen realmente roles de hablantes, lectores y escritores de acuerdo con las exigencias del contexto y la situación. Además, estos espacios y prácticas han sido formalizados en el PEI y se han extendido a otros grados de escolaridad primaria, así como institucionalizados con el proyecto de lectura y Biblioteca. En fin, con esta breve descripción se vislumbra el trabajo forjado para formar a los niños como futuros ciudadanos, fortaleciendo los procesos del lenguaje como condiciones de la vida académica y social.” (Pág. 4).

Su trabajo ganó el reconocimiento de la Fundación Compartir, por lograr desafiar los conductos y fuerzas por las cuales los maestros deben someterse, dando prioridad al amor que le tiene a su vocación dejando sus miedos, errores, inseguridades para poder crecer con los niños a través de experiencias que le enriquecerán cada día, porque sabe que lo que está logrando dejara buenas semillas para sus estudiantes y también para maestros como los jóvenes de la Cátedra los cuales están a la expectativa de tener oportunidades como esta, para poder ser un sello de distinción en la educación Colombiana.

Referencias

Rodríguez S, Prácticas sociales de lenguaje, una configuración didáctica para construir la ciudadanía desde los grados iniciales.

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Escrito por
Estudiante en la Cátedra de ‘Maestros Hacen Maestros’ de la Universidad de La Salle
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Martial Heriberto Rosado Acosta
Gran Maestro Premio Compartir 2004
Sembré una semilla en la tierra de cada estudiante para que florecieran los frutos del trabajo campesino en el campo que los vio nacer