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Grito de resistencia por las nuevas independencias

Sea cual sea la fecha patria es importante vernos en el presente, precisamente porque del pasado se aprende y se puede proyectar el futuro de otra manera.

Julio 21, 2017

En estos días de desfiles, de conmemoraciones e izadas de banderas en los colegios, hay una reflexión que va más allá de la fecha, es precisamente la remembranza a la historia, a lo que fue y posiblemente podría haber sido mejor. En fin, sea cual sea la fecha patria es importante vernos en el presente, precisamente porque del pasado se aprende y se puede proyectar el futuro de otra manera.

El 20 de julio de 1810 fue el inicio de una etapa en la historia de nuestra patria, fue el acto de rebeldía desde una negación al dominio, a la esclavitud y sometimiento imperante por parte de España. Sin embargo, más allá de ese colonialismo que aniquilo y sometió durante tanto tiempo a estas tierras, hay otras formas de dominación tan graves como  aquellas que la historia nos recuerda; un conflicto que  no para y que nos atrapa en el miedo y la zozobra,  también el dominio e intromisión extranjera que con las multinacionales  hacen su agosto (y no precisamente es el 7 de agosto) en la explotación laboral  y la misma fuga de capitales que por intermedio de éstas se viene dando al interior de los países subdesarrollados.

El petróleo ya no es directamente nuestro, las selvas son vista como la comunidad internacional como los pulmones del mundo, los medios de comunicación por doquier se matriculan a los sistemas económicos y políticos de momento, vil negación a lo que podría ser el librepensamiento. Hablar hoy de independencia es más que la definición de un dominio político, nuestra esclavitud y sometimiento más preocupante esta precisamente en la dominación ideológica, en la forma de ser y estar para otros. Es el conformismo precisamente la misma negación que impide valorar tantas maravillas que tiene Colombia, tanto potencial desperdiciado que se contradice con la pobreza y hambre en un país tan rico en variedad alimentaria.

Las preocupaciones, la moda, los estilos de vida en muchos casos terminan siendo la imitación de otros lugares, se quiere vivir desde lo que no se es, se desconoce el pasado porque hay una negación a escudriñar la verdadera historia, la historia critica que nos quita las vendas de lo que sucede, de aquello que se niega pero que se termina aceptando.

La comida se ha plastificado, la tecnología ha invadido los escenarios, incluso el familiar, el sentir nacional de las fechas patrias termina siendo un desfile simplemente, donde se muestra el valor de la guerra que tiene soldados aviones y tropas por montón, reducir la independencia a este tipo de eventos es condenar la historia a su mínima y reducida expresión.

Una exaltación a la patria se hace con el trabajo honesto, aquel que se hace con dedicación y servicio hacia los otros, con nuestra fraternidad solidaria; con el vecino, con el amigo, con la familia, con aquellos que dicen ser colombianos, definitivamente otras formas de resaltar el patriotismo. Aunque parece una mirada romántica e idealista, en acciones sencillas hacemos patria, pues cada colombiano está llamado a reivindicar aquello que se ha venido perdiendo, pero que sigue ahí, de eso estamos seguros: el valor del patriotismo.

Si bien el pretexto de estas líneas es la celebración del 20 de julio, como remembranza al pasado, la verdad debemos resistir a otras dominaciones y dependencias. De esta manera, el cantautor y comediante Roberto Camargo en tono jocoso nos recuerda incidentes de esta fecha para el país del sagrado corazón.  

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