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Ideas educativas, el aporte del Global Education and Skills Forum – GESF

El cuerpo, y específicamente la Educación Física, ha sido la posibilidad de generar cambios en el paradigma de violencia de estudiantes.

Mayo 2, 2018

A partir de la experiencia como educador en Colombia, considero de vital importancia el trabajo desde el cuerpo, generando acciones de reconciliación y educación para la paz. El contexto social de los estudiantes, hace que la escuela sea quien les brinde alternativas diferentes, a las que ellos encuentran en su cotidianidad.

Por ello he vivenciado desde mi experiencia e investigación en procesos educativos que surgen desde la corporeidad y las técnicas somáticas, lo que denominó “pedagogía del loto” basado en tres preceptos respirar, pensar y actuar.

Estas acciones permiten que los niños, niñas y jóvenes reconozcan su cuerpo, generen procesos de alteridad, otredad y empatía. Dinámicas fundamentales en la educación socioemocional y educación para la paz, que tanto requiere nuestra sociedad y específicamente en un contexto latinoamericano en donde en países como Colombia ha vivido en guerra por más de medio siglo.

El cuerpo, y específicamente la Educación Física, ha sido la posibilidad de generar cambios en el paradigma de violencia de estudiantes ubicados en Ciudad Bolívar (Bogotá, Colombia), pero además llevarlo a 24 instituciones de educación pública de Bogotá y 8300 estudiantes. El reconocimiento del cuerpo, permite el respeto por sí mismo y por los demás, mejorías en la autoestima y la acción kinésica y proxemica, es decir la posibilidad de generar interacción, conexión y contacto, tan necesarios en nuestras comunidades.

Desde mi perspectiva, la educación no debe olvidar que la relación más importante y que permitirá adquirir otras dinámicas de conocimiento surge desde el cuerpo, desde la respiración, el juego, el abrazo y el contacto.

La tecnología permite encontrar tutoriales para cualquier conocimiento, pero nada puede remplazar el contacto humano, la interacción, la caricia y el afecto que se genera en la educación desde el cuerpo. No olvidemos que la educación permite brindar las herramientas necesarias para generar cambios significativos que aporten desde cada ser humano y se extienden a la sociedad.

Para mí la escuela es un lugar de felicidad, en donde los y las docentes somos quienes permitimos que sea un escenario de transformación, de cambio inclusión y de activación de procesos que afectan positivamente nuestro mundo. Si un docente es feliz, sus alumnos lo perciben y su entorno también, “la educación es un acto de amor”.


Imagen: www.youtube/Canal ZOOM

 

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Doctor en Educación y Ciencias del Deporte, UBC. Magister en investigación y docencia universitaria de la U. Central de Chile. Finalista del Global Teacher prize 2017. Embajador Varkey de Educación.
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Henry Alberto Berrio Zapata
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