Investigación como metodología para fomentar la mirada crítica en problemáticas juveniles

Al observar la población adolescente de la ciudad de Bogotá, se pueden detectar problemáticas tales como la drogadicción, las pandillas, los embarazos no deseados, delincuencia común entre muchos otros que representan el peligro latente al que se enfrenta esta población tan vulnerable, se dice vulnerable porque la etapa de la adolescencia es cuando la persona moldea su identidad y es demasiado maleable por lo que los estímulos externos pueden definir su futuro comportamiento.

Muchos de estos adolescentes asisten de manera regular a entidades educativas, ya sean colegios distritales privados o instituciones de bachillerato por ciclos, donde los ahora estudiantes no siempre son estimulados de la manera correcta para enfocar su vida hacia el estudio o al menos para apartar su mirada de estas actividades que representan una amenaza para estas generaciones que son futuro del país.

Esta falta de sentido o de motivación de la educación para los estudiantes es lo que los profesores Miguel Edwin Plazas y Jairo Salamanca buscan con su proyecto de investigación en el colegio, a través de este proyecto se incentiva la investigación desde temprana edad, incluyendo todos sus aspectos, desde planteamiento de objetivos hasta marco metodológico, siempre centrado en derechos humanos y en el estudio del contexto social en el que se encuentran los estudiantes.

Estos proyectos de investigación que los jóvenes realizan empiezan desde grado 7mo de forma simple y llegan a su máxima complejidad en grado once han transcendido dentro de la comunidad educativa del colegio Benjamín Herrera, puesto que los estudiantes han trabajado en sus investigaciones, temas que afectan no solo a la comunidad educativa sino al barrio en el que se encuentra la institución.

De acuerdo con el testimonio del profesor Miguel Plazas en una conferencia que tuvo lugar en la universidad de la Salle, desde que se implementó esta metodología de investigación en el área de ciencias sociales, el colegio ha visto resultados bastante positivos como por ejemplo la reducción en casos de embarazos no deseados, hurtos, consumo de drogas y formación de pandillas alrededor de la institución educativa, lo cual ha alegrado a la comunidad del barrio Alcalá, pero también ha atraído detractores del trabajo social que se lleva a cabo por lo que inclusive los profesores han recibido amenazas, parece que el progreso de la comunidad no es del agrado de todos, puesto que hay quienes se benefician a costa de los jóvenes del sector.

Lo que más sorprende de estos proyectos de investigación que se inician desde el colegio, es el impacto que tienen en los propios estudiantes, quienes buscan respuestas acordes a su contexto y a las preguntas que surgen de sus vivencias diarias, de todo lo que ocurre en su entorno social. Si tomamos el concepto de experiencia que nos da Jorge Larrosa en su texto “Sobre la experiencia” esta es “eso que me pasa” por lo tanto se puede decir que es algo vivido que tiene lugar en nuestra memoria, sea positivo o negativo.

Lo que da bastante claridad sobre el porqué de la elección de ciertos temas de investigación dentro de los estudiantes, temas de los que no se habla abiertamente y menos entre los adolescentes los cuales prefieren en la mayoría de casos actuar de manera privada, casi que utilizando su propio código de conducta entre los individuos de su misma edad.

Por lo tanto, es bastante acertada la apuesta de los profesores que dirigen este proyecto, poner a los jóvenes en contacto con su realidad desde otra perspectiva, utilizando su propia experiencia como herramienta de investigación, al servicio de un proceso de recolección de datos, de historias, de vivencias, que luego pasan a ser analizadas bajo la mirada de un marco teórico que encamina a los estudiantes hacia la reflexión por lo tanto no hacia la repetición.

Algo muy valioso y a la vez innovador que aporta no solo a la comunidad que está siendo favorecida con esta iniciativa sino a todo aquel que quiera apoyar esta idea y tal vez implementarla en otras instituciones, en donde la investigación sirva como medio de toma de conciencia pero también en su sentido académico como preparación para la educación superior, que para muchos de estos jóvenes se convierte en un sueño por el que vale la pena esforzarse y al mismo tiempo les da una mirada crítica de las problemáticas para no caer en el error en el que tal vez alguien cercano a ellos ha caído en el pasado, porque como se menciona aquí la experiencia es “eso que me pasa” que vivo, que veo.

Finalmente para concluir, se considera el trabajo de la investigación entre los jóvenes como una ventana hacia el contexto social, a través del cual se le da sentido a la educación, los estudiantes encuentran motivación para asistir a clases y para leer, no solo por el hecho de cumplir una tarea sino por sus propias ansias de buscar, analizar y crear conocimiento que aporte a su vida real, no solamente conocimientos abstractos sin sentido que muchas veces, transmitirlos es a lo que se dedican la mayoría de pedagogías tradicionales.

Este cambio da muestras de que una pedagogía diferente si es posible y que los estudiantes no son solo recipientes huecos en los que depositar conocimientos sin utilidad sino que también pueden ser creadores y transformadores.