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Investigar no es consultar
Con la carga académica de un maestro de más de 25 horas a la semana, ¿en qué momento investiga?
En el año 2004 le preguntaban en una entrevista al doctor Carlos Eduardo Vasco, matemático y educador colombiano, acerca de las posibilidades de investigación que realizan los maestros y estudiantes en la escuela [1].
En la misma, precisa algunas ideas que son pertinentes hoy en día cuando abordamos el tema de la investigación por parte de maestros y estudiantes en la escuela. En ella, nos recuerda que los niños son bastante curiosos y que en un momento antes del primer grado el niño se empieza a decepcionar, pues las preguntas que hace la maestra no son sinceras ya que ella conoce la respuesta. Es así como esa curiosidad, que los puede llevar a ser entusiastas investigadores, empieza a generar el rechazo a las ciencias y a limitar su curiosidad.
El concepto de buen maestro y buen estudiante estaba determinado por el conocimiento del texto de memoria y entre más textos se memorizaran era todavía mejor. Por esta razón no era necesario investigar. Un buen maestro no investigaba y los estudiantes tampoco.
Luego vino una corriente en la que se expuso que todos los maestros deben ser investigadores y que todos los estudiantes deben aprender, investigando por sí mismos, porque en la sociedad del conocimiento hay que obtener, a toda costa, discernimiento.
Pero eso no fue posible. Con la carga académica de un maestro de más de 25 horas a la semana, ¿a qué horas investiga? Es imposible investigar una que otra hora, cuando el tiempo lo permita. A los estudiantes lo que les sucedió es que aprendieron que el copiar de un libro hace plagio, de dos un trabajo y de tres hace una investigación.
Investigar es buscar un nuevo conocimiento sobre un tópico, problema o pregunta interesante. Buscar un conocimiento que ya está disponible en un libro o internet es investigar, pero ese conocimiento, nuevo para los maestros y estudiantes, adquiridos por medio de consultas no es investigación.
Se investiga solo cuando el conocimiento nuevo se busca por medio de la invención de modelos y teorías sobre los procesos que nos interesan, de formular preguntas y señalar probables respuestas (conjeturas), de interrogar y explorar el mundo real para poner a prueba las conjeturas, modelos y teorías.
Investigar es difícil y dispendioso. Requiere de tiempo, esfuerzo, lecturas, reflexiones, diálogos y búsquedas muchas veces infructuosas. Uno investiga cuando se admira por algo inusitado, se intriga y se sorprende.
Uno investiga cuando tiene la pasión, pues nadie investiga por decreto u orden del director.
[1] compartirpalabramaestra.org
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