La experiencia, base del aprendizaje en los niños

Las situaciones tomadas de nuestra cotidianidad, son quizás la parte más esencial en la vida, debido a que a partir de tanto las buenas experiencias, pero en particular de las que suponen fracasos es donde logramos adquirir nuevos aprendizajes.

Por ello, cada experiencia que tiene un niño acerca de la vida es como un aprendizaje al descubierto; por lo cual es importante que implementemos estrategias con las cuales se puedan transformar dichos aprendizajes y hacer una transposición con los conocimientos teóricos y conceptuales, formando conceptos y definiciones acordes a lo experimentado.

En el camino de la vida, muchas veces nos encontramos con situaciones que nos hacen pensar, si estamos o no haciendo lo correcto. Tener la vocación para ser maestro es algo que  no muchos podemos entender, ni tampoco explicar, pero si podemos dar cuenta de este con el accionar que desempeñemos ante los niños.

El educador juega un papel indispensable dentro y fuera del aula,  ya que se puede afirmar que este es visto como un modelo a seguir, como aquella eminencia a la cual todos los niños querrán imitar; por lo cual al momento de abordar una temática, sin importar el grado en el que nos encontremos, debemos impartir la creación de espacios en el cual el niño tenga la posibilidad de entablar un estrecha relación de lo teórico, lo práctico y con realidad de su entorno.

En ese orden de ideas, se puede entender la práctica como aquel punto de referencia adquirido desde diferentes modalidades, ya sea este tomado de manera formal o informal, teniendo en cuanta lo experimentado, colocando en consideración los distintos intereses que caracteriza a cada persona, como ser individual.