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La experiencia pedagógica dentro y fuera del aula genera saberes en derechos humanos
Por medio de la experiencia del docente se puede evidenciar el ambiente en la escuela, ya que la labor educacional es encomendada y atribuida específicamente a él.
El escenario educativo actual propone a la educación nuevos desafíos en los espacios de formación estudiantil, donde se involucra directamente la convivencia escolar dado a que en el aula se comparten diferentes posibilidades de vida, modos de pensar y de actuar en torno a la diversidad de culturas y creencias.
Podemos inferir que a través de la experiencia del docente se puede evidenciar el ambiente en la escuela ya que la labor educacional es encomendada y atribuida específicamente a él.
Lo que sucede en los salones de clase es una experiencia a la que solamente tienen acceso el maestro y sus estudiantes, lo que beneficia la gestión de aula del docente, ya que a partir de su observación puede optimizar la reflexión sobre las actividades que realiza en el proceso de enseñanza-aprendizaje, mediante las cuales puede diseñar estrategias que les permita a los estudiantes, indagar a través del estudio de derechos y deberes humanos generando la participación de los estudiantes directamente.
Al abordar diferentes contextos socioculturales se pueden dinamizar diferentes estrategias que permitan realizar un análisis de diferentes situaciones en particular, a partir de la investigación mediante interacciones que den lugar a la inclusión permitiendo a los estudiantes convivir e interactuar en un contexto amplio y diverso.
El proceso combina la indagación social en la escuela por parte de semilleros de investigación, la educación en derechos humanos, y la motivación sobre el sentido de la educación, lo cual concluye en la elaboración de una aproximación investigativa que da como insumo el diseño e implementación de juegos didácticos Plazas y Salamanca (2017).
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