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La OCDE mira los colegios en Colombia

Es hora que Colombia entre a las grandes ligas en todos los niveles y la educación es uno de los pilares para lograr el desarrollo y el bienestar de los colombianos. 

Octubre 11, 2018

En mayo de este año Colombia fue admitido como miembro pleno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esto implica, entre otras cosas, poder compartir las buenas prácticas de otros países en términos de políticas públicas y también permite acceder a una mirada externa que pueda conocer el país y entregue diagnósticos imparciales con recomendaciones para mejorar el bienestar de los colombianos.

Con este horizonte fue que el país decidió, en 2016, participar en la Revisión de políticas para mejorar la efectividad del uso de recursos escolaresque la organización está llevando a cabo desde el año 2014. Después de una revisión completa del funcionamiento de la educación Básica y Media del país, que incluyó una visita en la cual la misión conoció la realidad de escuelas en cinco secretarías de educación y se reunió con varios de los actores del sector, el resultado fue un informe a profundidad sobre Colombia que hace un diagnóstico del sistema escolar nacional, presenta sus fortalezas y retos, y hace recomendaciones de política pública.

Vea: A media cara: Colombia entró en la OCDE: ¿Y ahora qué viene para la educación del país?

Luego de un par de décadas donde los avances en cobertura, calidad y equidad de la educación son evidentes, la mirada de un organismo externo y sin una agenda política sobre Colombia, y que reúne las experiencias de diversos países, es un gran activo. El sistema educativo nacional ya llegó a un punto en que puede y debe tener mayores expectativas, y que requiere formar a niños que sean capaces tanto de construir el país que desean como de competir en un escenario internacional. Por esto es que la revisión de recursos escolares hecha por la OCDE para Colombia adquiere una mayor relevancia y, aunque las recomendaciones no son de obligatorio cumplimiento, sí pueden dar un norte de lo que se debería hacer en el sector en los próximos años.

El informe da cuenta de tres grandes campos donde se debe poner la lupa: 1. La financiación del sistema; 2. La prestación del servicio; y 3. El desarrollo de la profesión docente. Para cada uno de los temas hace un repaso de las fortalezas con los retos que éstas tienen y las recomendaciones de política para superar los retos. Esta metodología permite reconocer los avances que ha hecho el país, no centrándose en un mostrar un sistema fallido, sino uno que está en constante mejora y así poder construir sobre lo construido.

Entre las fortalezas y los retos que expone el informe está un reconocimiento de la educación como prioridad del Gobierno y que en teoría se piensa en una política a largo plazo, sin embargo, la financiación no alcanza para lograr los objetivos –y el sistema no compensa las desigualdades territoriales- y no hay suficiente continuidad en la implementación de las políticas públicas. Adicionalmente, se identifica un marco institucional y jurídico para poder monitorear el uso de los recursos invertidos en el sector, pero faltan “dientes” para poder resolver los problemas que se identifican. Este es el caso de, por ejemplo, el Programa de Alimentación Escolar(PAE), del cual ya se conocen los problemas estructurales pero aún no se ha logrado implementar una solución adecuada.

En materia de la prestación del servicio, los analistas de la OCDE quedaron sorprendidos con la red escolar compuesta de instituciones educativas con varias sedes. Esto puede llegar a facilitar el acceso y las transiciones entre niveles, aunque la gestión sea aún un reto para aprovechar esta estructura. En general, se acepta que existen las herramientas para lograr una educación con visión integral, con participación comunitaria y para atender a diferentes poblaciones, pero falta hacer uso de las mismas. Un ejemplo de esto es la jornada única que la presentan como “una oportunidad para mejorar infraestructura y mejorar la calidad y la equidad, pero deben abordarse retos en cuanto a su implementación”. 

Los docentes, como uno de los grandes protagonistas de la educación tienen un capítulo aparte. La OCDE destaca los esfuerzos que se han hecho en profesionalización docente desde que se emitió el decreto 1278 y las iniciativas de formación docente del gobierno central como el Programa Todos a Aprender, pero aún falta para tener docentes suficientemente preparados para ejercer su labor y la forma actual de distribución y contratación está ahondando las desigualdades. 

Para enfrentar los retos el informe hace 10 grandes recomendaciones que se desarrollan más puntualmente cuando se aborda cada tema. Hay unas que ya están en curso o en discusión, como una reforma al Sistema General de Participaciones o la mejora a la regulación de la matrícula contratada, y otras que vale la pena tener en cuenta para el nuevo Plan Nacional de Desarrollo, como asignar el suficiente presupuesto según las prioridades de política o dar continuidad a los procesos actuales (y asegurarla para los que vengan). 

Dentro de las recomendaciones también existen unas que se deben valorar para abordar según las prioridades del Estado en materia educativa y que permitirán una mejora en el largo plazo. Cabe resaltar la profesionalización de los directivos docentes, hoy inexistente, y el desarrollo de un marco curricular nacional (diferente a un currículo único nacional) que se haga en el largo plazo y con una amplia participación de todos los actores del sector. 

Es de resaltar que la OCDE reconoce la diversidad que existe en el país y por lo tanto sus recomendaciones siempre respetan y tienen en cuenta la necesidad de contextualizar los procesos, tanto que la construcción y el fortalecimiento de las capacidades locales son elementos constantes, al igual que la pertinencia de la oferta, todo en pro de lograr equidad y una atención adecuada en todos los rincones y para todos los colombianos en edad escolar. 

La pertinencia del informe se hace más evidente cuando se tiene en cuenta que, según el organismo en su comunicado de prensa sobre el lanzamiento del mismo, “la educación será decisiva para construir una sociedad posconflicto y mejorar la vida y el bienestar en las zonas rurales de Colombia”. Esta afirmación no es gratuita, dado que la OCDE, al construir estas recomendaciones, tuvo como eje transversal la educación rural, una novedad entre los otros informes que se han producido para otros países. 

Un diagnóstico del sistema escolar hecho desde afuera es la oportunidad perfecta para saber qué se ha hecho bien, qué falta por hacer y qué se puede hacer para tener una educación de calidad a nivel internacional. El informe recién publicado por la OCDE complementa y acompaña otras hojas de ruta como el Plan Nacional Decenal de Educación y los Planes de desarrollo futuros, tanto nacionales como regionales y locales. 

Es hora que Colombia entre a las grandes ligas en todos los niveles y la educación es uno de los pilares para lograr el desarrollo y el bienestar de los colombianos. Por eso se hace necesario leer el informe con cuidado y tomarlo como una oportunidad de mejora para lograr que todos los niños, niñas y adolescente obtengan todas las herramientas para lograr el futuro que se merecen.

El informe completo en inglés lo encuentra acá, y el resumen en español en esta dirección.

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Historiador y magíster en periodismo. Ha trabajado varios años en el sector educativo como docente, como asesor en el Ministerio de Educación y como consultor en entidades de cooperación.
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Luis Fernando Burgos
Gran Maestro Premio Compartir 2001
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