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La práctica pedagógica, una manera de transformar realidades

Es necesario apoderarse de la práctica pedagógica, aunque esto signifique ir en contra corriente con las instituciones.

 

Enero 31, 2018

Si bien la práctica pedagógica es una actividad que se lleva a cabo para reconocerse a uno como docente, en ocasiones está sujeta a las relaciones de poder, por lo que la práctica pedagógica se convierte en una actividad restringida para el docente, por ejemplo, la idea de cómo se debe enseñar la lectura y la escritura en los niños, o cómo se debe desarrollar la oralidad, se convierte en cánones repetitivos que generan en el profesor una monotonía en su profesión. Por esta razón, es necesario apoderarse de la práctica pedagógica, aunque esto significa ir en contra corriente con las instituciones.

En primer lugar, la labor de la profesora Sandra del Pilar Rodríguez, ganadora del premio compartir, nos da una idea inicial para hacer de las prácticas algo propio del profesor, y no una imposición institucional, pues, gracias a su metodología para desarrollar la escritura, la lectura y la oralidad en los primeros grados de escolaridad, por medio de su proyecto titulado “prácticas sociales de lenguaje, una configuración didáctica para construir la ciudadanía desde los grados iniciales”, hace que los niños aprendan a leer a escribir y a hablar en contexto, pero no como un requisito curricular de contenido, sino como una manera de hacer ciudadanos. Ciudadanos capaces de responder a las necesidades de las circunstancias.

La manera como los estudiantes aprenden con la profesora Sandra es gracias a su configuración pedagogía, pues tiene actividades permanentes para desarrollar habilidades del lenguaje, acompañada de sus secuencias didácticas y los proyectos de aula.

Con ello, hace que se creen hábitos, pues por medio de la repetición los estudiantes generan un afianzamiento de conocimiento más no un contenido vacío, que en ocasiones el principal error en la enseñanza.

Por esto, se pude decir que la profesora Sandra hizo de su práctica pedagógica algo particular, porque lo común es creer que el estudiante en sus primeros años de escolaridad aprende no por contexto, sino por medio de la gramática, por lo que es un ejemplo de cómo hacer de la práctica algo singular.

En segundo lugar, la práctica es personal y singular, no es algo donde haya un instructivo de cómo enseñará, como lo menciona Fandiño y Bermúdez (2015) [1] en el enfoque hermenéutico – reflexivo: “La PP gira en torno a la formación de un profesional capaz de dominar su propia evolución, construyendo competencias y nuevos saberes a partir de lo que adquiere en su experiencia.” (Fandiño y Bermúdez, 2015 P. 35)

Así pues, la práctica pedagógica hace que los docentes evolucionen y no se mantengan siempre en una misma postura, en una línea didáctica que hace que se empiecen a tomar medidas monótonas. Por otro lado, “La PP se basa en la concienciación sobre cómo el actuar refleja concepciones de individuo y de sociedad esperadas o deseadas y cómo las acciones docentes tienen implicaciones en la construcción de un tipo de sociedad y ciudadano.” (Fandiño y Bermúdez, 2015 P.35), lo anterior hace referencia a la dimensión ético – política que debe tener el docente, esta dimensión, es indispensable tenerla en cuenta, pues cómo educar sin un fin u objetivo social, pues basarse meramente en lo cognitivo no tiene sentido, porque ¿cómo será si educamos sin tener en cuenta el contexto? Estaremos creando ciudadanos incapaces de reconocer problemáticas sociales, o sea, creamos ciudadanos sumisos que pueden aceptar cualquier tipo de ley por absurda que sea.

Por último y una razón fundamental por la que en ocasiones la práctica pedagógica se debe considerar como contra corriente es, que cuando los demás ven lo que se pude hacer cuando no se siguen conductas generales sino particulares, se empiezan a crear cambios cada vez mayores, como lo que ocurrió con la profesora Sandra del Pilar, pues cuando ella empezó a adquirir estrategias didácticas diferentes, no tenía apoyo alguno, pero gracias a los resultados positivos que tuvo durante estas modificaciones didácticas, llegó a llamar la atención de los demás colegas e incluso pudo ser capaz de hacer propuestas curriculares en el ministerio de educación nacional (MEN), por esto es fundamental nunca rendirse cuando se tiene una idea innovadora.

Para concluir, se puede afirmar que la práctica pedagógica es un reto, pero cada docente es que el que hace el reto, porque no se puede pensar que solo con lo establecido se puede crear cambios, los cambios solo se logran cuando alguien es capaz de pensar diferente, cuando alguien reta a la institución y cuando alguien puede soportar todas las adversidades de un sistema que puede llegar a oprimir a las mentes que quieren crear transformaciones.


[1] Fandiño, Y. Y Bermúdez, J (2015) Capítulo 2. Práctica pedagógica: subjetivar, problematizar y transformar el quehacer docente en: Práctica y experiencia claves del saber pedagógico docente. Ediciones Unisalle. Bogotá

 

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Estudiante de la Cátedra Maestros Hacen Maestros en la Universidad de La Salle.
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Henry Alberto Berrio Zapata
Gran Maestro Premio Compartir 2007
Empaqué en el equipaje de viaje de los estudiantes la herramienta más importante para cualquier destino: los argumentos.