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Las 5 características que diferencian a un buen maestro

Conozca qué actitudes y características identifican a los docentes sobresalientes en la actualidad.

Agosto 17, 2017

Todos hemos conocido a algún maestro que marcó nuestra experiencia académica de alguna manera, pero ¿qué lo separó del resto? ¿Qué característica de su labor o personalidad hizo que dejara una huella tan profunda en sus estudiantes?

En esta nota, compartimos 5 conductas y rasgos de la personalidad que identifican a los educadores más sobresalientes, sobre todo en la actualidad tecnológica y ágil en la que vivimos:

1. Buscan superarse a sí mismos y adquirir nuevas herramientas

Como todo buen profesional, un docente dedicado a su trabajo busca constantemente maneras de perfeccionar sus habilidades, explorar nuevas herramientas y aprender más y más hasta convertirse en un experto en su materia. Nunca se dejan vencer por el orgullo ni sienten que son demasiado buenos para escuchar recomendaciones, buscar mentores ni seguir avanzando.

2. Tienen una actitud positiva y aman su trabajo

Los docentes que aman su trabajo son fáciles de reconocer, ya que transmiten una sensación de vitalidad y energía positiva en sus clases. A menudo también cuentan con un sentido del humor y un ingenio que motiva a sus estudiantes a aprender con ellos, sin importar lo “dura” o “aburrida” que pueda ser la asignatura.

3. Saben escuchar a sus estudiantes y se adaptan a sus necesidades

Los grandes docentes saben cuándo escuchar a sus estudiantes y cuándo brindarles apoyo emocional. No obstante, también tienen la intuición necesaria para saber cuándo ignorarlos y seguir con su instinto, ya que son conscientes de la utilidad de lo que están enseñando y su forma de hacerlo. Además, entienden que el ambiente de clase es uno dinámico, por lo que no siempre se puede seguir todo al pie de la letra. Los docentes exitosos saben adaptar sus planes y lecciones para involucrar más a sus estudiantes.

4. Tienen claros sus objetivos

Los docentes sobresalientes tienen claro lo que quieren para sus estudiantes, y por eso trabajan de forma consistente a pesar de las dificultades. Tampoco esperan resultados inmediatos ni gratificación instantánea: saben que sus esfuerzos darán frutos al final.

5. No le temen al cambio

Impartir un curso monótono y uniforme es un antídoto contra la motivación de los estudiantes. Los buenos docentes conocen el valor del cambio, la innovación y la sorpresa a la hora de infundir vitalidad y emoción en sus lecciones. No temen experimentar con nuevos recursos, arriesgarse ni salirse un poco de la norma para alcanzar sus metas.

Ñapa. Confían en sus estudiantes

Un gran docente cree sinceramente en que sus alumnos son capaces de llegar al éxito y les exige de forma acorde. Esto no quiere decir que los errores sean vistos como un fracaso, sino que tiene la confianza suficiente como para motivarlos a superarlos y siempre llegar a más.

 

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Comunicador social y periodista.
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Rubén Darío Cárdenas
Gran Rector Premio Compartir 2016
Concibo al maestro como la encarnación del modelo de ser humano de una sociedad mejor. Él encarna todos los valores que quisiera ver reflejados en una mejor sociedad.