Las TIC con propósito

La tecnología ha conseguido tener un rol predominante en la educación desde hace algún tiempo, sin embargo, delimitarla implicaría menospreciar su impacto. Desde sus orígenes, la EdTech consiste en descubrir diferentes alternativas en las cuales el uso de las TIC pueda agregar valor a la educación, mejorando sustancialmente la formación académica.

Aunque existen diversas herramientas que optimizan las labores de los docentes y estudiantes dentro del aula, en ocasiones estas no son suficientes si no se aplican con un fin específico; la tecnología educativa por sí misma no marca una diferencia si no tiene un propósito; que independientemente de la herramienta tecnológica que se prefiera aplicar, lo que verdaderamente importe es cómo se utilice, si es funcional y sobre todo si mejora el proceso de aprendizaje de los estudiantes.

La tecnología con propósito tiene la facultad de transformar los ambientes de aprendizaje debido a la optimización del tiempo al realizar diferentes trabajos en aula, y además porque conduce a un aprendizaje personalizado, a partir del diseño a medida de plataformas en las cuales los estudiantes dirijan su conocimiento y con ayuda de estrategias y herramientas de monitoreo se haga posible un seguimiento detallado de su progreso.

La idea de las TIC con propósito es potenciar las habilidades de los docentes y estudiantes en lugar de reemplazar su valor. La decisión de adoptar el uso de las nuevas tecnologías a un programa académico debe estar respaldada en un plan y justificación de su rol.  Este acercamiento es conocido como “purposeful learning” o aprendizaje con propósito, mismo que se basa en la idea de que el estudiante está al centro de la experiencia educativa. Más allá de considerar tareas específicas; maestros y estudiantes trabajan colaborativamente a fin de establecer y alcanzar metas, puesto que, si los estudiantes participan activamente en el establecimiento de objetivos, estos, estarán motivados intrínsecamente para practicar, dominar las habilidades y conocimientos que adquieran.

Por esta razón, mientras no exista una planeación establecida para que la tecnología cumpla un rol facilitador de procesos y aprendizaje, estas plataformas o dispositivos distraen y afectan los esfuerzos de los estudiantes y docentes.  Por esto hago tres sugerencias que respetan la individualidad tanto del docente, así como la del estudiante:

• La tecnología debe ser opcional, así los estudiantes pueden apreciar sus beneficios y escoger utilizarla y cómo.

• Enriquecer la interacción estudiante-docente a través de Smart-feedback.

• Debe ser incluyente en un ámbito social, favorecer un vínculo y generar recursos que aumenten la calidad del aprendizaje sin alienar o discriminar. (conexión vs conectividad)

Antes de implementar las TIC en los procesos educativos de una institución, debemos preguntarnos si todos los estudiantes tienen la misma capacidad para acceder y utilizar todas las formas de tecnología dentro del aula, además del conocimiento previo de las condiciones de cada uno de ellos.  Esta consideración ayuda a identificar si las herramientas tecnológicas escogidas son apropiadas y accesibles para quienes conforman un grupo determinado. Si se tienen en cuenta todos los factores, la tecnología puede contribuir a desarrollar y transmitir conocimiento, por ejemplo, al crear una presentación para una clase que incluya a estudiantes con alguna condición física especial o a nivel cognitivo. De ahí, el cuidado que se tenga con temas tales como: longitud del texto y tono de voz, utilización de imágenes, audios o subtítulos según se requiera y se adapte a diferentes necesidades.

El uso de la tecnología puede ayudar a satisfacer distintas necesidades de diversas maneras. Aunque para una educación realmente efectiva siempre hay más de una opción, existen algunos otros casos a considerar como estudiantes con dislexia, con problemas de la vista, cuando el material está en el segundo idioma del alumno, incluso estudiantes con deficiencias en el proceso de lecto-escritura, en todos ellos, las TIC juegan un papel facilitador y potenciador importante en la medida que las herramientas tecnológicas empleadas sean las adecuadas, dependiendo la necesidad, así, considerar varios contextos y diseñar estrategias que resulten funcionales para todos, como por ejemplo la incorporación de un diccionario virtual o de teclados braille puede contribuir a brindar equidad en las oportunidades de aprendizaje.

El aprendizaje con propósito colabora con la expansión de las habilidades del ser humano y sus procesos a nivel educativo, si se aplica de forma adecuada y basada en las distintas necesidades, al generar voluntad propia en los estudiantes en ser participantes activos de sus procesos de aprendizaje, a la vez que mejoran su rendimiento y desarrollan relaciones interpersonales productivas. 

Al final, la tecnología educativa está para que sea sinónimo de una educación equitativa, flexible, adaptable a contextos y necesidades, pero, sobre todo, potenciadora del ser humano y no inhibidora de él. 

^{_{Imagen Vlada Karpovich en Pexels}}