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Lo que significa ser maestro

Artículo de reflexión sobre la importancia del rol del docente  y su quehacer en el aula. 

Marzo 17, 2017

Ser maestro es la única profesión en la que nunca se es, podrías ser licenciado o graduarte de maestría pero por ello no eres un maestro. Este queha-ser humano no se mide en titulaciones ni en tableros escritos, es un acto de desdibujarse mientras se es, es un estar ha-siéndo-se  aunque nunca se sea, es un estilo de vida al que decides entrar desde el sueño mismo, antes de que el crepúsculo caluroso de la Costa, te avise que ha de iniciarse una jornada, con almas que al igual que la tuya han dejado de ser, para vestirse del color que el día les ofreció, un negro azabache opaco o un brillante y energético rojizo, que usan para pringarte hasta permitirte ser, en tanto te tinturas con sus tonalidades.

A veces deciden venir tinturados de tristezas, algunos otros de  violencia y casi que todos, llevan a clases las palabras soeces que sus padres guardaron en sus maletas esta mañana, algunos ni siquiera color llevan, se les ha olvidado desde hace tiempo poner color a su vida, su maestra de toda la primaria nunca  percibió el amarillo resplandeciente con que se vestía cada día, y su padre pringaba cada mañana con un café turbio aquel lienzo, que apenas cubría tres años de vida.

Cuando hay muchos tonos oscuros, termino tinturada con ello. Por su corta edad aún no saben fregotear, pero yo sí, así que gasto mis energías aclarando los grises lóbregos que han permanecido en esos lienzos estos últimos nueve años.  Además, gasto toda la noche limpiando el mío, me cuesta mucho trabajo, sin embargo nunca he perdido la esperanza en que siempre será posible pintar de otros colores, por ello mantengo mi lienzo en blanco para que ellos lo pinten con las tonalidades que quieran. Pienso en que debo enseñarles a renovar cada mañana el color de su lienzo. No es tan fácil hacerlo. He leído pedagogos que siempre dicen que deberíamos hacerlo. Otros dicen cómo.  A mí me sucede que muchos no quieren cambiar la tonalidad de su lienzo, o tal vez mi pedagogía no ha dejado de estar en el lugar de la teoría. Parece que la práctica no encaja en ella. Creo que debo hacer más, tal vez no más, mejor sería hacer otras cosas.

He oído de Dilia Mejía, una docente de una región que ha recogido los vestigios de la violencia, hoy “gran maestra” que ha podido cambiar a sus estudiantes, no desfalleció a pesar de las adversidades, no creo entonces que el problema esté en la pedagogía, debe entonces estar en la práctica del maestro, si ella lo ha venido haciendo es porque es posible. Desde la pedagogía puede apostarse a otro modo de ser, a la ensoñación de superación por el otro, que también eres tú, en tanto se hacen juntos. 

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Normalista Superior y filósofa
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Luis Fernando Burgos
Gran Maestro Premio Compartir 2001
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