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Mujeres luchadoras, pujantes y transformadoras de escenarios

Mujeres valientes mejoran y contribuyen al desarrollo de los colombianos a partir de hechos y acciones históricas. 

Mayo 3, 2017

Colombia, desde su ideología liberal, genera una libre expresión en cada uno de sus habitantes, de allí se parte en el autónomo desarrollo de la educación colombiana. La mujer es una ficha importante en el desarrollo de una sociedad. Es quien impulsa y fomenta a cada uno de los individuos desde su infancia hasta que llegan a una edad madura, conscientes de su proceso social y personal.

En este siglo, la mujer es autónoma, independiente, soñadora, inspiradora, docente, líder, posee cargos políticos, tiene voz y voto. Podemos inferir que ha dejado a un lado aquellos estereotipos creados por las personas que la rodean.

Desde el ámbito de la educación, la mujer es madre, amiga y acompañante de los procesos de sus estudiantes, sean niños, jóvenes o adultos. A partir de allí hace parte de los movimientos sindicales, en cada una de las movilizaciones o plantones que desde décadas se han realizado en las diferentes ciudades de Colombia, de la mano de los sindicatos (FECODE).

Recordando así La Marcha del Hambre, esto fue una gran movilización, que inició con una minoría de docentes del Magdalena Grande, defendiendo las políticas educativas, económicas y sociales del sistema imperante.  Las bases del éxito de esta marcha, fueron las mujeres quienes con valentía dejaron el seno de su hogar a un lado, saliendo triunfantes alcanzando el propósito de esta dura y ardua movilización. Junto a estas se unieron niños, trabajadores públicos, campesinos, que veían el esfuerzo de estos docentes por mejorar la educación en esos tiempos.

En cada una de las movilizaciones y plantones realizados estos últimos años, las mujeres son quienes llevan la voz y el mando, levantando y dando a conocer las inconformidades de sus colegas, a los entes gobernantes.

Podemos evidenciar en las votaciones a la junta directiva de EDUMAG (Sindicato de Educadores del Magdalena), cómo las mujeres son quienes alcanzan el alto número de votaciones, consiguiendo altos cargos, como la Presidencia o vicepresidencia. Pero no todo se ha realizado con respeto, hay personas externas que no confían en las capacidades de la mujer, buscando alternativas para desmeritar su labor, pero  esa valentía que nos caracteriza no ayuda triunfar y dejar a un lado dichos problemas.

Nosotras la mujeres, debemos sentirnos a gusto y dichosas por ser lo que somos, porque somos la creación más hermosa que Dios creó. No dejemos que los estereotipos creados por la sociedad influyan en nuestra vida, nuestra vocación, porque ser maestra es una profesión magnifica, agradable en la cual podemos mejorar el día a día de nuestros estudiantes. 

"No creo en el eterno femenino, una esencia de mujer, algo místico. La mujer no nace, se hace". Simone de Beauvoir.

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Estudiante del Programa De Formación Complementaria, Primer Semestre de la Escuela Normal Superior María Auxiliadora de Santa Marta.
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Martial Heriberto Rosado Acosta
Gran Maestro Premio Compartir 2004
Sembré una semilla en la tierra de cada estudiante para que florecieran los frutos del trabajo campesino en el campo que los vio nacer