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Pequeños gigantes
El verdadero reto de las instituciones a nivel pre-escolar es integrar todas las áreas del aprendizaje, para que así se favorezca el logro de este proceso de manera muy natural.
Jugando, cantando, creando, escuchando, así se aprende una segunda lengua en la edad pre-escolar, y la manera más natural de enseñarla es interesándose por las necesidades y deseos reales de los niños. El verdadero reto de las instituciones a nivel pre-escolar es integrar todas las áreas del aprendizaje, para que así se favorezca el logro de este proceso de manera muy natural.
En mi experiencia como docente de inglés y también como coordinadora de proyectos de bilingüismo en primera infancia, soy una plena convencida de las capacidades de los niños a esa edad tan temprana para aprender una segunda lengua y también de los efectos beneficiosos que tienen para ellos a nivel neurológico.
Si hay algo que se debe tener muy claro, es que se debe favorecer ante todo la adquisición de la lengua materna. Es así, como la intensidad horaria de las clases de inglés van aumentando dependiendo de la edad y madurez de los estudiantes.
Dentro de la dinámica de la clase se deben establecer rutinas, por ejemplo, iniciar con una canción, y seguir con un refuerzo de vocabulario que se repita continuamente, y de diferentes formas, haciendo uso especial de imágenes, ya que refuerza mejor los conceptos, otra herramienta muy efectiva son los bits de palabras los cuales ayudan a una lectura en Inglés a través de la estimulación de la memoria visual.
Sin embargo, una de las claves para el éxito de este proceso, es el uso continuo de comandos en Inglés, el cual permite minimizar el tiempo que se habla en Español paulatinamente, y los niños cada vez comprenden más y siguen instrucciones efectivamente en Inglés, obviamente con el uso apropiado de recursos visuales, modelos, y buen uso del gran recurso docente: la voz.
Por otro lado, el aprendizaje de una segunda lengua consta de dos etapas: la silente, en la cual el niño no produce mucho lenguaje, pero si recoge todos los inputs a nivel de reconocimiento auditivo y visual, esto se da especialmente en la primera etapa pre-escolar; y la segunda etapa es la de producción temprana que es cuando ya el niño empieza a organizar toda la información adquirida en la etapa silente y se siente confiado para hablar y producir pequeños textos orales e incluso escritos en Inglés.
La primera infancia es la etapa del aprendizaje de largo plazo, es decir, lo que nunca se olvida y también de maduración física y emocional, por ello es vital motivar a los niños, ponerse en los zapatos de ellos, el docente debe ser un poco niño también, pero sin perder el foco y la conciencia que en nuestras manos tenemos unas plastilinas para ser moldeadas y pulidas.
Recuerda los niños son pequeños GIGANTES y nos dan grandes lecciones de vida.
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