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¿Por qué el acoso escolar es un problema de todos?

El problema del acoso escolar merece una intervención desde las directivas y docentes de los colegios.

Agosto 16, 2016

La poca intervención de los colegios en los casos de discriminación y acoso escolar es un tema inquietante. Aunque a veces el problema pasa desapercibido, lo cierto es que es posible notar ciertas señales que dan pistas de quien puede o no ser víctima de matoneo. Sin embargo, la realidad es que tanto docentes y directivos no saben muy bien cómo actuar en estas situaciones y se han creado pocos protocolos para prevenir y erradicar estas situaciones de raíz, antes que lleguen a consecuencias devastadoras y violentas.

Uno de los caminos para superar y sobreponerse a la intolerancia es a través de la información y el conocimiento y una herramienta como esta va en línea con dicho precepto. En muchos casos, la discriminación empieza por la misma ignorancia hacia lo distinto y lo diferente.

La gran controversia de las cartillas del Ministerio de Educación y del supuesto manual que apareció de “adoctrinamiento de género” dejó de lado el valioso esfuerzo de este material pedagógico por instaurar medidas que permitan evitar la discriminación en ambientes escolares. Es gracias a esta discriminación, que se origina por diversos motivos, que se dan las raíces para situaciones que desembocan en un acoso escolar. Ahora, el problema del acoso escolar adquiere mayores dimensiones cuando pasa de lo anecdótico a lo sistemático. Es ahí donde debería existir una intervención de docentes e incluso, padres de familia.

Al mirar este manual, que infortunadamente no será utilizado por el Ministerio, considero que debería apreciarse el primer intento que se hace en el ámbito educativo en Colombia por aclarar conceptos relacionados con orientación sexual, género e identidad de género. Efectivamente, uno de los caminos para superar y sobreponerse a la intolerancia es a través de la información y el conocimiento y una herramienta como esta va en línea con dicho precepto. En muchos casos, la discriminación empieza por la misma ignorancia hacia lo distinto y lo diferente.

Asimismo, las escuelas son el espacio adecuado para gestar actitudes de tolerancia y respeto, que en realidad se ven ausentes en muchos contextos de la realidad colombiana. Basta con ver algunas de las pancartas que se vieron en la marcha del 10 de agosto, con un claro toque xenofóbico y discriminatorio hacia la comunidad LGBTI y la ministra de educación. Espero que, a pesar de las manifestaciones y los mensajes de rechazo de algunos padres de familia, la intervención en los manuales de convivencia sea el primer paso para que los colegios sean más conscientes de su papel dentro de las situaciones de acoso escolar y cómo ellos pueden ser responsables de generar mejores ambientes para sus estudiantes.

Por último, me gustaría citar a Alba Reyes, la madre de Sergio Urrego que interpuso la tutela ante la Corte Constitucional y cuyo esfuerzo ha logrado que se tomen medidas desde el gobierno para evitar situaciones de matoneo. En un video publicado por El Espectador, ella lanza una pregunta que vale la pena que los padres de familia se hagan para que entiendan la importancia de esta medida: “¿Nosotros estamos revisando lo que les ocurre a nuestros niños realmente dentro de las escuelas? Creo que no”. Esta medida de revisar y replantear los manuales en últimas lo que busca es que las escuelas sean ambientes sanos y libres de discriminación, sin importar el motivo. Y así como Alba Reyes lo afirmó, la idea de reestructurar y reevaluar estos documentos va en favor de los niños y jóvenes de nuestras escuelas. Citando de nuevo sus palabras: “No convirtamos las escuelas en cárceles con códigos penales contra ellos”.

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Escrito por
Comunicadora social y periodista
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Melva Inés Aristizabal Botero
Gran Maestra Premio Compartir 2003
Abro una ventana a los niños con discapacidad para que puedan iluminar su curiosidad y ver con sus propios ojos la luz de la educación que hasta ahora solo veían por reflejos.