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Señor rector soy transgénero

Abril 4, 2015

La siguiente es una experiencia personal. Sucedió hace tres años. Siendo yo el rector.  Un día cualquiera, caminaba por uno de los pasillos de aquel colegio,  allí fui abordado por un estudiante, era un jovencito, me saludó muy amablemente y preguntó: “¿señor rector usted me puede atender?”. Lo miré a los ojos y le dije ¡con mucho gusto! ¿En qué le puedo servir?, él respondió: “me gustaría que me atendiera en su oficina, tengo algo muy importante que dialogar con usted”, de inmediato lo conduje a ella, una vez allí, él se sentó y sin pensarlo mucho y con toda la seguridad, me dijo señor rector “soy transgénero”.

Creo que mi rostro manifestó muchas cosas, en fracción de segundos por mi pensamiento pasaron muchas ideas, interiormente me dije: eres el rector, sé prudente con lo que expresas.  No cuestioné ni reproché nada, tan solo pregunté ¿cuántos años tienes?, él me respondió: “17 años señor rector y por ello he venido a hablar con usted, he tomado la decisión de cambiar mi nombre, ya que se aproximan las diligencias para sacar mi cédula de ciudadanía, quiero cambiar la identidad de mi género, quiero que me llamen María Alejandra, de igual manera ya estoy realizando todas averiguaciones pertinentes para mi transformación de manera progresiva”.

Con toda propiedad me explicó lo que significa ser transgénero, me relató la manera como había llevado su vida hasta ese momento, según él, atrapado en un cuerpo de hombre,  y mientras este joven contaba su experiencia, yo en mi interior organizaba las ideas. Ese día ratifique que muchas instituciones educativas, directivos, maestros, estudiantes y padres de familia no estamos preparados para asumir esta clase de situaciones, creemos que  nunca se nos presentaran dichas realidades en nuestras comunidades educativas.

Conservé la calma, asumí una actitud de escucha, estuve muy atento a su conversación, al final del encuentro acerté a manifestarle mi apoyo y le prometí estar en contacto con él, le pedí que me diera un tiempo para asimilar la información que me había compartido y para buscar apoyo, él acepto mi propuesta y me dijo: “estaré pendiente de nuestra nueva conversación” se despidió y salió de la oficina.

Sin pensarlo mucho y con toda la seguridad, me dijo:“señor rector soy transgénero”

Cuando él salió de la oficina, deduje que no estábamos preparados, que el tema no estaba agendado y mucho menos planificado en la vida institucional, concluí que en el colegio  necesitábamos ayuda para asumir de manera racional y asertiva el caso de este joven; organice mis ideas y primero que todo abrí mi mente, tomé la decisión de no ser primario en mis reacciones y actuaciones, le comenté el caso a la orientadora escolar, ella manifestó su sorpresa y me preguntó: ¿y ahora qué vamos a hacer?, confesamos que los dos necesitábamos apoyo y lo buscamos para nosotros, fue entonces cuando recurrimos a los programas de la Alcaldía local, allí nos encontramos a un grupo de profesionales y personas de la comunidad LGBTI, quienes realizaron conferencias y talleres de sensibilización a los docentes: tengo un recuerdo muy positivo de la experiencia, “Café y Género”, esa actividad nos abrió los ojos y nos sirvió para entender que la escuela de hoy y del futuro debe estar preparada para integrar y hacer felices a todos por igual.

Ese fue un año especial para nuestro colegio, los docentes y la institución tuvimos muchos saberes, nos dimos la oportunidad de aprender alrededor de este caso, en  los meses posteriores crecimos en la capacidad para hacer sentir bien a nuestros estudiantes, la sinceridad y la valentía de este joven y su situación le plantearon retos a nuestra institución y a nuestro quehacer como como maestros. 

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Carlos Enrique Sánchez Santamaria
Gran Maestro Premio Compartir 2011
Con el apoyo de las tecnologías logré que los estudiantes convirtieran el pasado de exclusión que vivió éste municipio lazareto en un pretexto para investigar, conocer la historia y conectarnos con el mundo.