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Ser docente: la mejor profesión del mundo, es la peor en mi país

¡Quiero ser maestro! Vaya, que expresión para esas personas que ven la educación con ojos de cristal. ¿Cristal? ¿Por qué de cristal?

Junio 13, 2017

Vamos, no es tan difícil distinguir las profesiones que están siendo catalogadas jerárquicamente en este “país”. En lo alto del pino, tenemos a los congresistas; estos personajes de la clase “política” respetados por su cargo pero no por su papel. Más abajo tenemos al “sector privado”, abarcan ingenieros, doctores, administradores, etc. Sin ninguna intención de dañar al país buscan mejorarlos con sus conocimientos y servicios. Y más abajo tenemos al grupo “cristales” conformado por los docentes, servidores públicos, microempresas de sustento.

Este último grupo, si ese, el de cristal, encontramos a los maestros. Es llamado así por la delicadez que lo rodea, esa membrana del amor por ser cada día mejor. Un sentimiento fuerte que entrelaza un mundo pero que a su vez algunos países acaban.

En él están las personas que buscan desde el cenáculo de la pasión afrontar la responsabilidad de formar personas capaces de deshacer ese nudo del país y llevarlo por un buen camino, dándoles el impulso a que sean parte de los clanes de mayor rango. Qué ironía, maestros trabajando y ganando menos, para formar personas que ganarán más.

Pues en este punto ya se dieron cuenta. Así es, la mejor profesión, el ser maestro, es la peor en mi país. Y no por definición propia ni porque alguien la dijo. Hablo por la manera en que es tratada, utilizar la palabra despreciada no estaría tan lejos de lograr la posición que los altos mandos les están dando en estos momentos a los educadores de este país. Me pregunto: ¿Qué clase de educación habrán recibido esas “personas”?

Es inevitable para las personas de la sociedad no “pelar la pepa de los ojos” cuando les decimos que ganamos menos que otras profesiones. Un maestro, el formador de la educación de los niños, jóvenes de este país está ganando menos, cuando debería ser al contrario. Un pilar es el primero que se construye antes de poner el puente. Si el pilar no está fuerte, el puente se caerá. ¿Así quieren los altos mandos de este país que suceda con la educación? Mientras que los docentes luchan por sobrevivir, ya no les basta decir, lo hago por amor. ¡El cristal se está rompiendo!

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Escrito por
Estudiante de IX (noveno) semestre de licenciatura en educación básica con énfasis en educación física, recreación y deportes de la Universidad de La Guajira.
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Luis Fernando Burgos
Gran Maestro Premio Compartir 2001
Revivo los mitos y leyendas para invitar a los duendes a guiar procesos de investigación.