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Voces de maestros
Como educadores, debemos estar en constante búsqueda de conocimiento, pues los docentes estamos llamados al conocimiento y al aprendizaje.
La reconstrucción de las voces de maestros es siempre compleja de restaurar al pie de la letra, pues se tiene la acción y la estrategia puestas en escena. En este sentido, la experiencia pedagógica está en movimiento, tiene sentido, posee mucha información que devela necesidades, pero al mismo tiempo posibilidades el sujeto de la información sabe muchas cosas, se pasa el tiempo buscando información, lo que más le preocupa es no tener bastante información, cada vez sabe más, cada vez está mejor informado, pero en esa obsesión por la información y por el saber y por el saber (pero por el saber no en el sentido de “sabiduría” sino en el sentido de “estar informado” 1 (Larrosa, 2011) el sujeto de información es el maestro y es el mismo el que debe ser cuidadoso en restaurar sus propios pensamientos, su propia información.
Cuando se dice que el maestro es el sujeto de la información también implica que este es el mismo responsable del testimonio que propaga a sus estudiantes La información cualquiera sea su contenido va deprisa y se propaga. Sin embargo, al final se reduce a un estímulo que resulta ser efímero para unos, pero que sin duda perdura para otros transformándose en prejuicios (Bermúdez,2018) sin embargo, prejuicios es algo que los maestros no deberían tener en su haber pues, en mi concepto somos sujetos de saber y de conocimiento, más nunca de prejuicios pues estos son creencias adjudicadas por la sociedad que los maestros evidentemente deben investigar.
Este prejuicio acerca de la sexualidad es lo que el profesor Bermúdez toma como referencia para investigar, pues está informado y al tanto de cómo sus estudiantes dentro de su plantel educativo ven y viven la sexualidad, de cómo plantean la información y lo más importante qué clase de información consumen y cual es el punto focal de la misma. Los resultados que ha arrojado su investigación redujeron a cero los embarazos no deseados en el colegio Gerardo Paredes en la localidad de suba, se ha encontrado con prejuicios que incitan los propios padres de los estudiantes sin saber claramente que ellos son el primer punto de información que tienen los chicos.
¿Qué clase de relación existe entre padres e hijos?
Esta pregunta surgió después de muchos testimonios de sus estudiantes muchas veces la relación de los estudiantes y los padres de familia no es la más estrecha, los padres encasillan y limitan en información a sus hijos (Bermúdez,2018) y esto es algo que según el profesor Bermúdez ha explorado hasta el punto de tener que recordarles a sus estudiantes cuáles son sus derechos sexuales y reproductivos.
Estos derechos durante nuestra corta visita a la institución se vieron vulnerados no sólo por sus padres, sino también por sus compañeros e incluso en su entidad de salud, donde no les dan la información correspondiente porque son menores de edad. Es en estos casos donde se vulnera el derecho que ellos tienen a saber y conocer una información que no debería tener restricción de ninguna clase.
Vivir en la sociedad de información funciona como si se dijera sociedad del conocimiento sin límite, acceder al conocimiento en esta era no es complicado lo difícil es saber diferenciar y poder verificar la información que se está consumiendo nosotros, en nuestra arrogancia, nos pasamos la vida opinando sobre cualquier cosa sobre la que nos sentimos informados. Y si alguien no tiene opinión, si no tiene una posición propia sobre lo que pasa, si no tiene un juicio preparado sobre cualquier cosa que se le presente, se siente en falso (Larrosa,2011) y es por esta misma arrogancia que no hacemos el mínimo esfuerzo de verificar lo que estamos difundiendo y pregonando a voces.
Si es que la información es algo que se supone debe brindar una ventaja sin importar las barreras que se pueda presentar es siempre importante la información fehaciente, no es posible medir el alcance de la tecnología en el siglo XXI y menos los mecanismos que se usan para difundir la información pues constantemente nos están vendiendo situaciones o cosas que no son necesarias. Pero la sociedad del conocimiento jamás discrimina la información, pero si discrimina al que es diferente, es la arrogancia y la prepotencia que posee y caracteriza a este siglo. Como maestros debemos estar en constante búsqueda de conocimiento no es algo que pueda hacerse solo de vez en cuando pues educar exige la rigurosidad de investigar de manera integral, pues los maestros estamos llamados al conocimiento y al aprendizaje.
Finalmente, el prejuicio que no solo los padres de familia, sino que también muchos de nosotros manejamos frente a muchos temas cotidianos, hacen que nos encasillemos y nos limitemos y limitemos la información de un tema que es sensible o que simplemente no es agradable de conversar, sin embargo, La veracidad de la información es algo que siempre será un tema del que hablar. Pues cada día trae su afán y con esto toneladas de información que puede ser manipulada según las posibilidades y necesidades del otro contar con información veraz y honesta siempre será complejo.
Agotar todas y cada una de las fuentes de información y ser críticos a la hora de leer, escuchar o incluso difundir información es lo que hará la diferencia a la hora de hacer veraz la información y con ello crear una ventaja real. La sociedad del conocimiento va de prisa y cada día que pasa vemos como todo pasa como testimonio (información) real sin comprobar si está manipulada y simplemente nos está encasillando una vez más creando prejuicios.
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