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Atender la inequidad educativa; elemento fundamental para incidir en la movilidad social

Este artículo es una invitación se hace extensiva a la comprensión de la inequidad dentro de los sistemas escolares. 

Febrero 27, 2018

Colombia representa un caso suigeneris en América latina en relación con la movilidad social y la movilidad educativa, mientras en el resto de países esta depende del “estatus” socioeducativo y sociocultural de las familias, en el país además, depende del estatus socio económico de la población en términos de cantidad, calidad y distribución de ingresos.

Lo paradójico es que en Colombia la economía no solo es fuerte con respecto al resto de los países sino que viene creciendo de manera importante, esto supondría una alta movilidad social y posiblemente una alta movilidad educativa.

¿Por qué entonces es tan baja la movilidad social y educativa en el país? ¿Cuáles son las políticas acciones y directrices que deben ser tenidas en cuenta para atender esta problemática?, ¿Dónde radica la inequidad del sistema educativo?

Existen brechas en cada uno de los niveles del sistema educativo, son marcadas las diferencias de calidad acceso, cobertura y permanencia en diferentes sectores de sistema educativo y aun son marcadas las diferencias en la formación por géneros así como los resultados obtenidos en competencias básicas.

Aceptando la invitación que nos hace el PNUD y su equipo de trabajo en Desarrollo Económico Incluyente, a propósito de discutir en el escenario educativo las relaciones que inexorablemente se establecen entre inequidad social e inequidad escolar, se precisa ahondar en los factores que inciden en la movilidad social educativa; en las posibilidades de acceso, cobertura y pertinencia educativa; en la políticas y estrategias que dentro de los sistemas escolares permitan incidir en la reducción de la inequidad escolar y posterior inequidad social.

Esta invitación se hace extensiva a la comprensión de la inequidad dentro de los sistemas escolares. La inequidad escolar, aunque está relacionada con los factores que determina la inequidad social, requiere ser analizada fundamentalmente desde una óptica pedagógica que determine los factores asociados al desarrollo de los individuos y de los diversos grupos humanos al interior de los sistemas educativos en cualquier nivel y región.

La calidad, acceso y pertinencia de la educación como “bien social”, define de alguna manera la posibilidad de ingresos, cobertura en salud y movilidad social futura de individuos y poblaciones, de igual forma, el no establecer condiciones y oportunidades equitativas en los escenarios educativos implica además de baja movilidad social, baja movilidad académica específicamente frente a los procesos de desarrollo de habilidades, aptitudes y competencias, limita la participación y construcción social que a mediano y largo plazo genera costos educativos y posteriormente sociales, entre ellos: la desesperanza y la exclusión permanente de los sistemas escolares, de producción y de reconocimiento social, incluso estando vinculados los sujetos y los grupos al sistema mismo.

Un individuo o grupo de individuos que dentro de los sistemas escolares no desarrolle sus competencias, habilidades y talentos en forma integral está condenado al fracaso escolar y social. Puede incluso estar cobijado por políticas de inclusión y permanencia dentro del sistema educativo y a su vez, estar abandonado al interior de la escuela sin la movilidad de sus estructuras metales cognitivas, valorativas y de acción como dimensiones fundamentales.

La movilidad y cambio social dependen directamente de la educación y de los sistemas escolares que propendan por verdaderas transformaciones del potencial humano en el país, en la región y en cada uno de las instituciones y niveles del sistema escolar colombiano.

La escuela y los sistemas educativos aportan en la reconfiguración de los saberes generales y específicos de los sujetos, permiten la movilidad cognitiva, afectiva y de acción de los sujetos en un contexto social pero sobre todo en el contexto escolar, le permite alcanzar grados y niveles distintos de compresión, interpretación y reproducción de saberes locales y universales que le son necesarios ya no solo para desenvolverse en el mundo sino para comprenderlo y poder tomar decisiones sobre su propio destino.

Mientras las políticas, los currículos, las reflexiones pedagógicas y acciones educativas de los sistemas educativos permanezcan indolentes e incluso inocentes de esta realidad se incrementara el abandono, la inequidad y la exclusión dentro del sistema mismo.

Mientras no se comprendan las necesidades educativas y de desarrollo de hombres y mujeres, niños y niñas, adolescentes y poblaciones con necesidades educativas especiales de manera integral, más allá de disposiciones administrativas y económicas, se seguirá abandonado y excluyendo pedagógicamente a todos los grupos etarios, particularmente a los más vulnerables.

Mientras la escuela y la educación no comprenda la necesidad de formar individuos más equilibrados en su “ser” y “hacer” seguirán disminuyendo las oportunidades a quienes no caben en modelos universales y hegemónicos, modelos excluyentes de la diversidad y la diferencia como elemento constitutivo de la misma realidad escolar y social.

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* Publicado bajo licencia Creative Commons-Reconocimiento-No comercial-4.0 International (CC BY-NC 4.0).

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.
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La Revista de Educación y Desarrollo Social de la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad Militar Nueva Granada, es una publicación científica, semestral dedicada a la difusión de temas relacionados con todos los ámbitos de la educación.
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Martial Heriberto Rosado Acosta
Gran Maestro Premio Compartir 2004
Sembré una semilla en la tierra de cada estudiante para que florecieran los frutos del trabajo campesino en el campo que los vio nacer