Covid 19, economía y educación

La educación no ha preparado a nadie para enfrentarse a la vida como realmente es y nos quedamos en teorías. Al estilo de Bandura: cada quien aprende por el comportamiento del otro.

Junio 1, 2020

El flagelo que ha significado para la humanidad esta nueva pandemia llamada Covid-19 es una prueba de fuego sobre la educación que ha recibido la humanidad. Hasta hace unos pocos meses, se consideraba al viejo continente con sus países, “las naciones más avanzadas sobre la tierra”; primero y sobre todo en materia de educación. Pero ahora, a inicios del año 2020, cuando debieron demostrar su superioridad, fracasaron en el intento.

En primer lugar, los infectados nunca debieron salir de Wuhan; no después de haber comprobado la gran velocidad a la que se contagia el virus de persona a persona, pero hubo un motivo más fuerte que el interés por el bienestar humano: “la ambición por el dinero” y lo que es todavía más vergonzoso, el eterno deseo de mantener el poder.

Los países que le llevan la delantera a América Latina, en todos los aspectos, no pudieron entender a priori lo que en un futuro cercano iba a significar, una epidemia como la que había iniciado, y esto no sucedió por falta de conocimientos, sino por temor a perder lo que en materia económica han ganado hasta el momento, creyéndose a nivel mundial que es la potencia emergente del siglo XXI, y que tiene una fuerte tendencia a enfrentar a los Estados Unidos. (Gómez-Maseri, S. 2020).

Por esa misma razón, el presidente Donald Trump, un país que está escalafonado de primero entre 195 naciones, según el Global Health Security Index. Lo que indica que es el país con mayor desarrollo científico del mundo, no se mostró preocupado por el Covid-19, hasta cuando no se convirtió en el país con más número de infectados a nivel mundial, y al mismo tiempo registra el mayor número de contagiados.

Ahora bien según de Moura Castro, C., & Verdisco, A. E., se suele considerar que hay una relación directa y positiva entre riqueza y desarrollo: mientras más rico es el país, más alto es su nivel de desarrollo económico. Además se acepta universalmente que la educación es un elemento fundamental para aumentar la productividad y mejorar el bienestar personal. (2004)

Acabamos aquí de encontrar la trilogía que está desgarrando al mundo en este momento: una pandemia, la economía mundial, y la tan preciada educación. Tal vez para algunos la educación no tiene la culpa de lo que está sucediendo, y probablemente no la tenga desde su filosofía original, desde dónde se enfoca la educación, en que un ser humano logre aprender las cosas que necesita para desempeñarse con éxito en el mundo, pero llegado a este punto se puede preguntar: ¿Qué es lo que necesitan los seres humanos para tener éxito?, los países que están padeciendo las consecuencias del contagio del Covid-19, cuentan con población que en su mayoría ha asistido a la escuela, o sea que no son analfabetas, un buen porcentaje ha terminado sus estudios de secundaria y una cantidad representativa de la población ha logrado llevar a cabo una carrera y están formando parte de la vida económica de los países a los cuales pertenecen.

Pero son esas mismas personas, las que ahora, ante las circunstancias que estamos viviendo, expresan un temor natural por practicar la profesión que eligieron, son las mismas que perciben al mundo como lo conocemos, como algo inmejorable o insustituible, son las mismas que se muestran incapaces de aceptar los cambios, seres humanos que no han sido educados para convivir con las limitaciones de los demás, y que no han entendido el papel que juega cada uno en la historia del otro.

Por lo tanto, desafortunadamente hemos de aceptar, que la educación no ha preparado a nadie para enfrentarse a la vida como realmente es, nos quedamos en teorías, porque al estilo de Bandura: cada quien aprende por el comportamiento del otro (Escaño-Hidalgo, 2018). La economía, la medicina, las leyes o los laboratorios, no son suficientes para lo que el ser humano debe enfrentar.