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Del maestro y el maestro investigador
El artículo trata de las dos caras que tienen los maestros como formadores e investigadores.
Esta claridad es necesaria pues: “La primera distinción hace referencia al oficio del maestro. O se es maestro o se es investigador o se es investigador y maestro o se es maestro investigador”. Y de esa clarificación que estos investigadores cuestionan, personalmente tomo las acepciones de maestro y maestro investigador.
En el caso específico de maestro, la acepción se puede relacionar con el usuario del conocimiento elaborado por otros para ponerlo luego al servicio de las didácticas y de las metodologías mediante la enseñanza.
Es válido preguntarse, ¿cómo se es maestro?: y, ¿qué es ser maestro? En sus avatares, Fernando Vásquez Rodríguez habla de algunas clases de maestros y los relaciona con ese aspecto de cambio, de muda, de asumir varis facetas para distintos fines concluyendo que el término de avatar lo aplica porque no hay una sola forma de ser maestro, pues “la piel del maestro está en constante trasformación”.
Hoy, cuando nos encontramos ante sociedades del conocimiento, la pregunta es: ¿Qué hacen los maestros en esta sociedad?, ¿cuál es su papel? Este maestro de la modernidad está inmerso en la sociedad del conocimiento, hace parte de comunidades académicas más que científicas, y su compromiso consiste en que los jóvenes se interesen por su formación como individuos, que sea asombren con el conocimiento y con la ciencia, que sean observadores y cuestionadores de su entorno y estén interesados por la investigación, para que en esa ruta se encuentren con maestros investigadores, particularmente en la educación superior.
El maestro debe estar en continua búsqueda de novedades acerca de cómo hacer su oficio mejor. Por eso lee, indaga, cuestiona, se apropia de teorías; de alguna manera implícitamente hay en éste una incipiente actitud científica.
La otra cara del maestro
Retomando la inquietud inicial, veremos la otra cara del maestro: el maestro investigador. Cuando se es maestro investigador, estamos ablando de las cualidades que debe tener esa persona, las mismas de cualquier investigador que se apropia del termino investigador: debe sentir amor por la ciencia, curiosidad, insaciable tenacidad y disciplina, capacidad objetiva, la necesidad de formación permanente, hacer de cada actividad cotidiana una investigación, tener los hábitos de la lectura y la escritura, herramientas fundamentales para registrar lo que observa y dar explicación a lo que sucede en el aula y fuera de esta.
Lea el contenido completo en la publicación ‘Aula Urbana’ del IDEP.
*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.- 76 lecturas