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Educación Media en humanidades, una alternativa de vida para los jóvenes
La experiencia educativa colombiana posibilita alternativas desde la educación media para garantizar un proceso de acompañamiento en la formación personal y profesional.
La política educativa en el Distrito Capital de Bogotá, a fin de superar la exclusión de los jóvenes de la cobertura educativa superior, ha querido mejorar y cualificar los procesos de enseñanza y aprendizaje en la Educación Media. En primer lugar, hay muchos jóvenes que no pueden o no quieren continuar estudios; en segundo lugar, la carencia o debilidad de este tipo de formación, hace que la experiencia educativa sea puente entre la capacitación y la inserción productiva y positiva en la sociedad; por lo tanto, “el puente está quebrado” para algunos jóvenes (Gómez y Otros, 2009). Desde una perspectiva dinámica, se pretende responder a los intereses, motivaciones, riquezas y saberes para generar posibilidades de inclusión social desde la lógica cultural juvenil del mundo de hoy.
Los estudios sociales y económicos expresan que estamos en un mundo globalizado y frente a esta realidad se requiere plantear alternativas de solución a las necesidades de la población juvenil, a la orientación y consolidación de su proyecto de vida para dar respuestas a los retos del cambio social. Es un trabajo que se puede desarrollar mediante una perspectiva interdisciplinaria que conlleve a la integración del conocimiento.
En este escenario, se ha pensado en una propuesta de Educación Media que responda tanto a las necesidades y expectativas de los jóvenes, como a la formación de ciudadanos autónomos, responsables, competentes y autogestores de su propio conocimiento.: “hay que buscar nuevas metas educativas para una educación secundaria, dirigidas más a desarrollar en los estudiantes capacidades formativas que les permitan afrontar los cambios culturales dados no solo en la vida social, sino concerniente al perfil profesional y laboral” (Pozo, 2002, p. 9). Así, se articulan a la vida productiva, superando las barreras de la exclusión social y al academicismo que ha agudizado la ventaja comparativa entre quienes pueden continuar sus estudios de Educación Superior y quienes se vinculan al mundo del trabajo, vendiendo su mano de obra no calificada y recibiendo bajos ingresos salariales, suficientes, solo para subsistir.
Desde diversos planes de la política educativa de la ciudad, se ha buscado aumentar la oferta educativa y establecer estrategias que visibilicen otras posibilidades a la población juvenil, entre ellas, aumentar la cobertura educativa, la vinculación al mundo del trabajo con mejores condiciones salariales y con más sentido de vida, así como mayor acceso de los jóvenes a la Educación Superior. El Plan Sectorial de Educación 2004-2008 “Bogotá una Gran Escuela” fue el primero que empezó a consolidar dicha estrategia; el Plan Sectorial de Educación 2008-2012 “Educación de calidad para una Bogotá Positiva” continuó en la dinámica de fortalecer una Educación Media que garantizara mejores condiciones de formación y cualificación de los jóvenes desde una Educación Media Especializada, con la cual se realizaran transformaciones en la escuela en los ámbitos “pedagógico, administrativo, físico y organizacional de tal manera que los grados 10º y 11º asimilen y desplieguen contenidos y metodologías apropiadas y pertinentes de la Educación Superior, a través de la semestralización del plan de estudios, la adopción del sistema de créditos académicos y ciclos propedéuticos, la implementación de formas de evaluación académica tipo universitario, el impulso de la investigación científica aplicada, la implementación de la docencia a partir de la libertad de cátedra, el desarrollo de opciones de movilidad estudiantil entre los colegios (…)” (p. 74).
Para ello, “La SED ampliará los programas y proyectos dirigidos a generar opciones formativas relacionadas con el acceso al mundo del trabajo, el desempeño de la población egresada del bachillerato, la continuidad en la cadena de formación, la búsqueda de opciones para el acceso a la Educación Superior y, en general, para fortalecer la formación laboral de los jóvenes.
Estas acciones buscan asegurar la continuidad y sostenibilidad de los programas iniciados en los últimos años para atender la educación de los jóvenes y superar inequidades y exclusiones existentes, en especial en los estratos 1, 2 y 3” (p. 62).
En este marco, se expidió la Resolución 2953 del 14 de septiembre de 2011 por medio de la cual se “autorizan las condiciones administrativas y académicas en los Colegios Oficiales que forman parte del Programa de EMF del Distrito Capital”.
Tal Resolución plantea en su artículo primero el programa de Educación Media Especializada como “un proceso de profundización en un área o campo del conocimiento de acuerdo con los intereses, capacidades, talentos, ritmos y estilos de aprendizaje del educando.
Por lo tanto, la institución educativa organizará la intensificación de conformidad con las orientaciones curriculares del Proyecto Educativo Institucional (PEI)”. Complementariamente, el parágrafo del artículo segundo le otorga “el carácter de innovación pedagógica” a los colegios que continúan en su proceso de implementación, entre los cuales se encuentra el Colegio Francisco Javier Matiz.
En el año 2013, en el marco de “Bogotá Humana” y a partir del proyecto 891 del 22 de enero se establece la “Educación Media Fortalecida y mayor acceso a la Educación Superior” cuyo objetivo es: “Transformar y fortalecer la Educación Media distrital mediante la consolidación de una oferta diversa, electiva y homologable con la educación superior que promueva la continuidad de los estudiantes en este nivel educativo, para generar en ellos mayores oportunidades en el mundo socio-productivo”.
Para el logro de tal objetivo se busca brindar a los jóvenes mayor acceso a la educación superior pero ya desde la estrategia de la homologación de créditos académicos.
Si bien, se trata de un soporte legal, hay, sobre todo, una incorporación respecto a la diversidad, lo cual se hace compatible con Berger cuando afirma que:
La propuesta de EMF bajo el proyecto 891, establece 6 áreas del conocimiento para potencializar la educación media: artes y diseño; ciencias naturales (biología, química y física); matemáticas, ingeniería y tecnologías; ciencias económicas y administrativas; humanidades y lenguas; y deportes y educación física.
En este escenario, el colegio Francisco Javier Matiz, Institución Educativa Distrital, ubicado al sur de Bogotá, en jurisdicción de la localidad cuarta –San Cristóbal– de las veinte con que cuenta la ciudad, decide en el año 2009 especializar la Educación Media desde las humanidades, siendo una de las cuatro instituciones piloto en esta área.
Se empezó a dar respuesta al currículo, a los intereses y necesidades de los jóvenes de manera más integral y sustentada en el Proyecto Educativo Institucional “Comunicación y Valores, un Proyecto de Vida” y se comenzaron a generar reformas a nivel pedagógico, académico y organizacional.
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