El abrazo del cine colombiano

La primera nominación a los premios Oscar que recibe Colombia, de la mano de Ciro Guerra y su film “El abrazo de la serpiente” es una señal positiva que evidencia el crecimiento de las industrias creativas del país.

Enero 23, 2016

Con gran emoción y alegría, Colombia recibió su primera nominación a los Premios Oscar de la mano de la película “El abrazo de la serpiente”, dirigida por Ciro Guerra. Oriundo del municipio Río de Oro localizado en Cesar, el nombre de Ciro Guerra es bastante familiar para la industria del cine colombiano. Su primer largometraje, “La sombra del caminante”, gozó de cierto renombre y fue seleccionado en 60 festivales de todo el mundo. Posteriormente, le siguió su segundo film: “Los viajes del viento”, que también estuvo presente en varios festivales de todo el mundo.

Sin embargo, el logro alcanzado por “El abrazo de la serpiente” es un hecho sin precedentes en la historia del país. La película, totalmente a blanco y negro, narra la experiencia de dos exploradores dentro de la selva amazónica colombiana y su contacto con las comunidades indígenas que ahí habitan. Un film que se caracteriza por sus planos largos, lentos y amplios para capturar la magia de los paisajes y el misterio de esta región del país. Un estilo que sin lugar a dudas, se aleja de temáticas relacionadas con la violencia o el narcotráfico y que explora el lado extraordinario de Colombia.

Sin importar si este film se lleva o no la estatuilla, este tipo de reconocimientos dejan un sabor positivo de cómo ha seguido creciendo la industria del cine en el país y la gran cantidad de talento que existe. Además, la línea narrativa de “El abrazo de la serpiente” pone en evidencia que existen muchas historias por contar en el país que tienen potencial cinematográfico y que causan interés en otros entornos.

Sin lugar a dudas, políticas públicas como Ley 814 de 2003, también conocida como La Ley de cine, han sido útiles para aumentar la proliferación de producciones y permitir que existan recursos e incentivos para realizadores. Convocatorias también como la de Proimágenes, permiten que talentos cuenten sus historias y obtengan financiación para sus proyectos, ya que realizar cine de calidad no es una actividad de bajo costo.

A pesar del panorama positivo, hay varios retos en el ámbito cinematográfico. Primero, hace falta aumentar el número de pantallas que existen en el país: “El tema de la circulación de las películas en el país es bastante complicado, pero común a los países de América Latina. Basta con tener en cuenta que Colombia hay 690 pantallas ubicadas tan solo en el 4% del país, pero que el 75% de ese índice está ubicado especialmente en Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla y, peor aún, la mitad de ese 75% está en la Capital del país” [1]. Las salas de cine en el país deben aumentar en número y en cobertura, para llegar a un mayor número de ciudadanos.

En segundo lugar, la asistencia a películas colombianas aún sigue siendo baja en comparación con producciones extranjeras y muchas producciones naufragan a las pocas semanas de ser lanzadas. Hay que aumentar las estrategias de divulgación y mejorar el mercadeo de nuestros propios productos, cuya calidad ha mejorado considerablemente en las últimas dos décadas.

Por último, los incentivos de las convocatorias deben extenderse también a los nuevos realizadores y productores sin experiencia y tratar que estos beneficios no sean siempre de “los mismos con las mismas”. Aunque ya hay varios nombres y productoras consolidadas, el talento que aún no ha salido debe tener más oportunidades para poder obtener financiación y sacar adelante sus ideas. La empresa privada por ejemplo, podría también estar más involucrada si de parte del gobierno surgen incentivos que hagan del cine una inversión.

Más que una nominación, “El abrazo de la serpiente” es un hito esperanzador para el crecimiento de las industrias creativas del país, que demuestra que el talento colombiano sobresale a nivel mundial y merece seguir un camino lleno de éxitos.