El Gobierno y la academia por caminos diferentes

El diálogo entre los investigadores y los diseñadores y ejecutores de política parece continuar roto. Mientras que en el Congreso se debate la Ley del Plan Nacional de Desarrollo que no incluye ni un solo artículo sobre los docentes, entre la academia empieza a circular la versión virtual del número  67 de la Revista Colombiana de Educación  titulada La excelencia docente: un debate que avanza.

“El diálogo entre los investigadores y los diseñadores y ejecutores de política parece continuar roto.”

El contexto

El tema de la excelencia docente fue puesto en la agenda pública por la Fundación Compartir  con el estudio Tras la Excelencia Docente. Cómo mejorar la calidad educativa para todos los colombianos y se convirtió en el eje central de la discusión educativa de la campaña presidencial de 2014. Todos los candidatos incluyeron la propuesta, o parte de ella, en sus programas de gobierno y el Presidente Santos, en su condición también de candidato, acogió públicamente la reforma que propone el estudio y se comprometió a ejecutarla y a convertir a Colombia en el país más educado de América Latina en el año 2025.

Desde entonces, los interesados en el tema educativo han analizado el estudio de Compartir y han identificado las falencias y las fortalezas de la metodología utilizada, de la concepción de educación, maestro y calidad que subyace en el estudio, del análisis de la situación educativa de Colombia y, por supuesto, de la política misma. Un resultado del debate es esta revista que evidencia la importancia del docente y su calidad al poner a dialogar académicos con diferentes puntos de vista en un mismo espacio.

El Gobierno, por su parte, en cumplimiento de sus compromisos electorales, incluye en las Bases del Plan de Desarrollo 2014 -2018 todos los aspectos de la reforma estructural que requiere el país para lograr la excelencia docente pero nada de esto se ve reflejado ni en el presupuesto aprobado para el sector educativo ni en la propuesta de Ley del Plan. Y peor aún, las políticas que se empiezan a ejecutar no están construyendo los cimientos del cambio estructural y de largo plazo que se necesita. Son acciones que tienen efectos positivos sobre algunos colombianos, pero no están asegurando la excelencia docente ni, por lo tanto, la equidad y el desarrollo de Colombia.

Lo anterior parece demostrar que nuevamente la política educativa y la academia recorren caminos diferentes.  Mientras que la revista de la Universidad Pedagógica evidencia que con cualquier perspectiva que se adopte la excelencia docente es un tema que se debe abordar de manera rigurosa y planeada, la Ley del Plan que se somete a discusión deja la sensación de que el tema, en caso de que el gobierno lo aborde, se hará solo de manera circunstancial.

Teniendo en cuenta que el número 67 de la Revista Colombiana de Educación empieza a circular en el momento en que se está dando la discusión, todavía se puede esperar que el gobierno se apoye en los fundamentos y argumentos que expone la Revista para que diseñe una reforma que le permita al país alcanzar y asegurar en el tiempo la excelencia docente. Aún es posible que en la Ley del Plan de Desarrollo y en el Plan de Acción del Ministerio de Educación Nacional se incluya esa reforma y, sobre todo, se ejecute.

“…todavía se puede esperar que el gobierno se apoye en los fundamentos y argumentos que expone la Revista para que diseñe una reforma que le permita al país alcanzar y asegurar en el tiempo la excelencia docente.”

Sobre la Revista

La Revista Colombiana de Educación es una publicación indexada de la Universidad Pedagógica Nacional y su Centro de Investigaciones, CIUP, que circula semestralmente desde 1978 y está dirigida principalmente a los expertos en educación y pedagogía, al magisterio y a los estudiantes de educación, ciencias sociales y humanidades.

Según la presentación de la revista, para el número 67  La excelencia docente: un debate que avanza. se “…convocó la elaboración de artículos centrados en todas las acciones que influyen sobre el actuar docente, y en particular en lo planteado por el informe Tras la excelencia docente, de la Fundación Compartir (2014), que parece constituirse, al menos de manera explícita, en documento central de la política educativa de los próximos años.“¹

Este número contiene los siguientes artículos:

1. Artículos críticos del informe Compartir:

• Los límites de la economía de la educación: abrir la mirada, de Alejandro Álvarez.
• La estrechez de la excelencia docente en las políticas educativas: ¿ser bueno es estar bien evaluado?, de Diego Arias y Elizabeth Torres.
• El estatuto del maestro, de Pilar Méndez.

2. La respuesta dada por los autores del informe:

• Resumen y precisiones sobre Tras la excelencia docente: cómo mejorar la calidad de la educación para todos los colombianos, de Sandra García, Darío Maldonado, Guillermo Perry, Catherine Rodríguez y Juan Esteban Saavedra.

3. Artículos sobre la formación de maestros:

• Diez pilares para un programa de desarrollo profesional docente centrado en el aprendizaje de los estudiantes, de Mauricio Duque, Jorge Celis, Bibiam Diaz y Margarita Gómez.
• La formación del homo pedagogicus: entre la lectura y la escritura, de Nylza Offir García.
• Desarrollo de competencias metacognitivas e investigativas en docentes en formación mediante la incorporación de tecnologías digitales: aportes a la excelencia docente, de Luis Sanabria, Omar López y Linda Leal.

4. Artículos sobre las prácticas de los docentes frente a sus estudiantes y los elementos que las motivan y las explican:

• ¿Qué caracteriza a un docente destacado? Rasgos de la práctica en los primeros grados de la escolaridad, de Mauricio Pérez, Catalina Roa, Ángela Patricia Vargas y Lida Alexandra Isaza.
• Gobierno de los pobres, culturas y saber pedagógico: algunas líneas de fuerza emergentes en la configuración del dispositivo escolarizador público en Colombia, de Javier Sáenz.

Autoevaluación docente para la mejora de los procesos educativos en escuelas que caminan hacia la inclusión, de Pilar Arnaiz y Cecilia Ma. Azorín.