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El inglés y la agenda educativa

Noviembre 3, 2014

Desde hace poco más de diez años, diversos sectores del país vienen impulsando una de las apuestas más serias de la región la- tinoamericana para mejorar los resultados en cuanto a los procesos de enseñanza y aprendizaje de la lengua inglesa. Gobierno central, gobiernos regionales, academia y sector productivo, entre otros, han emprendido un esfuerzo en pro de este objetivo común.

Asumiendo una mirada objetiva, siempre cabe preguntarse si los esfuer- zos realizados hasta hoy han rendido frutos o si se han obtenido los resulta- dos esperados en cuanto al dominio del inglés en Colombia. Una respuesta superfi al podría sugerir que no del todo. Sin embargo, esa misma lectura crítica y equilibrada también permitiría ver los avances que en el proceso se han dado, aun cuando el resultado fi  al no sea todavía el esperado.

Muchas discusiones convergen en algunos puntos esenciales. Por un lado está la conocida tensión entre temas de cobertura y calidad y la precaución de no potenciar la primera a expensas de la segunda. En el área específica del inglés, es preciso tener claro que la cobertura con calidad presupone una planeación a largo plazo que garantice la inversión sostenida para un proceso de largo aliento, entendiendo que el aprendizaje de la lengua extranjera requiere las condiciones más favorables posibles y un tiempo relativamente largo para lograr los objetivos planteados.

Por otro lado, en infinidad de discusiones se destacan temas como el rol del maestro en tanto gestor y facilitador del proceso de aprendizaje de la lengua, así como la necesidad de procesos continuos y sistemáticos de for- mación docente. Por último, en tanto proceso educativo, el aprendizaje del inglés remite a temas de participación e inclusión social en el sentido más literal de la apertura de puertas y la generación de oportunidades para los jóvenes ciudadanos de un país como Colombia, que cada día transita más por los senderos de la globalización en su acepción quizás más pragmática de interconexión de mercados y fronteras relativamente desdibujadas. 

Los aciertos y desaciertos en torno al tema del inglés en el país están en mayor o menor medida identificados. Es imperativo que los distin- tos actores trabajen conjuntamente de manera coordinada y sistemática para evitar la trampa de las acciones aisladas, descoordinadas y cortoplacistas. Sólo así Colombia contará con ciudadanos capaces de dominar la lengua al nivel que las circunstancias internas y externas demandan.
La agenda de la paz, la educación y la equidad en Colombia y su conexión con los temas de competitividad constituyen un gran reto para los sectores educativo y productivo del país. Cada vez se hacen más evidentes tanto la creciente demanda del sector productivo en la búsqueda de personal con competencias adecuadas en el manejo del inglés como lengua extranjera, así como las dificultades para encontrarlos.

En tanto herramienta para la competitividad, el inglés juega un papel muy importante para el desarrollo. Esta lengua franca (Graddol) facilita los intercambios globales en todos los ámbitos: académicos, científicos, económicos, políticos, culturales y deportivo, experiencias nacionales e internacionales demuestran que sí es posible avanzar con pasos firmes hacia el desarrollo de ciudadanos críticos, capaces y dotados con las competencias y destrezas que el siglo XXI exige a las sociedades modernas en el ámbito mundial.

Hoy día el inglés forma parte de las discusiones sobre los grandes temas de la agenda educativa global como vehículo para alcanzar el de- sarrollo. Nuestro país no está al margen de ese debate, de modo que allí es desde donde mejor se dimensiona la importancia de la lengua inglesa para las próximas generaciones de colombianos. De ese tamaño es el reto que tenemos por delante como nación.

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.
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Sandra Cecilia Suárez García
Gran Maestra Premio Compartir 2013
El cuerpo habla y la danza puede ser el camino para la exploración del ser y el medio para liberar las palabras que se encuentran encadenadas.