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Gaokao: el examen decisivo de la educación superior china

El 7 de junio se realiza en China el examen más importante para acceder a la universidad. La prueba no solo es decisiva, sino que moviliza a todo el país en torno a ella.

Junio 10, 2016

El pasado martes 7 de junio, nueve millones de chinos tomaron uno de los exámenes más decisivos de su vida. El Gaokao es la prueba de acceso a la educación superior en China. Quienes obtengan el puntaje más alto podrán ingresar a las mejores universidades del país, lo que les garantizará no solo una educación de calidad, sino oportunidades laborales y estabilidad económica. Muchos ven al Gaokao el escalón para cambiar el rumbo de sus vidas y aspirar a un futuro mejor, especialmente quienes vienen de áreas rurales.

 Entre nueve millones de aspirantes, un punto hace la diferencia entre estudiar en una buena institución, presentar el examen nuevamente o desistir y buscar otras alternativas.

El Gaokao es una prueba exigente, no solo por su extensa duración de dos días sino por el ambiente sumamente competitivo que impera durante esta jornada. En el examen es posible obtener una calificación que va del 0 al 750, pero para poder acceder a la universidad solo pasan aquellos que tengan el puntaje más alto. Entre nueve millones de aspirantes, un punto hace la diferencia entre estudiar en una buena institución, presentar el examen nuevamente o desistir y buscar otras alternativas.

Pero, este último camino no es para nada atractivo. El Gaokao es más que un examen y para muchos, hace la diferencia entre triunfar o fracasar, casi de una manera irreversible. Es por ello que muchos recurren al plagio o a la sustitución de quien presenta el examen. Los lugares para presentar el examen están sumamente vigilados, se prohíbe el ingreso de todo tipo de artefactos tecnológicos y este año las salas serán monitoreadas con drones. Además, este año también el copiarse en esta prueba será castigado como un delito.

Quienes más sufren en todo esto son los estudiantes. Deben prepararse a cuenta de muchas horas diarias e intensivas durante meses y años, para poder acceder a una plaza en la universidad de sus sueños. Los padres forman parte del proceso y tratan de hacerle la vida fácil al estudiante, para que solo piense en el estudio que tiene por delante. En los lugares cercanos a donde se realiza la prueba, la policía vigila que el silencio absoluto reine, para no desconcentrar a quienes están en uno de los momentos más importantes de su vida. Asimismo, en un país sumamente supersticioso, también se recurre a las plegarias y todo tipo de agüeros para ayudar a la suerte del pupilo que presenta la prueba.

"Después de practicar millones de veces día tras día, creo que todos dominamos el temario. Ahora el éxito o el fracaso depende de la concentración y el aguante de cada uno. En este punto ya no es una competición de inteligencia, sino más física y psicológica"[1], afirmó para el diario El País el estudiante Wang Yueda, de 18 años.

La prueba ha sido muy cuestionada por varias razones. En primer lugar, la presión que existe es excesiva sobre quienes la presentan. La presión hace que exista en el país una ola de suicidios en los meses subsiguientes a la prueba: “Al mes de junio se lo suele llamar “Junio negro” debido al nerviosismo y el pánico que el examen provoca a los estudiantes, padres, maestros y escuelas. No solo la preparación es estresante, sino que la espera del resultado y el resultado mismo pueden causar ansiedad. Muchos de los suicidios se reportan después de publicados los exámenes, cuando los estudiantes no lograron la calificación que se esperaba de ellos”[2].

En segundo lugar, la prueba genera una brecha de acceso enorme entre quienes pueden acceder a ciertas universidades, lo que no contribuye a la equidad del país. Aunque el sistema educativo de China es muy avanzado y de alta calidad, la desigualdad de la percepción de calidad de sus instituciones deja mucho que desear. No se puede entonces pensar en una calidad global de la educación si solo unas garantizan buenos empleos y otras tienen mala imagen ante las empresas.

Por último, el exceso de carga educativa deja poco tiempo para que los jóvenes socialicen. Durante la escuela, los pupilos en China tienen largas jornadas de estudio, tareas y tutorías que les impiden vivir su infancia y adolescencia. La vida entonces se centra, desde temprana edad, en el estudio y el trabajo y se deja poco tiempo para el ocio.

Por ahora, aunque el examen ha sido cuestionado, no se ha planteado cambiarlo ni refórmalo de ninguna manera. La huella cultural de este tipo de pruebas es innegable en todos los miembros de la comunidad, que están acostumbrados a que esta es la forma en la que se evalúa y se accede a la mejor educación. Son en últimas los estudiantes quienes la enorme presión de ser los mejores, a costas de su juventud e inclusive su felicidad. El examen más decisivo de la vida de los chinos deja un sabor a victoria en quienes logran pasarlo, pero un sentimiento de fracaso y zozobra en quienes se quedan atrás.

Fuentes de la información

internacional.elpais.com/internacional/2016/06/06/actualidad/1465214786_419718.html

www.bbc.com/mundo/noticias/2015/06/150614_china_examen_gaokao_universidad_men

cnnespanol.cnn.com/2015/06/09/aprobarias-el-examen-de-ingreso-a-la-universidad-en-china/

www.lagranepoca.com/archivo/32046-examen-preuniversitario-china-provoca-ola-suicidios.html

elpais.com/elpais/2016/06/07/album/1465291744_247612.html#1465291744_247612_1465291817

[1] internacional.elpais.com/internacional/2016/06/06/actualidad/1465214786_419718.html

[2] www.lagranepoca.com/archivo/32046-examen-preuniversitario-china-provoca-ola-suicidios.html

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.
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Comunicadora social y periodista
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Hoguer Alfredo Cruz Bueno
Gran Maestro Premio Compartir 2009
Logré vincular el aula y la comunidad rural a través de expediciones que marchaban tras la huella de la cultura local en tertulias de lectura que se convirtieron en lugares de encuentro entre los padres, los hijos, los textos y la escuela.