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Hay pautas globales para la educación hasta el 2030

Un proceso de consulta amplio y ambicioso que produjo un documento que se queda corto al lado de las necesidades existentes y de las expectativas generadas.

Noviembre 19, 2015

Quien busca encuentra. En efecto, la UNESCO presentó el Marco de Acción para la Educación 2030 (MAE 2030) durante la 38ª reunión de la Conferencia General de la organización[1]. Se espera que este documento constituya una guía para que los países instrumenten su agenda en educación para los próximos 15 años.

El procedimiento para elaborarlo implicó poner en funcionamiento un ambicioso mecanismo de consulta a diversos actores involucrados en el tema, organizados según el alcance de cada cual. Así pues, se realizaron intercambios a escalas global, regional y nacional. La intención era garantizar igualdad de oportunidades a todos los interesados. En el grupo de instituciones co-organizadoras de este proceso, junto a la UNESCO, están el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Banco Mundial, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU-Mujeres) y la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR). Es evidente que la ONU puso todo su músculo en esta iniciativa. 

El proceso de consultas se cerró en el Foro Mundial sobre la Educación 2015[2], donde se liberó la llamada Declaración de Incheon[3]. Una versión de lo que sería el MAE 2030[4], a la espera de la bendición final que daría la Conferencia General de la UNESCO.

El MAE 2030 se concentra más en el qué (prioridades) y está poco desarrollado el cómo (estrategias futuras).

Las reseñas oficiales afirman que en París se contó con la aprobación de 70 ministros y representantes de los Estados Miembros, de las Naciones Unidas, de organismos multilaterales y bilaterales, de la sociedad civil, de organizaciones regionales, de docentes, de universitarios, de la juventud y del sector privado.

Surge la pregunta: ¿Tan amplio proceso de consulta a múltiples actores interesados produjo resultados que reivindiquen el esfuerzo realizado? Veamos.

En el Preámbulo del MAE 2030 se afirma que las recomendaciones incluidas se toman “habiendo examinado los desafíos pendientes y deliberado sobre la agenda de la educación 2030 propuesta y el Marco de Acción, así como sobre las prioridades y estrategias futuras para lograrla”. A mi juicio, se concentra más en el qué (prioridades) y está poco desarrollado el cómo (estrategias futuras).

La “nueva visión de la educación” que se presenta se centra en garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

Estos rasgos sintetizan la propuesta del MAE 2030. El documento se extiende en explicarlos y justifica el compromiso por alcanzarlos. Hay interesantes indicadores globales para hacer comprender el por qué de estas orientaciones estratégicas[5]. Algunos datos que se usan como base:

  • 121 millones de niños y adolescentes nunca han asistido a la escuela o han abandonado los estudios.
  • Más de 400 millones de mujeres, que viven en países de ingresos medios y bajos, no son capaces de leer una frase sencilla.
  • 38% de los niños no está adquiriendo las nociones básicas de lectura y aritmética y más de la mitad de ellos ya han pasado 4 años en la escuela.
  • 781 millones de adultos analfabetos.

En suma, las prioridades del MAE 2030 están alineadas con las tendencias más difundidas en los años recientes. No hay sorpresas.

En lo que respecta al cómo alcanzar lo propuesto, es dónde faltó iniciativa para innovar o para hacer planteamientos disruptivos. En este sentido los enunciados principales son:

  • La responsabilidad fundamental es de los gobiernos.
  • Pedir colaboración, cooperación, coordinación y seguimiento en los planos mundial y regional.
  • Aumentar significativamente el financiamiento y el gasto público en educación (entre un 4% y un 6% del producto interno bruto o al menos entre un 15% y un 20% del total del gasto público).
  • Proponer desarrollar sistemas nacionales de seguimiento y evaluación integrales a fin de producir datos sólidos para la formulación de políticas y la gestión de los sistemas educativos, así como para velar por la rendición de cuentas.

Siendo recomendaciones dirigidas principalmente a los países con mayores índices de desigualdad, con mayor brecha social, las fórmulas propuestas solo alcanzan a ser una lista de buenos propósitos, sin carácter vinculante.

Las fórmulas propuestas sólo alcanzan a ser una lista de buenos propósitos, sin carácter vinculante.

Es moneda corriente ver como gobiernos de países con urgentes necesidades sociales, en especial en educación, prefieren invertir en armamento para librar guerras que resultan ser imaginarias en muchos casos.

Algunas notables ausencias en las consideraciones sobre cómo implementar las estrategias propuestas son:

  • La incoporación de las tecnologías de información y comunicación en los procesos de aprendizaje a lo largo de toda la vida.
  • La reinvención de las instituciones encargadas de la educación dentro de los gobiernos.
  • La redefinición del rol de la escuela, los docentes, las universidades, la familia y las empresas en el aprendizaje a lo largo de toda la vida.
  • Orientar la educación en el aprendiz en lugar de enfocarlos en el docente.
  • Creación y gestión de ambientes de aprendizaje personalizados.

Parece que se evade el reto de fondo. Los indicadores dicen que hay que apurar el paso, de lo contrario en el 2030 estarán los futuros dirigentes de la educación mundial repitiendo variaciones simples de los mismos objetivos que con optimismo se anuncian hoy.

En síntesis, un proceso de consulta tan amplio y ambicioso como el que se instrumentó, produjo un documento que se queda corto al lado de las necesidades existentes y de las expectativas generadas.

[1] Celebrada en París del 3 al 18 de noviembre de 2015.

[2] Realizado en Incheon, República de Corea, en mayo 2015.

[3] unesdoc.unesco.org/images/0023/002338/233813M.pdf

[4] www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/ED/ED_new/pdf/FFA-ENG-27Oct15.pdf

[5] es.unesco.org/world-education-forum-2015/

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.
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Escrito por
Docente-investigador de la Universidad Central de Venezuela
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